Malfoy is synonymous with idiot

Halloween

En la mañana de Halloween, un delicioso aroma a calabaza asada se filtraba por los pasillos, prometiendo un día lleno de sorpresas. En la clase de Encantamientos, el profesor Flitwick anunció que ya estaban listos para hacer volar objetos, algo que todos esperaban con ansias desde que vieron cómo hacía levitar la rata de Terence Higgs.

Leah se sintió aliviada cuando le tocó hacer pareja con Blaise Zabini; Terence había tratado de llamar su atención insistentemente, pero Leah prefería evitar su compañía. En cambio, Daphne y Tracey no tuvieron tanta suerte y quedaron emparejadas con Crabbe y Goyle.

—Y no olviden ese bonito movimiento de muñeca que hemos estado practicando —dijo el profesor Flitwick desde su pila de libros—. Agitar y golpear, recuerden, agitar y golpear. Pronunciar las palabras mágicas correctamente es igual de importante, no se olviden nunca del mago Baruffio, que dijo "ese" en lugar de "efe" y terminó con un búfalo en el pecho.

A pesar de sus esfuerzos, Leah y Blaise no lograban hacer que la pluma se elevara del pupitre. Blaise, frustrado, terminó pinchándola con su varita, lo que provocó que la pluma se incendiara, obligando a Leah a apagarla rápidamente con su sombrero.

En la mesa contigua, Daphne no estaba teniendo mejor suerte. Con cada intento, sus movimientos se volvían más exagerados, agitando sus brazos como si estuviera luchando contra un molino de viento.

—Lo estás haciendo pésimo, tarado —Leah escuchó a Tracey corregir a Goyle—. Estas haciendo el movimiento espantosamente.

—Dilo tú, entonces, si eres tan inteligente —gruñó Goyle, irritado.

Tracey, con determinación, agitó su varita y pronunció las palabras mágicas. La pluma se elevó graciosamente por encima de sus cabezas.

—¡Oh, bien hecho! —gritó el profesor Flitwick, aplaudiendo entusiastamente—. ¡Tracey Davis lo ha conseguido!

Al finalizar la clase, los guardaespaldas de Malfoy estaban de muy mal humor, y comenzaron a murmurar sobre Tracey en el pasillo.

—No es raro que nadie aguante a esa "señorita nadie" —gruñó Crabbe, mientras se abrían paso entre la multitud—.

—Es una pesadilla, te lo digo en serio. Su única ventaja es ser bonita

—¿Por qué no cierras tu pico de hipogrifo de una vez, Goyle? —intervino Tracey, con su paciencia agotada—. Que tú no sepas hacer nada no es problema mío. Si sientes envidia por tener un cerebro de caracol, no tienes por qué desquitarte conmigo.

Goyle, incómodo, murmuró algo sobre cómo "nadie la soporta", insinuando que nunca encontraría un esposo si seguía siendo tan mandona. Tracey se puso roja de rabia, y estaba a punto de sacar su varita cuando Leah y Daphne llegaron para apoyarla. Lo que comenzó como una discusión se convirtió en una lluvia de insultos entre los chicos y las chicas.

Varios alumnos se detuvieron a observar, algunos murmurando, otros apostando en voz baja. Fred y George Weasley, con sus miradas fijas en Leah, se unieron al alboroto, haciendo apuestas sobre quién ganaría la disputa.

Justo cuando la situación parecía ir de mal en peor, Draco Malfoy hizo su entrada, su paciencia estaba claramente agotada.

—Crabbe, Goyle, ¿qué hacen perdiendo el tiempo con estas chicas? No vale la pena ni siquiera mirarlas —dijo con desdén—. Vámonos, es Halloween y quiero gastar mi tiempo en cosas más importantes.

Sin dudarlo, Crabbe y Goyle siguieron a Malfoy, recibiendo abucheos de los estudiantes que habían apostado a su favor. Fred y George, por otro lado, aplaudieron a las chicas y lanzaron miradas cómplices a Leah, con quien tenían planes más tarde.