9. realidad

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3 a.m, esa misma noche, no se rendiría tan fácil, no lo recuerdan?

Toco a la puerta suavemente, esperando no encontrarse con Roier, volvió a tocar y se sentó en frío y solitario suelo de aquel corredor.

— Quien es? — aquella dulce voz preguntó suavemente, se escuchaba frágil, débil.

Se puso de pie y se acercó a la puerta.— S-soy yo.— mencionó en un hilo de voz, esperando no quebrarse en el intento.— Necesito hablar.

— Spreen n-no creo que sea la mejor hora..Roier está dormido y..

— Por favor.— interrumpió.— Abrime.

La puerta de abrió suavemente, dejando ver a Quackity que llevaba un largo suéter rojo vino, con mangas largas y ancho, llevaba un short por debajo pero el suéter era tan largo que parecía que no llevaba nada. Su rostro se miraba pálido, con un ligero sonrojo, sus ojos hinchados sobre unas ojeras probablemente causadas del previo llanto. Su cabello estaba despeinado y sin gorro, se veía hermoso a los ojos de Spreen.

— Pasa.— murmuro haciendo a un lado.

Spreen camino hasta la habitación del menor, no quería ser escuchado.

— Tengo mucho que hablar con vos, sentate.— Spreen se sentó en la cama y el mexicano cerró la puerta de su habitación.

— Quiero pedirte perdón por lo que viste que sucedió con Carre, el me estaba diciendo que..— suspiro.— Que vos y Roier tenían algo "platónico" y que el estaba enamorado de vos, y que se estaban juntando cada vez más, me estuvo diciendo cosas así de vos y el durante estos días, y no se, pensaba que vos estabas enamorado de Roier, menciono una banda de cosas, y me hacían sentir como si todo esto fuera un juego para vos.

Quackity lo miraba, sin responder.— Me soltó mil cosas de montón en ese momento, diciéndome que Roier había venido a pasar tiempo con vos y que lo estaba consiguiendo, en ese momento me hizo un quilombo la cabeza, y después de decirme que literalmente vos jugabas conmigo; el empezo a decirme que debía darle una oportunidad y le dije que no quería hablar sobre eso y me beso, cuando te fuiste Roier me dijo que vos venías a terminar lo nuestro, y, entiendo si así es como quieres que sean las cosas solo, venía a dejar en claro lo qué pasó.— lo miro con los ojos cristalizados y sonrió tristemente.

Quackity observo sus ojos, aquellos ojos violetas con las pestañas larguísimas, se abalanzó a él tomándolo por los hombros, abrazándolos mientras sollozaba.

— Oh Spreen..— Quackity comenzó a llorar en el hombro del argentino. — Nos mintieron.

— Que? A que te referís? — se separó un poco del pelinegro.

— Roier el.. lo voy a matar a ese hijo de puta. — su expresión cambió de tristeza a enojo.

Spreen se miraba confundido, no entendía que estaba sucediendo.

— Nos mintieron Spreen, Roier me dijo que tú y Carre eran demasiado cariñosos, que le gustabas a Carre y que parecía que el también a ti, nos manipularon.

— No pero..— Spreen comenzó a ver hacia los lados, nervioso.— Carre no podría haberme hecho esto, el..el sabía que vos..que vos eras...

La respiración le comenzó a fallar.— No no, Carre no podría traicionarme así? Carre no.. el es mi mejor amigo..

Comenzó a respirar cada vez más rápido mientras sus ojos se llenaban de lágrimas, comenzó a tocar en sus pantalones a ver si tenía alguna pastilla guardada pero observó que no, rasco sus brazos fuertemente mientras pegaba sus piernas a su pecho, Quackity rápidamente tomó sus manos evitando que se hiciera más daño.

ángel sin cielo. / spreeckityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora