Capítulo 15

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-quiero que me digas todo lo que sabes, todo lo que pueda utilizar para salir de aquí - dije apenas entramos en la habitación

-pues... Las cámaras se manejan a través de la torre central, en el cuartel de policías, la salida se encuentra en el suelo del sótano, las rejas en realidad no están electrificadas, es un mito, los juegos van a llevarse a cabo en "la guarida" y... El día de los juegos todos estarán en "la guarida", no habrá nadie haciendo guardia-

-bien, comencemos - dije llevándome la mano derecha a la espalda, lista para desabrochar el broche de mi sostén, conteniendo un suspiro de frustración cuando su voz grave me detuvo

-espera- dio un suspiro de frustración y se acercó a mí para quitar la mano de mi espalda delicadamente- no qyiero hacer esto, no así... - tomó asiento en la cama- te contaré un secreto... Yo... Contigo me pasa algo muy extraño... Yo, creo que estoy enamorado de ti, yo... Quiero esto... Quiero hacerte el amor, pero no así... No quiero tener que pagarte, no quiero quelo hagas a la fuerza, quiero que venga de ti, quiero que tu lo sientas, que te dejes llevar por el momento y lo disfrutes, no que te veas obligada a hacerlo... -

-entonces... Si no quieres sexo... ¿Qué quieres hacer? - pregunté sin poder evitar que una pequeña sonrisa se dibujara en mis labios, este chico era asombroso

-¿Qué te parece charlar? - dijo sentándose en la cama, imité su acción sentándome al lado de su cuerpo

-¿De qué quieres charlar? -

-de ti-

-no hablo de mí con mis clientes pero haré una excepción - dije con una pequeña sonrisa

***

Por la mañana me levanté, a mi lado yacía descansando el cuerpo inmóvil de Liam, pero por primera vez teníamos la ropa encima, me levanté de la cama quitándome las sábanas de encime y abrí la puerta lentamente intentando hacer el menor ruido posible

Evitando que despertara, salí y cerré la puerta detrás de mí de la misma manera, di media vuelta para encaminarme cuando mi cuerpo chocó con otro cuerpo femenino, tirándonos a ambas al suelo

-lo siento... - dije mientrasme levantaba

-no te preocupes... Me llamo Sofía Beckett - dijo levantándose, para luego extender la mano en mi dirección

-Elizabeth Street - dije tomando su mano

-no te había visto por aquí, ¿Eres nueva? -

-algo así -

-deberíamos salir un día para conocernos, quizá podemos ir juntas a la cafetería, ¿Qué te parece? -

-me agrada la idea, nos vemos en la tarde entonces-

-hasta entonces - dijo para luego retomar su camino al norte, seguí mi camino hasta el camerino para ponerme algo de ropa encima, para luego salir del lugar a la casa de Zayn, entré y los encontré a los tres sentados viendo la televisión

-hola- dije

-hola- contestaron al unísono

-hablaré contigo más tarde- me dijo Zayn

-claro- dije para luego ir al refrigerador y tomar un poco de jugo de manzana, para luego subir a mi habitación, me dediqué a observar el techo gastado, imaginando a mi pobre hermana y a mi madre, despreciándome por haberlas dejado en el mundo cruel, por no estar ahí para ayudarlas

En definitiva era una mala persona, tenía que hallar una forma de salir de este lugar, por ellas, para estar con ellas y salir adelante, mis pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de la puerta siendo golpeada, me levanté y abrí la puerta, me encontré con mi amigo rubio con una pequeña sonrisa en sus labios

-¿Te desperté? - me preguntó con ese aire de inocente, cada vez que lo veía me recordaba que él no merecía esto, que no debía estar aquí, que tenía un propósito por el cual luchar, tenía que ayudarlo

-no, claro que no, entra- obedeció cerrando la puerta detrás de él, caminamos hasta mi cama y nos sentamos uno frente al otro

-¿Estás bien? - cuando hizo esta simple pregunta recuerdos pasaron frente a mis ojos, mi padre, mi madre y yo juntos, yo dando mis primeros pasos, diciendo mis primeras palabras, la primera vez que visité un circo, la primera vez que escuché una canción

Cuando aprendí a leer, desde ese día no dejé de comprarlos, trataba de juntar lo más posible para comprar un libro gastado, el nacimiento de mi hermana menor, mi hermana menor y yo peleando por una muñeca

Mi hermana menor y yo jugando, la muerte de mi padre, la depresión de mi madre, mi hermana muriendo de hambre... Negué con la cabeza y las lágrimas se juntaron en mis párpados, tan pronto como sucedió las lágrimas cayeron por mis mejillas cual cascadas, los brazos protectores de mi amigo rodearon mi cueepo en un abrazo, me dejé abrazar, su cuerpo pegado al mío y su mano acariciando suavemente mi cabellera castaña

Mientras recargaba su barbilla en mi cabeza, me hacía tanta falta eso, hacía años que no recibía un abrazo, hacía años que no lloraba como hoy, me aferré al cuerpo de mi amigo buscando más protección

Sentía que la carga se desprendía de mis hombros, me había empeñado en retener mi llanto para darle fortaleza a mi hermana pero ya no podía, era como si en mi interior ubiera una nube que no hacía más que crecer, y hoy por fin había soltado el agua, mis sollozos retumbaban por toda la habitación

Y mis lágrimas mojaban la camisa de mi amigo, pero el no decía nada, no se había atrevido a preguntar nada, solo me abrazaba con ternura, sentía que sus brazos podían protegerme de todos mis demonios

Y me sentía segura, como no me había sentido en años, las lágrimas me fueron abandonando poco a poco, relajando mis músculos u dejó una sensación de tranquilidad en mí

-cuando era niña... - dije entre sollozos -mi abuela me daba un masaje cada vez que lloraba... Ella encendía la televisión y me daba un poco de helado, así yo me calmaba, respiraba hondo y caía en un profundo sueño... Yo... Me prohibí llorar meses después de la muerte de mi padre...-

-y... ¿Por qué? El llanto es una manera de liberarte, es una manera de calmar a tus demonios... Te sientes mejor contigo misma... -

-cuando mi padre murió mi madre cayó en una profunda depresión, creí que si dejaba de llorar le demostraría a mi hermana que debemos ser fuertes y salir adelante las dos, solas.... -

-no te culpes tanto, no te heches la carga encima a tus propios hombros, no te corresponde... -

-hacia tanto que no recibía un abrazo... - dije cambiando de tema

-pues ahora recuerdas lo que se siente... Ahora recuerdas lo que se siente ser querida... -

Coldingley PrisonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora