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—Siempre me preguntas de dónde conozco a Tom.

—Sí, lo hago. Siempre lo evitas. Todos parecen saberlo menos yo —soltó una risa forzada; tenía esa mirada triste que había visto un par de veces antes. Miraba al suelo.

—No todos —solté una risa.

—Pues todos parecen saberlo. ¿Algún día me contarás? —por fin me miró.

—Temo que... —suspiré—, si te lo cuento, es posible que no me creas o que quizás dejes de quererme.

—Val, Valentina, yo te amo. No te imaginas cuánto. Y si no quieres contarme, está bien; lo respeto. Pero si lo haces, ten por seguro que te creeré, siempre lo haré. Cuéntame lo que quieras, cuéntame la verdad y lo que te da miedo, cuéntame tus secretos y déjame amarte aun sabiendo todo eso.


Conocí a Tom de una manera un poco inusual

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Conocí a Tom de una manera un poco inusual. No es la forma en la que sueles conocer a las personas, y mucho menos la manera en la que esperarías conocer a alguien. Suena tan raro si lo digo en voz alta; parece un chiste, una mentira. Pero no, era más que real, más que cualquier cosa para mí antes de él. Pero cuando los recuerdos vienen a mi mente, parece un sueño (curiosamente), me parece un sueño, eso era: un lindo sueño. Un muy buen sueño. Un gran sueño.

Ahora me encuentro en la habitación donde todo comenzó. No ha cambiado casi nada; tiene el mismo tapiz, color crema con partituras casi invisibles, color gris; los mismos muebles blancos, ese sillón... No estaba el marco que solía tener en esa mesita de noche; lo tengo en las manos, lo coloco en su lugar, no puedo, lo tomo nuevamente, miro cada detalle... y con la yema de mis dedos lo toco lentamente para luego dejarlo en su lugar. Debía hacerlo. Y entonces, ya está casi completo, casi completo, nunca completo, nunca más volvería a estarlo. Yo tampoco.

El cuarto no ha cambiado mucho, a diferencia de mí, que cada vez siento más lejos a la Valentina de hace seis años. Me siento en la orilla de la cama a contemplar el cuarto. Aún puedo escuchar su voz, pero de pronto no es su voz la que escucho. No, de pronto puedo escuchar el eco de la voz de Max, preguntando algo que lo cambiaría todo...

Me Enamoré de un FantasmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora