Saturno | Leeon

Chapter Thirty-three

Leedo salió de su hogar a paso rápido y se subió al vehículo de Jihyo, con la excusa de que una de sus llantas estaba baja puesto que no cometería el mismo error dos veces. Tuvo que decirle a sus padres saldría a almorzar con los padres de Yuqi, pues ella le había invitado (era cierto), aunque había salido antes para ir a la preparatoria donde estudiaba Dongju.

Luego de unos quince minutos se encontraba saliendo del auto, estaba nervioso, no veía al menor desde hace dos meses y no se hablaban en lo absoluto, no sabía nada de él por ese lapso de tiempo.

Se recostó en la cajuela del auto esperando divisar al menor por alguna parte y pudo ver su larga cabellera café correr hacia los baños; debatió en si entrar o esperarlo y de un momento a otro, caminaba a pasos rápidos dentro de aquel colegio cuidando no ser visto por algún supervisor.

Por otro lado, Xion cayó al suelo con la mochila en su espalda luego de recibir un golpe por parte de Changbin.

—¡¿Cómo se te ocurre acusarme con el prefecto?! ¡¿Acaso no piensas?!

El más bajo se acomodó en el suelo y le miró. —Tu fuiste el que no dejaba de tirarme cosas a la cabeza... atente a las consecuencias de lo qué haces.

El sujeto le brindó una fuerte patada que logró sacarle un quejido. —Eres un maldito llorón insoportable.

Hyunjin y Minho entraron al lugar y le tomaron de los brazos para levantarlo, igualmente dejándolo inmóvil.

—¿No dirás nada? Bien, te ves mejor calladito.

—Eres un inseguro que disfruta de hacerme sentir menos y golpearme para llenar el vacío insaciable que lleva dentro, sí, quiero decírtelo desde hace tiempo... no eres más que un cobarde; los tres lo son.— Escupió molesto.

Seo le miró con furia y golpeó repetidas veces su estómago y rostro ocasionando incluso que escupiera sangre por la fuerza que utilizaba contra su débil cuerpo, añadiendo que su rostro también estaba siendo lastimado y dejando ver algunos hematomas.

Xion se sorprendió al ver el cuerpo de su mayor aparecer por esa puerta y empujar a su compañero al suelo. Los otros dos que estaban sujetándole en seguida reconocieron el rostro de Geonhak.

—Oh, tiempo sin verte...— Dijo Minho burlón.

—No me estés jodiendo.— Dijo con furia. —Quítenle las manos de encima, o no prometo que las conserven.

Lee se alejó y se acercó al más alto. —¿Ah si?

Leedo le tomó del cuello de la camisa con notorio enojo y le levantó con fuerza golpeándolo contra la pared. —Suéltalo, ahora.— Le ordenó a Hwang, el mismo miro a sus amigos y empujó al menor dejándolo en el suelo y alejándose de él.

El pelinegro bajó al chico y lo empujó contra el cuerpo de Changbin.

—Me voy a enterar si vuelven a meterse con Dongju, y les aseguro que no los perdonaré una tercera vez.

—¡¿Quién te crees qué eres?!— Seo se acercó a él gritando y le empujó.

El mayor se reincorporó y sin perder tiempo le sujeto de la camisa para acercarlo a él y brindar un fuerte golpe en su cara.

—N-no...— Escuchó la voz de Dongju.

—Lárguense de aquí.— Dijo empujando al chico junto a sus amigos nuevamente.

Los tres chicos decidieron obedecer con suma rabia y salir bajo la frígida mirada de Kim, una vez estuvieron fuera, éste se agachó sin dudarlo y le ayudó a hincarse para tomar su rostro golpeado entre sus manos.