Keep me away.

Capítulo 3.

Harry.

Decidimos apartar el estudio de baile para el día siguiente después del medio día. Estaba nervioso, no podía dejar de pensar en nuestra conversación de la madrugada. ¿Se habría arrepentido? Dios mi cabeza era un desastre.

Estuve dos horas buscando que ponerme, hasta le pregunté a Niall, me arrepentí al instante, me miró con una sonrisa pícara y comenzó a levantar y bajar las cejas.

—¿Por qué? ¿Verás a alguien?

Me puse rojo y el comenzó a reírse, deje de insistir con él y seguí buscando que usar, hasta que encontré unas mallas y un short deportivo corto negros. Los usé con una camiseta holgada blanca, esperé ansiosamente la hora.

Pensé en que le diría al llegar. Sería como "Hola, ¿podemos empezar ya? Es que me pone muy nervioso tú cercanía y no se porque" no no "hola Louis que ojos tan azules tienes" NOO
Me di por vencido.

Guarde un cambio de ropa y una botella con agua y salí rumbo al estudio. Mis manos sudaban mientras me acercaba, sentía mis mejillas calientes y quería desaparecer en ese instante.

Al llegar me di cuenta que ya había alguien más allí, pensé que me había adelantado a la hora pero al ver bien, vi que era Louis bailando.
Me quede quieto sin respirar por miedo a que se detuviera.

Bailaba tan perfectamente exacto, tan lleno de sentimientos que se desbordaban de él. No tuve el corazón para detenerlo.

Eran la música y el. Todo azul.

Se veía que lo amaba, amaba bailar y lo envidié por eso, porque yo quería amar bailar como el, pero no lo hacía, nunca lo haría.

Al detenerse la música se quedó unos segundos respirando profundamente cuando levantó la mirada y me vio parado mirándolo.

—¡Harry! Lo siento no te vi, ¿cuanto tiempo llevas ahí?— dijo tímidamente mientras tomaba su botella de agua.

Me observo de arriba abajo con los ojos muy atentos a mis brazos descubiertos, al darse cuenta que se me quedo viendo, tosió y aparto la mirada, fingiendo estar muy encantado con su botella de agua.

Era mi imaginación o estaba avergonzado.

—L-lo lamento no quería interrumpir, no hace mucho que llegue, parecía que lo disfrutabas así que no quise detenerte.— me excusé inútilmente.

—Descuida, no me molesta que tú me veas bailar.— dijo simplemente.

"No me molesta que tú me veas bailar"
"No me molesta que TÚ me veas bailar"

Me quede sin respiración. ¿Yo? ¿Acaso lo imagine? ¿Se sentía cómodo conmigo?

Él se rio al ver mi cara de espanto y se apiadó de mi pobre alma cambiando de tema.

—Ven aquí, tenemos mucho trabajo que hacer.— sonrió mientras lo decía.

Y así pasó una de las mejores horas de mi vida, bailar junto a Louis se sentía diferente a cualquier cosa en el mundo. No me sentía avergonzado con el, cuando me equivocaba en algún movimiento solo sonreía y me corregía.