De vuelta

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Las vacaciones pasaron en un suspiro y pronto todos los alumnos se encontraban atravesando las puertas del castillo nuevamente. La nieve seguía cayendo en Escocia, haciendo que cada parte de los jardines estuviera adornada de blanco, el cielo gris daba un tono opaco y deprimente a la escuela. Leah y su hermano habían llegado a Hogwarts junto a todos los alumnos luego de subir al tren con los ánimos bajo tierra, el tiempo libre había terminado. 

En el expreso Leah se vio en un divertido reencuentro con Daphne, Tracey y Adrián, quienes tenían muchas cosas que contar. El camino se hizo corto, repleto de historias y anécdotas de cada uno de ellos. Una hora antes de llegar, el grupo de Malfoy (incluyendo a su hermano) hicieron presencia en su compartimento, sin embargo, tanto Draco como su grupo de amigos, se fueron tan rápido como aparecieron, pues no pasaron ni 10 minutos antes de que Leah y él discutieran fuertemente por la mayor de las tonterías, como solían hacer.

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- ¿Porque tu sucio gato no deja de mirarme? - le preguntó Draco mientras se acomodaba en el asiento, observando al animal con el ceño fruncido.

- Seguramente tu cabello le parece una enorme rata rubia - respondió la chica con desagrado - ¿no es así Nightmare? - dijo Leah a su gato en un tono infantil mientras lo acariciaba en su regazo.

- Deberían colgar a ese animal, le harían un favor a todos. - le dijo Draco a Goyle

- Si te acercas a mi gato te juro que lo lamentarás, Malfoy.

- ¿Quien habló de hacerle daño a tu gato, Nott? Yo me refería a ti - dijo burlón - el mundo seria un lugar mejor sin tu irritable presencia.

Todos los que se encontraban en el compartimento rodaron los ojos, escuchar a Leah y Malfoy pelear era algo completamente normal en la sala común de Slytherin, donde los insultos eran intercambiados mínimo 6 veces al día.

- Si yo soy un animal entonces no me quiero imaginar que clase de monstruo serás tu ¿quizás un duendecillo? - empezó a decir sarcástica - nah, eso es injusto para ellos, tu eres mucho más molesto.

- Púdrete, Nott.

La pelea siguió durante los próximos 5 minutos, incluso Crabbe y Goyle, quienes solían disfrutar de las disputas, se encontraban hasta la coronilla de escuchar los insultos que se intercambiaban. Los dos grupos de observaron, intentando descifrar si opinaban lo mismo sobre el drama que ocurría cada vez que sus amigos pasaban más de 3 segundos en una misma habitación.

- Si tanto disfrutan sus escenitas ¿porque no nos vamos y los dejamos solos? - preguntó Adrian molesto - es obvio que en cualquier momento o uno mata al otro o comienzan una sesión de besuqueos y aunque la idea de ver como Leah destripa a Malfoy es muy tentadora, no estoy dispuesto a presenciar la segunda opción.

- No seas ridículo Pucey, aunque debo concederte la razón en algo - respondió Draco mientras se ponía de pie, haciendo señas a Crabbe, Goyle y Theo - me marcho antes de que Nott piense que mi odio hacia ella es una forma de coqueteo.

- En tus mejores sueños - dijo la chica mientras sacaba el dedo medio hacia la puerta del compartimento, donde Malfoy y sus amigos acababan de pasar - será idiota.

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Los alumnos se desplazaban por los pasillos después de días de clases. Ya había pasado una semana desde que terminaron las vacaciones de navidad y la tensión entre las casas crecía cada día, los torneos de quidditch continuarían pronto y todos deseaban llevar la copa. En la sala común de Slytherin casi todos se sentían relajados por su puesto en el torneo, con una racha de más de 6 años la casa de las serpientes podía decir que la copa permanecería en casa.

Sentados en un gran sofá frente a la chimenea con más de cuatro libros de historia de la magia y pociones cada uno, se encontraban Adrián Pucey y Leah Nott, realizando deberes. Leah debía llenar tres pergaminos para Snape y Adrián cuatro para el señor Binns. Ambos estaban por terminar, completamente agotados trataban de hacerlo lo mas rápido posible.

