Saturno | Leeon

Chapter Fourteen

Dongju salió del salón y camino rumbo a los baños, ese día le habían dado el calendario de sus exámenes y había tenido repasos, no faltaba mucho para los exámenes finales, así que tenía que ponerse las pilas para poder pasar.

El castaño seguía siendo de buenas calificaciones como se lo prometió a su hermano, al igual que siempre trataba de entender lo más posible los temas para poder explicárselos a Dongmyeong.

Entró al baño y camino al lavamanos, se lavó las manos y se acomodó el uniforme, estaba algo arrugado pero, se veía bien, acomodó un poco su rebelde cabello y se dio la vuelta para salir y salir hasta la banca donde esperaría el autobús, se sentó y espero, hasta que desde atrás alguien pasó y se sentó.

—¿Aún no llega el bus?

El menor volteó. —No, faltan como 10 minutos. 

Hwanwoong sonrió. —¿Dongju, verdad? Te recuerdo bien, casi no hablamos.— Dongju asintió. —Mi nombre es...

Dongju interrumpió. —Hwanwoong, se quien eres. —Sonrió.

—Oh...— El mayor sonrió. —¿Cómo haz estado?

—Bien, gracias por preguntar.

—¡Mira lo que tengo!— Exclamó Ravn parándose frente a Hwanwoong y le puso unos boletos en la cara. —¡Ja! El padre de Jongho trabaja cerca de la pista de hielo y los consiguió, pero Jongho los revendió.

—¡Wow! ¿Cuántos tienes?

—Son seis, los pago Geonhak.

Seoho llegó corriendo y abrazó a Youngjo divertido. —¡Nos vamos a patinar, señoras y señores!

Keonhee y Geonhak llegaron platicando luego de un rato y el más alto se acercó a Hwanwoong. —¿Iras? Hasta ahora vamos los cuatro.

—¡Por supuesto que si!

Geonhak se paró junto a Dong y miró a Woong. —¿Entonces iremos? ¿Les parece a las 7:30 pm?

—Yo lo veo bien.— Dijo Ravn. —Cenemos juntos ahí.

Seoho sonrió y tomó un boleto de la mano de Youngjo y se lo extendió a Dongju. —Queda uno, ¿te gustaría ir?

—Y-yo...

Geonhak sonrió. —Anímate Dong, puedo pasar por ti si quieres, vamos a mi casa y Youngjo nos recoge ahí, nos divertiremos.

—Pero, mi madre... mi hermano...

Hwanwoong sonrio. —Vamos, Dong, pide permiso, seguro te dejan.

El menor terminó por acceder y tomó aquel boleto, tuvieron una corta plática, entre risas y luego el autobús llegó llevándose a Dongju, luego de unos momentos, Geonhak, Seoho y Keonhee se fueron juntos a casa del último y Youngjo llevó a Hwanwoong a su casa para retirarse.

[...]

Sana dudo un poco la petición de su hijo pero terminó por aceptar.

—Por favor te cuidas mucho, Dong.— Sonrió la mayor y abrazó al menor.

—Sí, mamá...— El gemelo se sentó y miró a su madre. —¿Y Dongmyeong?

—Salió, al parecer cuando iba a comprar conoció a alguien y ahora son amigos, quiso salir a dar una vuelta y le dije que estaba bien, amor.— Sana sonrió y camino hacia la puerta. —¿Se te antoja algo? ¿Pan?

—¡Sí!

—¿De zanahoria?

—¡No!

Sana rio. —Prepare un pie de limón mejor, ¿me ayudas?