Hado: Y Lo Vivido Nos Condujo A...

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🌸
Aviso:
El capítulo contiene escenas un tanto violentas, no quiero dar spoilers así que solo diré que procedan con precaución en la primera mitad.
🐰❤️
Disfrútenlo... 🐰
🌸





Tú camino, tú senda, tú paso por la vida de las personas a tú alrededor... Todo lo que forma tú ser y tú entorno dependen de ti, de tus acciones y tus decisiones...

Cada situación en tu camino no es más que el resultado de ambas...

Así que tarde o temprano cada acción y cada omisión regresaran a ti en forma de lo que podría llamarse karma...

Y por lo general, para bien o para mal...

El karma es una perra...







El karma es una perra

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— ¡Tres putas semanas! — grité azotando las manos en la mesa del salón de visitas de la estúpida prisión correccional a la que me habían enviado por seis meses después de que se determinara que no tenían nada en mi contra — ¡¿Cómo es que nadie la ha encontrado?! — le gruñi a Sero que me miraba con una ceja levantada.

— Nadie sabe dónde rayos se metió, estamos seguros de que no ha salido de la ciudad, pero no tenemos idea de dónde se esconde — dijo levantando los hombros.

— ¡Pues busquen incluso debajo de las putas piedras pero encuentrenla! — le grité levantándome.

— Lo hacemos, nadie ha dejado de hacerlo, pero no hemos tenido éxito... Bueno, Dabi dijo que tenía una pista, pero no me dió más detalles, sabes cómo es — medio gruñó recargando los codos en la mesa — toma, habla con él, sabes que no puede dejarse ver — dijo extendiendo la mano, dándome su teléfono.

Lo tomé de un manotazo y pulse el botón de llamada, si no me daba algo era capaz de salir por la puerta principal e ir yo mismo a sacarle la información.

— ¿Que mierda quieres? — contestó con un gruñido.

— ¡¿Que puta información tienes?! ¡Habla! — le grité furioso.

— Ho, hola jefe, no es casi nada, escuché un rumor, pero aún debo confirmarlo, no te emociones, quizá no es ella — murmuró distraído — relajate — suspiró y escuché claramente como se abría una puerta.

- ¡Dabi! ¿A qué debo el honor? - preguntó una voz aguda y aniñada, pero que sonaba como una maldita película de terror.

— ¿Que mierda estás haciendo? ¿Dónde jodidos estás? — pregunté sin realmente querer saber la respuesta.

— Investigando, ya te lo dije — contestó y se oyó un quejido en el fondo.

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