Capítulo 4.

171 20 8
                                    

Harry.

—¿Estas bien?

Mire a Niall con el ceño fruncido. Me miraba con preocupación. Creo qué tal vez escucho cuando llegue en la madrugada azotando la puerta.

—Si.

Entrecerró los ojos, negando con la cabeza.

—¿Pasó algo con la persona por la que te arreglabas ayer?

Mi corazón se detuvo. Después de lo que vi ayer había estado de un muy mal humor, y los de mi alrededor pagaban en precio. Louis no se dio cuenta que los vi, salí corriendo en cuanto reaccione, al llegar a mi habitación sentí unas ganas de llorar inmensas pero no me lo permití. Decidí cancelar todo esto de ayudar a Louis, no iba a permitir que lo que sea que me pasaba con el avanzara.

—No quiero hablar de eso.— volví a bajar la mirada a mi libro.

—Así que si te arreglabas para alguien ayer.— su sonrisa apareció, burlándose de mi.

—Si, pero para que sepas tiene novia, así que no hay nada entre nosotros, es decir, ¿Por qué lo habría? Lo conozco hace unos días, no significa nada que me haya conseguido una ensalada porque luego se beso con una chica.

Niall se quedó boquiabierto, no esperaba esa respuesta en definitiva.

—¿Seguro que estas bien?

Iba a contestar pero vi cómo Louis se acercaba con una sonrisa hacia nosotros. Me levante de golpe, haciendo que Louis se detuviera y Niall se sobresaltara.

—En realidad, ammmm tengo que ir a ver a Liam, ya sabes cosas de música y eso. Nos vemos en la noche.

Tome mi mochila y me di media vuelva, comencé a caminar rápidamente intentando alejarme de él, al darme vuelta vi cómo Louis me observaba con confusión, se acercó a preguntarle algo a Niall y el solo sonrió como si hubiera descifrado el mayor secreto del mundo. Maldije en voz baja.

Me quede el resto de la tarde en mi dormitorio simplemente escuchando música. Al llegar la hora de ver a Louis realmente dude si ir. Me arme de valor para ir a decirle que no podría seguir ayudándolo.

Al llegar al salón de música estaba vacío. Aún no llegaba, esperé pacientemente hasta que escuche como la puerta se abría, pensé que era Louis pero era otro chico.

—Lo siento, no sabía que habría alguien más aquí.— dijo sorprendido al verme.

—Descuida, yo no me tardaré demasiado.

El asintió con la cabeza distraídamente, hasta que sus ojos vieron el violín en mis manos.

—¿Te gusta tocar le violín?— preguntó mientras se sentaba junto a mi.

—Si, creo que el violín es uno de los instrumentos más dulces del mundo.— dije mirando con cariño el instrumento.

Sonrió.

—Concuerdo, siempre quise aprender a tocarlo pero nunca pude, supongo que algunos nacen para hacerlo.— le devolví la sonrisa.

Keep me away.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora