Julio
—¿Ya nos podemos ir?
—Shhh, cierra los ojos e inhala.
—Llevamos media hora así, ¿nos dejas ir?
—No hasta que hagan lo que digo.
—Bien.
Creo que Hana sabía que pasaba entre nosotros; nos había despertado a las seis de la mañana y nos llevó con ella al gimnasio; dos horas después estábamos sentados en el centro de la sala meditando. Pero como no podíamos estar uno al lado del otro, los diez minutos de meditación pasaron a ser media hora.
No sé qué pasa entre nosotros, me siento demasiado frustrado; al día siguiente me desperté solo y me dolió; fue como si solo le gustará cuando está borracho y eso provocó una gran ruptura en nuestra relación. Podemos convivir si un tercero está implicado pero en cuanto nos quedamos solos simplemente no tiene sentido, él se va.
Me había replanteado toda mi existencia, porque admito que me atraía mucho antes de todo lo que había pasado; pero era algo imposible, de esos crushes que solo existen en tu cabeza y sabes que no pueden llegar a nada por el simple hecho de que sabes que la relación no se daría por muchas cosas.
En este caso esas muchas cosas eran básicamente la heterosexualidad de él y mis conocimientos de que las cosas que nos hacen diferentes son un gran problema en nuestra relación de amistad. Pero me beso, siempre ha sido él quien me ha besado; siempre ha sido él quien me ha buscado; siempre ha sido él quien mete tanta cosa en mi cabeza con sus acciones y sé que solamente puede ser él quien ponga mi mente en paz porque claramente inhalar y exhalar no está funcionando.
—Bien, los dejo en paz; vámonos a la clase —dijo Hana levantándose de golpe antes de que su celular sonará.
Me levantó y voy al cuarto por mi mochila con Alejo siguiéndome de cerca; cuando estoy adentro, él se queda en la puerta.
—¿Qué? —pregunto cuando lo veo indeciso.
—¿Puedo acompañarlos?
—Son poemas.
—¿Y?
—No te gusta la poesía.
—Bueno, depende de quien la recite.
Lo miró atentamente, buscando un indicio de algo; hasta que Hana aparece a su lado y le informa que no tendrán que ir a trabajar en toda la semana, por lo que Alejo termina acompañándonos a nuestra clase. Son nuestras últimas clases antes de salir oficialmente de vacaciones. Hana anotaba datos de los poemas, Raquel nunca llegó y Alejo me seguía confundiendo porque llevaba diez minutos dormido sobre el brazo de Hana.
Yo estaba a lado de Max, él jugaba con mi brazo; había empezado a dibujar cosas. Nuestra relación mejoraba mucho y muy rápido; lo que me provocaba mucha ansiedad. Una parte de mi quería estar con él, era algo fácil y bonito; la vida debía ser así, bonita y fácil pero mi cerebro se encerraba demasiado en esa noche con Alejo y no me dejaba hacer nada más. Me odiaba un poco por hacerle eso a Max, lo que me provocaba odiar a Alejo.
Que por un lado Max y yo no eramos nada, solo íbamos a lugares juntos, nos besabamos y ya; no había una formalización. y me gusta tener a alguien que me escuche, que me entienda; con quién puedo hacer el chiste más pendejo y aún así se va a reír.
Sé que con los chicos puedo hacer eso, pero Hana me verá como si fuéramos su momento más humilde; Alejo me dirá que ya cierre el hocico, y luego todos dirán algo de que ya nos besemos.
Sí supieran que casi pasa algo más entre los dos.
—A ver allá —dijo el profesor dándome la palabra.
ESTÁS LEYENDO
Un Error Perfecto (La Curiosidad Mato Al Hetero)[TERMINADA]
Fanfic-¡Bomba, para bailar esto es una bomba! -Julio cantaba abrazado a un lata de four loko, está vez no había alcanzado para algo más de alcohol. -Mi amor cierra el hocico -dijo un Alejo harto de todos nosotros. -Ven y cállame. -¿Pueden dejar sus joteri...