"CAPÍTULO VEINTICINCO"
✧・゚: *✧・゚:Un año y medio después...
— Me alegro de verte, Alina. – La voz de Fer la envolvió al entrar por la puerta de la casa. Los brazos del hermano mayor canario la abrazaron, a la vez que el calor le empezó a entrar en el cuerpo. - ¿Qué tal el vuelo? Por lo que me has contado te lo retrasaron.
— Mira Fer, ha sido una locura. – Suspiró la joven, dejando en una de las sillas de la cocina, mientras se quitaba la chaqueta. – Me han tenido en el aeropuerto cuatro horas por el temporal. Casi ni me dejan pasar porque la tarjeta no me funcionaba. Da gracias a que quiero mucho a tu hermano, que sino desistía y me quedaba en Alemania.
Porque si, a Alina le había salido una sesión de fotos para la portada de la revista Vogue. Después del mundial, se centró en trabajar con diferentes marcas, aumentando su popularidad y consiguiendo desfilar en diferentes pasarelas, cumpliendo ese sueño de su yo pequeña cuando acompañaba a su padre a las pruebas de las nuevas colecciones de ropa.
Alina tenía claro que lo que estaba experimentando era único, que oportunidades de ese tipo solo ocurrían esporádicamente, y que si de verdad quería triunfar, no podía dejar pasarlas. Incluso su padre, con el cual no mantenía mucho contacto, fue a visitarla, dándole algunos consejos y animándola, diciéndole lo orgulloso que estaba.
Se podía decir que la vida le estaba sonriendo: hace unos meses no tenía ni idea de lo que sería de ella. Y ahora, ahora saldría en la portada de la revista más famosa en el mercado. Alina aún podía recordar cuando la marca contactó con ella, diciéndole lo mucho que les había gustado su estilo y su caminata, llegándole a preguntar si quería salir en una de las portadas. Obviamente les dijo que sí.
Y la pregunta, si consiguió la portada y la sesión es, qué hacía ella en Barcelona con el frío que hacía cuando tenía un trabajo tan importante, sabiendo que se podía jugar que Vogue la llamase y que cancelaran las fotos.
La respuesta es ese canario que la traía loca. Pedri se había lesionado: el joven debido a una lesión tiene que permanecer en reposo durante dos meses. Y como si eso no fuera suficiente, Alina no se enteró por él, sino por el hermano, el cual la había llamado cuando les dio la noticia sobre la revista, comentándolo sobre el reposo y lo insoportable que se había vuelto su novio.
No va a negar que no le dolió, enterarse por otra persona. Sabía que a Pedri le solía costar decir lo que sentía, sobre todo porque no quería preocuparla. Pero Alina, siendo como es, no tardó ni dos horas en comprar el próximo vuelo a Barcelona.
Y ahí estaba, en la casa del canario en la cocina donde tantas veces habían cocinado postres, riendo bañados en harina; donde sus besos a las tantas de la noche sentados en la encimera; los buenos días acompañados de un café con una pequeña nota firmada con su inicial.
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𝑬𝑵𝑪𝑯𝑨𝑵𝑻𝑬𝑫, pedri gonzález
Romansa⋆˙ | " i was enchanted to meet you." ENCHANTED. © pedri x fem!oc