f a l l i n g f o r y o u |capítulo doce

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I'll take it one day at a time, soon you will be mine, oh, but I want you now. When the smoke is in your eyes, you look so alive. Do you fancy sitting down with me maybe? 'Cause you're all I need.

According to your heart my place is not deliberate. Feeling of your arms. I don't want to be your friend, I want to kiss your neck

—Llévame a casa—dijo el ojiazul, su voz engullida por la música de fondo, susurrando a centímetros de la boca del chico rubio frente a él.

Tyler no era ningún bobo, tenía la viveza del alcohol corriéndole por las venas y el beat de la canción de turno retumbándole en los oídos, los ojos juiciosos de Harry clavados en la nuca y sus manos posadas en unas caderas que servían de camino hacia el trasero más jugoso que había visto en su vida. La voz de Louis le provocaba un tirón en el vientre que no le disgustaba para nada, tenía un poder sobre él que lo aterraba a veces, ese efecto embriagador que lo embrujaba y lo volvía maleable a sus deseos.

Su boca se abrió después de un rato y ya no supo que decir, no iba a negársele cuando sabía que ambos querían lo mismo.

Así que tomó su cadera  con mayor presión, sus pulgares acariciaban la saliente del hueso que ahí protruía, su corazón latía con la misma intensidad con la que los demás chicos a su alrededor movían sus cuerpos a destiempo. Volvió a unir sus labios con sutileza, un roce rápido que Louis quiso volver un beso profundo pero Tyler no lo dejó, separándose y tomando su fina cara entre manos, mirándolo a los ojos y diciéndose a sí mismo que si volvía a besarlo una vez más no se irían nunca. Agarró su mano y entrelazó sus dedos, buscando con la vista a los amigos de Louis—aún no se atrevía a llamarlos suyos, por más bien que le cayesen—para avisarles de su repentina huida, para que no se alarmasen si volteaban y no los veían entre la gente.

Los encontró en el mismo lugar, Harry unos pasos hacia la derecha mientras bailaba con una linda muchacha, prestándole tan poca atención como lo demostraban sus ojos virando entre la insistente chica y el techo de la habitación, entre su escote profundo y la mano de Louis entrelazada con la de Tyler.

—Nosotros nos vamos—avisó el rubio, tomando por el hombro a Niall para que le prestase atención, las luces coloridas haciendo que el fijar la mirada en él se volviese un trabajo arduo después de haber tomado más de un par de tragos.

—Oh, bien—asintió Liam frente al chico.

—Genial—dijo Niall con las cejas alzadas—. Se me cuidan—bromeó guiñándoles un ojo, Tyler negó y Louis dejó que sus mejillas se coloreasen de rosa.

Caroline solo asintió ida, la conversación con el chico con quien estaba era demasiado interesante—o bien Collin era solo demasiado lindo—como para quitarle su atención completa, ella estaba con una mano apoyada en la mesa de pool y su bebida en la otra, charlando sobre cosas triviales y mordiéndose el labio con una frecuencia que auguraba la búsqueda de alguien con quien pasar la noche.

Louis pensó que la chica estaba haciendo una buena pesca.

—Nos vemos entonces—saludó Tyler después, despidiéndose de los chicos.

La sala aún tenía la música alta y había humo por doquier—quizá deberían de ventilar un poco, pensó Harry—, había gente sudando de tanto bailar y un par de manos totalmente desinteresadas posadas en la cintura de una porrista demasiado insistente como para escapársele con facilidad. Harry era ese último, con la cara en una ajustada media sonrisa falsa para fingir cordialidad. Sus manos picaban por irse a agarrar otra cerveza de las que habían traído antes de que se acabasen mientras su boca ansiaba el ir a hablar con los chicos y averiguar por qué Louis se veía tan burbujeante e ido, por qué se iba de la fiesta tan temprano, ¿se sentía mal? ¿Estaba aburrido? O tal vez...oh no.

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