Capítulo 5

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Alejo

—¿Y entonces cuál? —preguntó Belén, levanté mi mirada del celular para ver qué señalaba, eran dos sudaderas la única diferencia era que una es color menta y otra negra.

—La negra —respondí regresando mi mirada al celular, ¿Por qué no me respondía?

—Ya sé que venir por ropa es aburrido, pero al menos pon atención —dijo viendo playeras.

—Ya lo guardo, perdón —no había ido a clases por acompañar a Belén por ropa, vamos a ir a un evento con su familia y ella necesitaba verse bien.

Seguimos en algunas tiendas hasta que por fin nos fuimos. Aún teníamos clases así que nos regresamos a la facultad, una vez ahí la dejé en su salón y luego fui a buscar a los demás; las cosas con Belén habían estado raras desde esa mañana que desperté solo, pero no quería darle vueltas al asunto porque comenzaría a sobrepensar y no estaba de humor. Le volví a mandar un mensaje a Julio pero seguía sin contestarme, así que mandé mensaje al grupo de todos, Raquel me dijo que ella ya se había ido, pero que los demás estaban en el Edén con personas que a ella no le caían bien, pero son amigos de Julio y convivimos.

Cuando llegué solo estaban los chicos y se escuchaban las mentadas de madres mientras jugaban Uno.

—Na ni madres, por pendejo —dijo Tania poniendo un más dos.

—Yo tenía uno, hola Alejo, aquí está —replicó Hana poniendo en más cuatro

—Hijas de la verga, me cagan —terminó de decir Julio antes de comer más de diez cartas —. Hola mi amor —me termine sentando entre Hana y Julio.

—¿Por qué no me respondías? —le reclamó.

—Se me acabó la pila, no nos hemos ido de aquí así que no he podido cargarlo.

—¿Llevan mucho tiempo jugando?

—Como tres horas, ya nadie entró a clases —dijo Sara. —¿Quieres jugar?

—Paso, gracias.

—¿Qué tal las compras?

—Bien, Belén encontró ropa, yo iré de emo.

—El chiste es que tus suegros no teman de que su hija salga contigo —dijo riendo Hana.

—Que se acostumbren, me van a soportar por muchos años.

—¿Tanto así crees que van a durar?

—No creo, lo sé, ya les dije, Belén es lo mejor que me ha pasado en mi vida; además el tarot dijo que sería mi destino.

—Lo segundo mejor y nunca te especificaron que ella —replica Julio —. ¡Agh! Traguen pito, ya no quiero tragar.

—Entonces tragate está y Hana dijo que conocería a alguien con quién prácticamente me iba a ver casado.

—Quisieras naco.

—Ya besense y no creo que debas ver eso con la primera persona que se te cruzó —dijo Sara poniendo más cartas al montón —¡Uno!

—Carajo, ¿Tania tienes para que Sara coma?

—Yo sí, Julio no sé.

—Sí ya, dense.

Hicieron la jugada haciendo que Sara terminará comiendo diez cartas, pasando y luego otras 10.

—Bueno y ¿qué van a hacer a su casa?

—Coger, a huevo, ¡Uno! —dijo Julio poniendo cartas.

—No, es una reunión de su familia, eso con el tiempo, vamos lento.

Un Error Perfecto (La Curiosidad Mato Al Hetero)[TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora