Keep me away.

Capítulo 11.

Harry.

Decir que darme cuenta de mis sentimientos por Louis me asustaban, era poco.

Sentía que todo se pondría de cabeza si Louis se enteraba. Podría arruinar nuestra amistad.

Al finalizar la canción nos miramos expectantes, observándonos con sonrisas tontas en la cara.

—Eso fue realmente hermoso.— dije en un susurro.

—Espero que sea así, desde que me entere de tu cumpleaños no he parado de practicar, quería que todo saliera perfecto.

—Fue más que Perfecto.

Bajó la mirada avergonzado sin borrar la sonrisa.

—Hay algo más, pero supongo que tardará en llegarte.

—¿Qué es?— pregunté emocionado.

—Decirte arruinaría la sorpresa.

—Ahhhh, ahora no parare de pensar en eso.

—Tendrás que esperar, también intente que los chicos estuvieran aquí, pero Niall dijo que no iba a desvelarse porque tenía clases temprano, Zayn aceptó pero Liam también y cuando ambos se enteraron que estaría el otro se negaron a participar.

—Esos dos van a terminar matándose o besándose.

Louis soltó una risa con diversión.

—Concuerdo. Ahora Hazz, dime ¿qué harás hoy?

Mi sonrisa se borro un poco.

—Laura me dijo que quería llevarme a pasear, pero no tengo muchas ganas.

—¡Tienes que divertirte! ES TU GRAN DÍA.

—Lou, no es un día especial para mi, me da igual si me quedo dormido todo el día o si salgo.

—¿Por qué?

—La verdad es que nunca lo festejo, mis padres siempre se la pasaban lejos y solo tenía a Laura, pero ella también se iba aveces y no lo se, dicen que los cumpleaños son para sentirse amado por todos, pero yo nunca me sentí así.

—Mmm, yo cambiaria esa opinión si estuviera  contigo, te haría sentir el ser humano más amado del mundo.

Mi estómago se revolvió y pude sentir mis mejillas arder. Estaba a punto de decir algo, pero un ruido hizo que ambos nos sobresaltáramos.

—Mierda, creo que viene el de seguridad.— murmuro Louis guardando todo.

No pude evitar comenzar a reírme de él.

—Shhhh, silencio ricitos.

Contuve una carcajada al escuchar como un hombre entraba y comenzaba a interrogar a Louis sobre que estaba haciendo.

Louis tomó la computadora en sus brazos y con la mirada en alto sonrió un poco al hombre.

—Verá, es una historia muuuuuuuuy graciosa, pero muy razonable, es que yo intentaba- ¡¿QUÉ MIERDA ES ESO?!