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ALINA ☾
Me había encantado conocer al hermano de Pedri. Me ha hecho sentirme a gusto todo el tiempo que estuvimos juntos. Y lo que más me gustó fue cuando empezó a contar anécdotas de cuando él y Pedri eran pequeños. No he podido evitar reírme con ellas al ver las mejillas sonrojadas del pequeño y las risotadas del mayor. Fer es una persona súper agradable y muy abierta, siento que con él puedo ser sincera con todo.
Al despedirnos de él, Pedri me avisa que aún no ha acabado el día: hemos quedado con sus amigos para una cena en un restaurante en el centro de Barcelona.
La verdad es que no he podido evitar ponerme nerviosa: conozco a Gavi por el día de la discoteca, y a Ferran y a Eric por verlos en el entrenamiento, aunque nunca he entablado conversación con ninguno. Y los demás nada, solo de comentarios o alguna respuesta a alguna historia.
Pero las dudas me sobrepasan: ¿Y si no les caigo bien? ¿Y si digo o hago algo que les molesta? ¿Y si piensan que no soy suficiente para Pedri?
A fin de cuentas lo conocen desde más tiempo que yo, por lo que sino nos llevamos bien, puedo olvidarme por completo de que Pedri y yo seamos algo.
— Ey — la voz del canario interrumpe mis pensamientos. Su mano acaricia mi muslo atrayendo mi atención y concentrándome en sus ojos color café, aquellos ojos que me tranquilizan con solo verlos. — No te rayes la cabeza. Son como tú y yo, personas normales que quieren tomar algo.
— Si, y que además juegan en el Barça y son futbolistas de élite. Ah, y por si eso fuera poco, tus mejores amigos. Pero claro, son personas corrientes como yo — respondo con ironía.
Pedri ríe negando con la cabeza, centrándose en conducir el coche en dirección a donde hemos quedado.
— Si, lo son, pero no te van a morder ni nada. Solo quieren conocerte, igual que mi hermano. Y ya has visto lo bien que ha ido eso. Ellos te van a querer de la misma forma o más, no te preocupes. Además, lo pesados que han estado insistiéndome en que quieren conocerte no es poco. Así que relájate, en serio, no va a pasar nada. Y si estás incómoda en algún momento, me lo dices y nos vamos.
— Vale — respondo respirando hondo.
— Y no estarás sola, Sira, la novia de Ferran también viene. Está ansiosa por conocerte, de verdad, no ha parado de insistirme en que te invite a nuestras quedadas para poder conocerte en persona.
Eso me anima. Sira parece una chica monísima, y quiero conocerla. No había entablado ninguna conversación con ella ni nada, pero me empezó a seguir en Instagram y desde entonces siempre nos comentamos la una a la otra en las distintas publicaciones.
