ángel sin cielo. / spreeckity

5. mi casita

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Era el día de la mudanza, Spreen se levantó con algo de energía al saber que su vida iba a cambiar a partir de ahora, se puso de pie, se fue a lavar los dientes y a darse un baño rápido.

Bajo y se encontró a su madre en la cocina preparando el café.

— Buenos días.— saludo mientras levantaba la mano.

— Hola Rau, veni.— se acercó mientras extendía los brazos.

El fue y le dio un grande abrazo.— Sabes que te amo, sea como sea, te guste quien te guste cierto?.— murmuro su madre en su oído.

— Yo lo se.— respondió.

— Y se que es confuso para vos que no me divorcie de tu padre pero.— cortaron el abrazo.— Estoy en eso hijo.

— Se van a divorciar? — preguntó el, confundido.

— Han pasado muchos años desde que tu padre se comporta de esta manera, vos lo sabes, nunca estuve de acuerdo de cómo te trata y aunque intentara hablar con el, sigue con su pensamiento conservador y ya no puedo aguantarlo, es lo mejor para vos, y para mi también.— sonrío tristemente.

— Te amo ma.— le volvió a dar un abrazo.— Estaremos bien.

— Lo estaremos Rau.— volvió a cortar el abrazo, sonriéndole de nuevo.— Vamos, tenes que llevarte tus cosas a tu departamento, es mejor que empieces de antes.

— Estas segura que quieres quedarte aquí? puedo estar con vos otro rato yo no tengo pro-

— Rau, estaré bien cielo.— interrumpió su madre.— Cualquier cosa te llamo, igual vos llámame si necesitas algo.

— Gracias ma, te amo. — le sonrió.

— Te amo más, anda ve.

Fue y tomó sus maletas subiéndolas a su auto, su padre no se encontraba ya que el iba a trabajar temprano, mientras que su madre trabajaba a la hora que ella quisiese ya que tenía su propia empresa.

Antes de entrar al auto se despidió una última vez de su madre y salió de casa.

Es raro ver en estos casos que el hijo esté principalmente contento sobre la separación de sus padres, pero Spreen nunca le tuvo un gran cariño a su figura paterna, jamás lo respeto y jamás lo haría, estaba contento que su madre por fin tuviera algo de paz mental.

Llego a los departamentos y con mucha dificultad bajo sus maletas, ni siquiera sabe cómo pudo con todas, pero las bajo.

Llego  y abrió la puerta, encontró a Barry acostado sobre el sillón y con cuidado fue a acariciarlo y hacerme mimos.

— Barru lindo que bonito que sos.— le seguía haciendo cariñitos hasta que vio a Carre salir de su habitación con el cabello mojado y una toalla rodeándole la cintura.

— Hola poste, acabas de llegar lindo?— pregunto mientras se sacudía el cabello, dejando caer pequeñas gotas en el acto.

— E-eh si acabo justo de llegar.— lo miro de arriba a abajo y desvió la mirada a barry de nuevo.— Estaba saludando al más lindo.

— Basta que me pongo celoso del gato.— sonrió.— Broma, capaz Rob viene un toque a ayudarme a desempacar y eso, irás con tu noviecito?

— Primero, no es mi novio, segundo, puede y si, te va si le digo que venga también? — preguntó sonriendo sonrojado.

— Iv, es tanto mi casa como lo es de vos, si puede venir, ademas se ve que es alto pibe, dan ganas de conocerlo.— se recargó sobre una pared, sujetando la toalla.