Un baúl con secretos.

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Narra enid

Me encontraba acomodando ropa de mer en unas maletas, nos mudariamos juntas y me había ofrecido a ayudarla.

Hace apenas unas semanas ya me había mudado yo, solo faltaba ella para iniciar un pequeño hogar juntas, ayudarla no solo adelantaría su mudanza sino que también me encantaba ayudarla, claro cuando ella me dejaban.

-enid, corazón, iré a dejar esto al departamento no tardó -dijo a mis espaldas-
-oh, claro te espero -dije tranquila-

Ella salió por la puerta y me dejó sola volviendo a lo que estaba haciendo hasta que vi un baúl negro con toques dorados.

Al ver que estaba escondido entre un par de cosas, decidí ignorarlo por pensar que eran cosas privadas de ella, aunque la curiosadida me hacía pensar vagamente en ese baúl.

Aún así, seguí con lo mío, hasta que tras una hora terminé, pero mer no regresaba, recordé que el apartamento en si, estaba lejos de la casa de sus padres por lo que supuse que tardaría.

Volví al cuarto y en una que otra caja con plástico protector coloque un par de libros, siempre respetando el orden en el que estaban.

Me senté en la cama del cuarto y mire mi teléfono para entretenerme, aunque las cosquillas de la curiosidad por ese baúl me picaron de nuevo..

Pero no podía abrirlo, era la privacidad de merlina, además no tendría algo raro o terrorífico dentro de el baúl, ¿no?...

No es como si llevara ahí un juego de cuchillos afilados o venenos de todo tipo, o incluso cosas para invocar alguna deidad... ¿Verdad?

Eso sería muy loco, por que bueno, eso ya lo vi mientras guardaba otras cosas, ¿qué sería lo que guardaría ahí para estar escondido?.

...

Tal vez darle un pequeño vistazo ni haría nada, solo sería ver de reojo que hay dentro de ese baúl y ver que tenía escondido.

Volví al armario y me acerque a aquel baúl, me senté frente a este y lo abrí, para mi sorpresa estaba forrado con seda negra.

En su interior miles de cosas coloridas, pero lo que me paresia más extraño era que todo fueron cosas que le di o relacionadas a nuestras citas.

Todo estaba ordenado, tomé un boleto de cine y junto a este una nota que los sostenían por un porta papeles..

"esta primera cita fue un dolor de cabeza, fuimos al cine por petición de ella y vimos una película de unos adolecentes traumados..

Lo único que me gustó fue el beso indirecto que nos dimos caundo ella confundió mi vaso con el suyo o cuando nos tomamos de la mano por "error".

Espero tener una segunda cita con aquella loba ruidosa."

Reí por lo último, pero recordé con cariño esa primera cita, para ser sincera pensé que lo había arruinado escogiendo una película para "niños".

Más por que media sala lloro cuando el héroe de traje negro le canto a la de traje de mariquita...

Pero al parecer le gustó, aunque es obvio sino no no tendriamos cuatro años de relación y apuntó de mudarnos juntas...

Deje el boleto y la nota juntos y tome otra cosa, siendo este un papel color rosa doblado.

Al abrirlo tenía una nota dentro el papel, y en este un poema o intento de este que le hice para declarme. La nota que tenía dentro era en un papel más chico y de color blanco.

oneshot weinclair Donde viven las historias. Descúbrelo ahora