Solo En Ti

Necesidad: El Frágil Corazón Del Ratón Herido

Siempre se nos ha dicho que debemos buscar nuestra felicidad y aferrarnos a ella en cuanto la tenemos en nuestras manos, defenderla y hacer lo posible por mantenerla en nuestro corazón...

Sin embargo lo que nos hace felices en ocasiones no es lo mejor... Que algo sea satisfactorio, delicioso o agradable no necesariamente es indicativo de que es bueno, beneficioso o perfecto para nosotros.

Aún así nos sumergimos en eso, intentando llenar lo que hace falta en nuestras almas y corazones con lo que nos dé aunque sea un poco de satisfaccion y una pizca de felicidad...

Pero ese momento de placer pasará... Esa sensación de plenitud será momentánea... Todos esas chispas de felicidad se apagaran por qué no son reales, solo son placevos que nos mantienen en pie, hipnotizados y sumergidos en una fantasía.

Solo algo real, tangible y sincero puede llenar ese espacio vacío en nuestro pecho... El verdadero reto es encontrarlo, distinguirlo y aceptarlo...

Nuestros corazones son frágiles... Y debemos cuidarlos cómo lo más preciado, aunque en ocasiones los descuidemos y se rompan o agrieten...

Aunque no lo sepamos siempre hay una luz frente a nosotros, una mano o una sonrisa dispuesta a sujetarnos y ayudarnos a entender... Solo debemos observar con detenimiento... Y aceptar nuestra realidad...

~ ¡Mgh! ¡Haa! ~  gemí con todas mis fuerzas sintiendo las profundas embestidas, salvajes y veloces ~ Esp-espera ¡Ha Ah! Des-despacio ~ apenas pude pedir sintiendo mi cuerpo rebotar contra su pelvis una y otra vez, tan rápido que los sonidos de nuestras pieles chocando casi me dejaban sordo...

Había llegado de imprevisto y tan pronto como abrí la puerta me tomo entre sus brazos con fuerza, arrastrandome a la cama y comenzando a follarme de inmediato.

No me molesta que lo haga, al contrario, disfruto enormemente su fuerza y rudeza, sin embargo sentía que algo era diferente, parecía alterado y definitivamente acelerado.

Estando de espaldas a él no podía ver su rostro, sin embargo me las arregle para mirarlo, y entonces lo noté. Sus ojos se veían perdidos, sin ese brillo tan resplandeciente que me había enamorado, sus pupilas estaban dilatadas y tenía la mirada perdida.

Era claro que algo estaba mal y de inmediato pude imaginar lo que era. Sin embargo sentirlo invadiendo y destrozando mi interior mientras lamía y succionaba mi cuello era enloquecedor, y por si fuera poco su voz grave y jadeante en mi oído diciéndome lo mucho que le gustaba follarme me derretía hasta hacerme perder la cordura, provocando que le permitiera hacer lo que deseara conmigo sin importar nada más.