Adrián suspiraba de vez en cuando y dedicaba miradas furtivas a su mejor amiga, que tenía los ojos clavados en su ensayo de pociones. Por cuarta vez Adrián se paró y comenzó a desplazarse por la sala común mientras se tronaba los dedos nervioso, en unos días tendría un partido de quidditch y aunque el año anterior habían ganado la copa, se encontraba inquieto por la incorporación de Harry Potter, pues en los últimos siete años Slytherin no había perdido ningún partido, hasta que Potter atrapó la snitch (casi ahogándose con ella) dandole la victoria a su casa después de tanto tiempo.

Leah intentaba ignorar a Adrián por el momento. Sentía su fuerte preocupación en la espalda pero sabía que si se distraía aunque sea un poco de su ensayo, le costaría demasiado retomar las ideas, así que mientras se acomodaba el cabello y se mordía la lengua de forma inconsciente, continuó escribiendo.

Adrián volvió a sentarse y continuó trabajando. Codo a codo, ambos terminaron casi simultáneamente. Leah había finalizado cuarenta minutos atrás pero estaba empeñada en que debía haber alguna equivocación en su trabajo, así que estuvo más de media hora buscando imperfecciones. En cambio, apenas Adrián puso el punto final en su ensayo, saltó del sofá y comenzó a celebrar, sin siquiera darle importancia a revisar el trabajo nuevamente, para Adrian era suficiente con no haberse quedado dormido haciéndolo. Juntos comenzaron ordenar sus materiales mientras intercambiaban algunas palabras.

- ¿Que te parece si guardamos nuestros ensayos y juego vamos a la biblioteca a devolver los libros? - le preguntó Adrian - Asi no nos tenemos que preocupar por hacerlo luego.

- Te iba a decir exactamente lo mismo - respondió Leah - nos vemos aqui en cinco minutos.

Los amigos subieron cada uno a su respectiva habitacion, guardaron sus trabajos y se pusieron ropa un poco mas abrigadora, pues fuera de la sala comun el frio era mas intenso.

Pocos minutos después, ambos se encontraron en el mismo lugar y recogieron los libros, abandonando la sala común.

Leah y Adrian se encontraron donde habían indicado y caminaron juntos hacia la biblioteca, acompañados por nada mas que sus libros. Adrian llevaba un gorro de lana verde oscuro, ocultando su cabello color miel, que era tan popular entre las chicas. Mientras charlaban Leah podia escuchar las conversaciones que surgían sobre ellos a sus espaldas, en Hogwarts habían demasiadas personas celosas, tanto de ella por pasar tiempo con algunos chicos, como de Adrian por poder hablar con Leah.

El camino se hizo corto, prácticamente trotaron hasta la biblioteca con la intención de entrar en calor lo mas rápido posible, el frío en Hogwarts era cada vez mas intenso. El duo de amigos estaba apunto de llegar a la biblioteca cuando se comenzaron a escuchar quejidos y burlas cada vez mas altas.

- ¿Ahora que broma están haciendo los Weasley? - preguntó Adrian - Ya decía que había pasado demasiado tiempo desde la ultima.

Pero una voz demasiado familiar hizo que las dudas acerca de los que estaba pasando se disiparan rápidamente.

- La casa de los valientes - decia malfoy entre risas - esta claro que el sombrero seleccionador estaba bajo un encantamiento cuando decidió ponerte ahí. Longbottom.

Leah y Adrian llegaron a la puerta de la biblioteca y se encontraron con una escena muy desagradable y algo cómica a la vez. Neville Longbottom se encontraba en el piso con las piernas unidas mientras Draco, Crabbe y Goyle estaban parados justo frente a el estallando a carcajadas.  Draco terminó de reírse y se fue junto a sus amigos, dejando a Neville poniéndose de pie y saltando hacia la sala comun de Gryffindor.

- A veces no se si sentir lástima por Longbottom - le dijo Leah a Adrian mientras entraban en la biblioteca - es demasiado inocente como para defenderse de Draco.

- Longbottom podrá ser alguien muy estupido y facil de aprovechar - respondió Adrián - Pero Malfoy es la persona mas imbecil que podria pisar Hogwarts.

- El segundo mas imbecil, el premio del primer lugar se lo lleva Pansy Parkinson.

Malfoy is synonymous with idiotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora