Algo Perfecto

/ 20. /

Anais Romers.

Semanas después.

Ya las semanas había pasado, y con ellas, también se llevaron nichisimos momentos más que he pasado estos días con Adriano.

He sido tan feliz.

Mamá ya sabe todo, supe que Adriano vino antes hablar con ella y yo como su hija, le termine de decir todo lo que en realidad había sentido desde hace años. Ya casi toda mi familia sabía ya, solo faltaba mi papá.

Y esa conversación, era una de las que tenemos pendientes.

Acabe de llegar de la universidad, mamá me recibió con un delicioso almuerzo, pero apenas termine subí a mi recamara, estaba tan cansada.

Me senté en mi cama, y agarre la carta que se encontraba en mi mesa de noche.

No paraba de leer, la carta que me había hecho el amor de mi vida.

Con una gran sonrisa, volví a leerla.

"Talvez no sea el día de nuestra boda, talvez no es una día tan importante para los demás, pero el hecho de que ya seas mi novia es mi mayor felicidad. Por ello, te quiero decir tantas cosas princesa.

Perdón por no ser perfecto, pero te puedo asegurar que seré mejor cada día solo por ti, porque como eres, mereces solamente todo lo mejor. Desde siempre te he dicho «Princesa» porque lo eres, para mí, mi pequeña princesa que salió de un castillo, tan delicada, tan perfecta. Tan educada, tan fina.

Mi princesa hermosa, quiero que sepas que contigo quiero todo. Que seamos felices y que siempre seamos cada día mejor, conocerte fue lo que más necesitaba en mi vida y eso era lo que menos pensaba. Pero era inevitable al ver a esa pequeña niña sonreír y no desvanecerme. No me había enamorado, pero de esos ojitos sí.

¿Quien diría?

Que tengo el privilegio de tener a Anais Romers de novia.

Te amo demasiado, y hasta el fin de los tiempos.

Amor de mi vida.

Gracias por tanto amor, sobretodo
por existir."

De; Adriano Smith.

La primera vez que la leí, lloré.

No solo por las tantas palabras que nos hemos dicho, no es solamente por los tantos mensajes que una vez nos mandamos.

No, el amor no es así.

Y eso me lo ha enseñado él.

Sino que me ha demostrado en sus acciones, todo lo que me ha dicho, el cómo podemos tener la capacidad de hablar los que nos puede molestar o incomodar. Por el equipo que hemos formado.

Porque sé que las palabras se las lleva, el viento.

Y que con solo decir "te amo" no se soluciona nada.

Es demostrarlo.

Sonreí.

....

Termino de ducharme, me enrollo en mis toallas y suena mi teléfono.

Llamada entrante; Josuel Gael.

Atiendo.

—Mi Ani, te buscaré en 10min.
Ya saldré para allá.

—Esta bien Gael, te espero.

Colgué.

Sí, ya había llegado el día en que Josuel se enteraría de todo, cómo la otra vez Germán nos aconsejo, era mejor decírselo.

Pues, igualmente se enteraría. Pero prefiero que yo se lo diga, sé que no es nada malo, pero fuí su cuñada por lo tanto hay un respeto y más, si todo surge por conocerlo a el y a sus amigos.

Me maquille un poco, y me coloque un conjunto de lana deportivo, color azul marino. Peine mi cabello, y me coloque unos pocos accesorios.

Perfume, y salí de mi habitación.

Prepare un pequeño bolso de lado, solo para guardar mi teléfono.

Me senté en la terraza a esperar que llegara, ya mamá sabía que saldría con él y Adriano también.

Ambos me apoyaron.

En eso, vibra mi teléfono.

Mi amore❤️

Porfavor, avísame cualquier cosa princesa.
Espero te vaya bien mi amor.
Cuidate mucho, te amo.

Sonrei, y respondí.

Ya Josuel, estaba abajo de mi casa.

—¡Mamá, Josuel me espera abajo! ¡Ya me iré! — anuncie, y me despedí de ella.

—Ten claro todo lo que le dirás hija, que te vaya bien, avísame cualquier cosa.

Asentí, y baje.

Josuel no tenía carro, pero sí moto.

—Hola mi Ani. — dijo sonriendo.

— ¡Buenas tardes! — saludé, y subí a la moto.

Arranco, y habíamos quedado en ir a una nueva cafetería que no quedaba tan lejos de casa, pensé que sería el lugar perfecto para poder hablar.

Después de un rato, llegamos a nuestro destino.

Me baje, y Josuel con cuidado me agarró la mano para pasar la calle.

A lo que yo rei.

—Josuel, ya no soy una niña..— dijo riendo.

—Igual, tengo que cuidarte Anais. — respondió.

Entramos a la cafetería, en la cual no había tanta gente.

Nos sentamos en la mesa, y vimos algunos tipos de café.

—Josuel, si quería que habláramos era para comentarte algo... Lo hago, porque mereces saberlo, y porque sé que te importo. —fuí comenzando hablar. — Josuel, fuiste una pieza importante en mi vida que hasta ahora, fue que me di cuenta... Todos los cuidados que me diste siendo una niña, igual que tus amigos al alejarse me hicieron mucha falta... Pues nada era igual, y no caía en cuenta que era porque ya no estaban ustedes. Sí, me hice muy cercana a ti, te tome y te tengo mucho cariño... Quise saber de ti, pero directamente sé que no podía hacerlo por ello, comencé a contactar a tus amigos... En especial, a Adriano. — Josuel solo me observaba, un poco confuso. — Pero en vez de saber de ti, más me volví cercana nuevamente a él.... Me enamore de él, y poco a poco ya mi cariño iba cambiando a sentir amor. Pero nada sucedió, hace 3 años... Pero ahora sí, Josuel, la verdad es que, ahora nos hemos reencontrado tanto yo con Adriano cómo con tus amigos. —dije. —Soy su novia, Soy novia de Adriano ahora y quiero que me apoyes apesar de que si esto te parezca o no.

Suspire al terminar.