—Jules Ramírez es una de las primeras chicas latinas en llegar a la fórmula 2 y con la trayectoria tan increíble que tiene pronto llegara a la fórmula uno, tú que opinas de este gran suceso, Fred?
—Connor amigo, esta chica me tiene sin palabras y de seguro no soy el único, he escuchado que varias escuderías quieren proponerle un contrato para su próximo año en la fórmula 1.
—Al parecer Jules tiene un gran futuro por delante y como todos somos fan de esta grandiosa chica, los mantendremos informados así que no se pierdan las noticias, aquí en el canal 8.
Apague el televisor, un suspiro salió de mis labios, todos tienen tanta fe en mí que a veces siento como si me ahogara. Sabía que nadie lo hacía con mala intención, pero la presión siempre era mucha.
Las personas siempre esperan lo mejor de mí en cada carrera, aun recuerdo cuando competía y no había esa presión, mis primeros años toda pequeña y sin saber nada de un motor o que esto era lo que quería para mi futuro y ahora estoy en la fórmula 2 con solo un paso faltante para la fórmula 1.
Mi teléfono vibró desde mi bolsillo, al sacarlo vi que era mi manager, Paolo.
—Paolo, buona giornata—Saludar a Paolo en italiano ya se había hecho una costumbre en mí, desde que aprendí italiano, aparte sabia que a él le gustaba porque era su idioma natal.
—Buona giornata, Jules. Tengo increíbles noticias para ti—Podía sentir su felicidad a través de la llamada, así que supuse que era algo bueno.
—Tienes toda mi atención, Paolo.
—Netflix quiere hacer un documentar sobre ti, Jules—Mi mente se quedó en blanco y mi garganta estaba seca, no podía articular ninguna palabra.
—Jules!
—Aquí estoy Paolo—Por fin las palabras podían salir de mi boca—Por favor dime que no estás bromeando, Paolo.
Mis manos temblaban al punto de que tuve que poner el teléfono en el mesón y ponerlo en altavoz.
—La mia vita, es tan cierto que ya voy camino a tu casa—Antes de que pudiera decir algo, colgó la llamada.
Un grito salió de mis labios y mis pies empezaron a moverse como si mil hormigas estuvieran en ellos, no podía parar. Estaba tan feliz. Mi baile fue interrumpido cuando alguien toco el timbre de mi casa.
—Que haces así vestida—Fue lo primero que pregunto después de echarme un vistazo y entrar a mi casa—Ve a cambiarte tenemos que hablar con ellos antes de que vueles mañana a Baréin para el inicio de la temporada.
La tarde con Paolo fue cansada, después de que llegara a mi casa y me alistara, fuimos a las oficinas de Netflix, hablamos sobre el contrato y lo que aparecería, a la final acepte hacer el documental, pero con algunas condiciones a las que ellos estuvieron de acuerdo.
Sabía que esta era una gran oportunidad, ver mujeres pilotos era muy raro, pero yo había llegado a la fórmula 2 y quería inspirar a las demás mujeres a seguir sus sueños.
Ahora un equipo de ellos me acompañaría a todas partes para grabar escenas y yo tendría una cámara para mí dónde tenía que grabar algo que yo quisiera que saliera en el documental. Esa noche antes de dormir llamé a mi mama y le conté todo lo que había sucedido.
—Estoy muy orgullosa de ti, Jules—Esas fueron sus últimas palabras antes de despedirse y colgar la llamada.
A la mañana siguiente lo primero que hice fue tomar el vuelo a Baréin, el cual duraba 17 horas porque me encontraba en Estados Unidos que era donde pasaba las vacaciones de invierno.
La mayoría del viaje la pasé durmiendo y la otra parte grabando unas escenas con el equipo de Netflix que más amable no podía ser conmigo. Faltaban solo una hora para aterrizar, pero por alguna extraña razón no podía dormir, mi mente divagaba y mi vista se perdía entre el bello atardecer que se veía desde la ventana del avión.
Me preguntaba que estaría haciendo en estos momentos si no hubiera elegido las carreras como mi vida, sería maestra o tal vez doctora, estaría viajando por el mundo o saliendo con amigas. Pensar en otras personas me provocaba cierta tristeza, me sentía sola porque no tenía a nadie con quien hablar, en el fondo quería un amigo de verdad, pero cuando eres conocido por la prensa y tienes fans, tener una vida social o romántica era difícil.
Solía sentirme extraña la mayor parte del tiempo, como si no encajara. A pesar de que era piloto sentía que mi vida era muy tranquila, no salía de fiestas ni con amigos. Una vida muy tranquila o aburrida como diría mi mama. Aunque en el fondo sabía por qué lo hacía, al ser mujer todos te juzgan con facilidad y tratan de quebrarte, si me dejaba distraer podría perder todo lo que me había costado años construir.
—Disculpa, puedo sentarme aquí—La chica rubia con ojos castaños me distrajo, con una sonrisa asentí y quité mis audífonos del asiento.
—Muchas gracias, es que mis compañeros están hablando y yo me siento excluida—Sonrió apenada a lo que solté una risa y le extendí mi mano.
—Soy Jules y no te preocupes, podemos pasar el resto del viaje juntas—Dije con una sonrisa.
Resulta que se llamaba Olivia, pasamos el resto del viaje hablando y me contó que era nueva y que el mismo día que llego su jefe le había puesto este trabajo, me contó que estaba emocionada, pero que sentía que sus compañeros le tenían cierto odio así que le aconseje hablar con ellos.
Me despedí de ella antes de que el taxi se marchara y le dije que nos veríamos mañana. El camino al hotel fue tranquilo, si no contamos la parte donde los fans no me dejaban salir del aeropuerto, me resultaba tierno y a la misma vez curioso cómo era que ellos podían quererme, solo era una chica que corría y tenía la suerte de ganar, pero que sobre todo también tenía la suerte de tenerlos a ellos, eran mi apoyo y no importaba como lo hiciera en la carrera, ellos siempre me apoyaban.
La carrera en Baréin sería antes que la de la fórmula 1, así también podíamos ser espectadores. Pensar en la fórmula 1 me provocaba nervios, nunca había hablado con alguien de allá, se lo solía dejar a Paolo y aunque aún no estaba en una academia, varias escuderias me tenían en la mira.
Al llegar al hotel, firme unos autógrafos y después fui a mi habitación, me encontré con otros competidores a quienes saludé sutilmente, resulta que a muchos hombres a un no les gustaba la idea de una chica compitiendo en algo que según ellos era "solo para hombres".
Aunque yo creo que solo les lastimaba su ego que una chica fuera mejor que ellos.
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Llegar a la meta
FanficJules y Charles son prácticamente polos opuestos, aunque vivan de lo mismo. Las carreras Ella compite en la fórmula 2, mientras él es uno de los pilotos más famosos de la fórmula 1. El destino tiene maneras muy raras de unir a las personas y sin dud...