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— Alina por favor - soltó Icía por quinta vez a su mejor amiga.
— Que no Icía, vete tú y ya me contarás qué tal te fue - respondió la morena con reproche.
Para explicar la situación, ambas se encontraban en la casa de la última porque habían quedado para ver una película, pero como siempre, el tema volvió al fútbol. Icía tenía una leve obsesión con el fútbol, más específico, con el equipo del Barcelona. Como toda la población española, Icía estaba coladísima por los jugadores más jóvenes y por ello se veía todos y cada uno de los partidos del equipo. El problema, ambas eran del norte de España, pero del lado opuesto: Galicia, concretamente de A Coruña. Por lo que poder ir a ver los partidos al estadio era algo poco probable. Pero Icía, después de muchos meses, había conseguido ahorrar suficiente dinero para poder permitirse ir un finde semana a la ciudad y poder ir a ver el partido que se disputaba ese domingo.
— Va hombre, no puedes decir que no te gusta si nunca has ido, además, el Camp Nou es muchísimo más grande que Riazor y el ambiente dicen que es la ostia - comentó.
Alina arqueó una ceja mirando a su amiga. No comprendía como a Icía le podía gustar tanto un deporte que simplemente consistía en darle patatas a un balón. Alina no es que odiara el fútbol, podía ver tranquilamente un partido. Lo que no soportaba era los jugadores, aquellos que se creían superiores a los demás por formar parte de un club. Y sobre todo aquellos que tenían el ego por las nubes.
— Venga, ya verás como te gusta. Y el partido no es hasta el domingo, por lo que los otros dos días podemos hacer lo que tú quieras - propuso Icía, mientras agarraba las muñecas suavemente a su amiga.
— Lo que yo quiera? - preguntó Alina mientras empezaba a sonreír débilmente. Icía asintió varias veces. La primera miró fijamente a su amiga durante unos segundos, cuando suspiró cerrando los ojos - Muy bien, iré contigo, pero no te esperes que vaya a repetir la experiencia - Icía saltó del sofá mientras empezaba a saltar de alegría gritan "gracias" varias veces. Alina río suavemente a esto, sabiendo la ilusión que le hacía.
— Gracias, gracias, gracias!!!! Ya verás lo bien que nos lo vamos a pasar - dijo Icía sentándose de nuevo en el sofá - Además, quien sabe, alomejor nos encontramos a Pedri, Gavi o a Ansu - dijo mientras una sonrisa de enamorada le empezaba a salir en la cara
— Quienes? - preguntó Alina, mientras su cara adoptaba una expresión de confusión. Icía abrió la boca en sorpresa, mirando a su amiga como si le hubiera salido algo de la cabeza
— No sabes quienes son Pedri y Gavi? Lo de Ansu te lo podría pasar, pero los otros dos literalmente aparecen hasta en los paquetes de galletas - Alina siguió mirándola confundida, e Icía no tardó en sacar su móvil y abrir Instagram para enseñarle los dos chicos a su amiga:
