XIX

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Me la paso mayormente leyendo los diarios, ha sido bastante información de lo que esta pasando allá afuera

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Me la paso mayormente leyendo los diarios, ha sido bastante información de lo que esta pasando allá afuera. Una nueva guerra, fallecieron bastante famosos que admiraba, el papa esta enfermo, algunos abusos en la farándula, la reina de Inglaterra ha muerto y muchas cosas más. Ha sido demasiado extraño leer como mi padre declaraba que estaba en un castillo, apartado de todos para escribir mi propia novela. Es creíble, pues todos saben que siempre me ha gustado escribir. Mi sueño es ser escritor, más allá de reinar. Todos lo creyeron con total naturalidad, sin cuestionar demasiado mi aislamiento, pues también siempre fui bastante aislado de ellas. 

Hace unos días Adler se atrevió a bajar un pequeño televisor, decidió que podía confiar en mí de esa manera. Aún así, tiene bloqueado algunos canales de noticias por alguna razón. Supongo que prefieren que mantenga alguna línea de ideas, puesto que dichos canales mantienen una postura política prefieren que vea la que se ajusta a ellos.

Me encuentro cambiando canales hasta que...

—... totalmente descabellada e inesperada la conferencia que hoy ha dado Willen, Su Alteza Real de Países Bajos. —dice una mujer en un estudio de televisión.

—¿Papá? —pregunto a la nada, un poco emocionado de tener la oportunidad de escucharlo después de tanto tiempo.

Procedemos a mostrarle la dicha conferencia donde nos revela más sobre el paradero de su hijo. —continua hablando la mujer. 

Acto seguido aparece en la televisión mi padre. Esta más delgado, pálido como un cádaver y con unas ojeras enormes. Esta detrás de un podio, mientras miles de flashes que se disparan en su cara. Junto a él estaba mi madre, quien también parecía estar en el mismo estado. Ella esta abrazando una foto mía.

En principio de esta situación para proteger la investigación y por recomendación de las agencias que están trabajando en el caso, tomamos la decisión de no hacer publica la desaparición de mi hijo mayor y heredero al trono, nuestro amado Siem. Optamos por decir que había tomado unas especies de vacaciones para escribir, creímos que así preservábamos algunas cuestiones confidenciales que nos ayudarían a resolver el asunto muy rápido  —comenzó a decir con la firmeza que lo caracterizaba pero a la vez, con un inesperado dolor—. Pero dado que el tiempo que trascurre no nos ha dado pistas ni hemos logrado recuperarlo, debemos pedir abiertamente que cualquiera que tenga información que nos lleve a encontrarlo se acerque a nosotros. Esta persona será recompensado con una gran suma de dinero, una que supera las diez cifras. 

Las lágrimas corrían por las mejillas de mi madre y no tardaron en aparecer en las mías.

Rezamos por la salud y bienestar de nuestro hijo y esperamos pronto tenerlo en nuestro hogar nuevamente —dice mi padre a través del aparato.

No tardan en posicionarse unas lágrimas en sus pestañas, las cuales intenta no dejar caer. 

El día 18 de noviembre del pasado año, Siem se encontraba en Inglaterra con sus amigos y primos jugando en un torneo de polo. Debía volver a su hotel antes de la medianoche, pero decidió quedarse un poco más bebiendo moderadamente, con total responsabilidad, para seguir platicando con las personas allí presentes. Hubo una confusión entre las personas de seguridad, puesto que habían comenzado unos nuevos empleados, los cuales optaron quedarse a cuidarle aquella noche, dado que los demás ya querían irse a dormir. Mi hijo quedo junto a dos hombres a quienes se hacían llamar Ronny y Stephen. Estos sujetos desaparecieron junto a Siem y creemos que son los involucrados en el caso. Damos esta información al público por si alguien tiene algún indicio o vio lo que ocurrió cuando mi hijo abandono el club a las 3 am del 19 de noviembre y subió a una limusina junto a estos dos sujetos. Lo único que tenemos hasta ahora es la foto de uno de ellos, pues salió detrás de una selfie que se estaban tomando uno de los chicos del club, además de las declaraciones de testigos que lo reconocieron bastante puesto a que lleva en su cuerpo una gran suma de tatuajes. 

En la pantalla apareció una foto. 

Mi corazón pareció abandonar mi cuerpo.

Realmente no recuerdo demasiado de lo que había pasado. Mi memoria esta demasiado borrosa entre estar en el club y aparecer en aquel piso húmedo y pegajoso. Ni si quiera recuerdo la limosina pero cuando vi la foto...

Dmitry... 

Y de golpe sé que paso. Estaba con mi móvil enviando mensajes cuando el tipo al que llamaba Ronny me golpeo con algo en la cabeza. Solo que no se llamaba Ronny...

Escucho como bajan corriendo las escalaras. La puerta se abre repentinamente y Dmitry entra enfurecido. Lleva consigo un bate de beisbol. 

—APAGA ESA MIERDA —grita.

—Yo-yo no sabía que... —mascullo, intentando descubrir en el proceso que decir. 

—TE DIJE APAGALO —vocifera.

Intento apagarlo pero antes de hacerlo, Dmitry comienza a romperla con el bate con una furia casi animal.

Me cubro la cabeza para que nada se caiga sobre mi y comienzo a llorar del miedo.

Me cubro la cabeza para que nada se caiga sobre mi y comienzo a llorar del miedo

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El segundo infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora