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Alina
Dios mío. Eso era lo único en lo que podía pensar según me desperté con el sonido de la alarma. Eran las siete de la mañana y no quería salir de la cama. Y no era porque era muy temprano, sino por el chico que tenía al final del pasillo durmiendo en otra de las habitaciones.
Joder
Me incorporé de la cama sentándome en ella, pasando mis manos por mi cara en un intento de contener el grito que quería salirme de la garganta. Y es que los recuerdos de hace unas horas no paraban de repetirse por mi mente. No sé en qué puto momento se me ocurrió dejarme llevar. Y no era porque me arrepentía, porque dios, ni de coña. Pedri sabía lo que hacía, y lo hacía de maravilla
Literalmente aún noto sus manos por todo mi cuerpo, y por no hablar de lo que me temblaban las piernas al meterme de nuevo en la cama ayer
Pero que se suponía que hacía ahora? Él se volvía a Barcelona y yo me quedaba aquí hasta los castings en unos días. No sabía lo que iba a pasar porque desde luego, no quería que fuese una cosa de una noche.
Me levanté de la cama dirigiéndome a mi baño que tenía en la habitación y me lavé la cara y los dientes, intentando quitarme la cara de muerta que tenía (y de otras cosas también)
Me miré al espejo, suspirando peinándome el pelo. Menudos dos días más interesantes macho. Tengo que hablar seriamente con Icía la próxima vez que se le ocurra darle mi dirección a otra persona
Decidida a no darle más vueltas al tema para no volverme loca, salí de mi cuarto para bajar las escaleras y dirigirme a la cocina a desayunar algo. Al llegar abajo respiré tranquila al no ver al moreno. Supuse que aún estaría durmiendo, por lo que eso me daba al menos media hora para prepararme mentalmente a verle después lo que habíamos hecho
Saqué una taza de la alacena para prepararme un colacao. Si, yo no era de las que tomaba café por las mañanas, me sabía demasiado amargo y el colacao es inigualable. También me hice unas tostadas con aguacate y huevo por encima para no morirme de hambre durante el día.
Sin querer, mi mente viajó a la piscina, concretamente a lo que había pasado hoy por la madrugada...
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Sus manos no paraban de recorrer todo mi cuerpo. Sus labios chocaban con los míos dejándome sin respiración a la vez que su lengua jugaba con la mía. Menuda manera de besar tenia este chico. Estaba mojada pero no por el agua de la piscina precisamente.
