Capítulo 2

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Al despertar me encontraba en la cama de una celda, me levanté de esta y caminé hasta los barrotes y los tomé, el meal era frío como la nieve, pegué mi cara a estos intentando ver más allá de ellos.

Mi vista captó a un oficial joven de menos de 30 años, tal vez de unos 23, era apuesto, de ojos color miel y cabello corto, poseía una marca de nacimiento en el cuello, y los pantalones ajustados y la playera ajustada lo acusaban de tener un muy buen cuerpo.

Seguramente era un chico por el cual muchas chicas se dejarían arrestar con tal de que lo hiciera él, el chico se acercó hasta mi, deduje que era uno de esos niños bonitos que se dejan llevar por la excitación.

-vaya, despertaste linda, dime, ¿Qué hace una chica tan hermosa tras las rejas de una celda?- me dijo apenas llegó hasta mí, usaba un tono seductor y me dije que si quería salir de ese lugar tenía que jugar el mismo juego que él estaba jugando.

-Dímelo tú, ¿Qué hace un chico tan sexy de policía?-

Él soltó una risita boba

-Mi trabajo me apasiona, pero por ti... - metió sus manos por los barrotes para tomarme por la cintura -te juro que lo dejaría... -

Su tono era cada vez más seductor y el momento cada vez más incómodo, pero tenía que sguir con esto, ya no quería ser la misma de antes, ya no, no más niña tierna.

-déjame salir y te llevo a la luna- hablé con susurros y con los labios acariciando su cuello

-¿Cuál es tú nombre?-

-Elizabeth... Elizabeth Street... -

-yo soy Liam, Liam Payne-

-vamos, déjame salir y nos divertiremos un rato- dije repartiento pequeños besos en su cuello, él cerró los ojos por unos segundos disfrutando de la sensación que provocaba en él, buscó las llaves en sus pantalones y las ecuché tintinar mientras las sacaba del bolsillo, pero eso duró poco, tan pronto como las sacó, volvió a meterlas dentro de su pantalón.

-lo siento, quiero esto, quiero hacerte mía pero no puedo, no está en mis manos, lo lamento - sentí como el odio se apoderaba de mí ser, estaba seduciéndolo por nada, no había ganafo nada, había desperdiciado mi tiempo.

-entonces vete a la mierda- dije empujándolo lejos de mí, caminé hasta la cama individual de la celda y me recosté en ella dándole la espalda por completo, escuché su suspiro a mis espaldas y luego sus pasos alejarse.

***

Me encontraba con esposas en las manos, las cuales se encontraban prgadas a mí espalda, caminaba con dos oficiales escoltándome uno a mi derecha y otro a mí izquierda, uno de ellos era Liam.

Caminaba con la mirada arriba, y evitaba voltear a ver a las otras celdas en donde había hombres y mujeres que me gritaban dr todo, desfe piropos hasta malas palabras que yo ignoraba por completo y me concentraba en mí destino.

La caminata fue corta, llegamod a un lugar que parecía ser un pueblo.

-¿Qué mierda?, ¿Por qué estamod aquí?, ¿No iba a prisión? -

-es una prisión -

Me dijo el oficial cuyo nombre desconocía, Liam no había emitido palabra alguna en todo el camino, lo cual agradecía, ya que me vería en una situación muy incómoda si lo hacía, las puertas se abrieron dejando ver un pueblo, me empujaron dentro al mismo tiempo que me quitaban las esposas y Liam depositaba un papel en mis manos, una vez dentro lo abrí:

"nos vemos en la noche"

Le hice una señal al chico preguntando a que se refería peroél solo me guiñó un ojo, aturdida miré a mi alrededor, ya no había nada que hacer, todo estaba perdido, esta era mi nueva "vida" de ahora en adelante hasta cumplir mi sentencia.

Caminé sin rumbo alguno, no sabía que hacer, esto era nuevo para mí, jamás podría acostumbrarme a algo como esto, veía a los delincuentes que iban caminando de un lado a otro, o personas drogadas, y las calles sucias y descuidadas, de pronto mi cuerpo hizo contacto con otro.

-oh, lo siento mucho- dije verdaderamente apenada pues no quería ganar enemigos

-no importa, eres nueva por aquí, ¿No es así?-

Asentí

-bienvenida, debes tener hambre, ¿O no? -

-en realidad sí -

-vamos, se exactamente en dónde encontrar comida-

Comenzamos a caminar, el chico era de tez morena con ojos color café y cabello color negro y corto, tenía apariencia de chico malo pues vestía unos pantalones ajustados color negro, una playera color negro y una chaqueta color negro, di un suspiro mientras observaba a la gente, ahí estaba yo, conviviendo con gente que no tiene una buena reputación, justo lo que quería evitar...

Coldingley PrisonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora