Chapter Sixteen

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Geonhak estaba acostado boca arriba en aquella silla del parque con el brazo completamente estirado para rozar con la palma de su mano un poco, las hojas de aquel lindo árbol del cual se hallaba debajo, mientras el menor daba vueltas por toda la zona desesperado.

—Me va a asesinar, es lo peor que me pudo pasar, ¿y si repruebo? ¿y si me hace reprobar? ¿y si me hace algo? ¿por qué tengo que hacerlo con el?— Decía rápido y claramente preocupado.

—Dong, necesitas calmarte, dijiste que Wooyoung estaría, ademas es en su casa, no creo que te haga nada.

—¡Eso crees! ¡Es lo que quiere que crea y está equivocado si piensa que no voy a prevenir!

—Si te pega, se lo devuelves.

—¡Geonhak eso está mal!

Geonhak se sentó suspirando. —¿Vivirás huyéndole a Minho y compañía? Yo entiendo que no te guste agredir pero, Xion, te han golpeado desde primaria y no quieres hacer nada.

—Si le golpeó de vuelta me golpeara más fuerte. Geonhak, si respondes a la violencia con violencia obtienes más violencia, aveces es mejor no hacer nada.

—Sí, ¿Qué tal va eso hasta ahora?

Dongju le miró y el mayor se golpeó internamente.

—No quise decir eso.

—No te preocupes.

—Dongju...— Geonhak tomó sus manos una vez se levantó. —Lo lamento, no fue lo que quise decir.

Xion sonrió y asintió. —No pasa nada.

Leedo suspiro. —¿Y qué harás?

—Tengo que ir eso es seguro pero, no quita que me aterre.— El menor se dejó caer en el césped quejándose.

El mayor soltó una risa y se tiro junto al menor y tomó su mano. —No pasará nada, y si te hace algo, no dudes en decirme.

Dongju lo miró y asintió, estuvieron así unos minutos, viendo el cielo y relajándose un rato, quitando todo el peso de sus hombros y disfrutando de aquel ameno momento.

—Mira ahí.— Dongju señaló el cielo. —Se ve un poco la luna.

—Sí...— Dijo Geonhak mirando donde le señalaba el menor.

—Me encanta el cielo... tan inmenso, infinito, tan bello... Imagínate como será más allá, la cantidad de estrelllas, tantos planetas además del nuestro, hay tanto de lo que no sabemos, más allá... lo que creemos imposible probablemente es posible.

—Todo es posible cuando estoy contigo...

Dongju le miró y sonrió. —No digas eso.

—No es necesario que lo diga, lo sabes muy bien, ni siquiera las estrellas brillan tan bonito como tú lo haces; pero eso ya te lo había dicho.

Dongju se sonrojó y le golpeó el hombro. —No es cierto, ellas son más bonitas.

Geonhak se sentó y le miró. —Por favor no creas todo lo que te digan los inútiles de tu aula, como cuando dicen que no eres lindo... eres el más lindo... también te lo había dicho.

Dongju se sentó igual y sonrió. —¿Lo crees?

—Lo sé.

—Me gustas...— Geonhak le miró y sonrió, Dongju abrió los ojos y negó. —¡Gusta! M-me me, m-me gusta... el cielo, sí, que bonito día.— El menor se levantó. —Oh mira la hora, el cielo, parece que va a llover, creo que mejor me voy, tengo trabajo en cielo, ¡en equipo! Y tengo que darme prisa si quiero gustarte, ¡No llegar tarde!— Dongju tomó su cosas rápidamente. —Adiós.

Saturno | LeeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora