Un Error Perfecto (La Curiosidad Mato Al Hetero)[TERMINADA]

Capítulo 13

Alejo

—¿Como que no conoces la canción del orangután? —pregunté ofendido.

—No, ¿qué es eso? —dijo ella riendo.

—Pues, la canción del orangután —remarque —. El orangután.

—Y la orangutana —siguió Hana.

—De pronto el orangután, le dijo a la orangutana —seguí la letra mientras hacía lo más parecido a movimientos de la salsa. —Hana, pon la canción, pero la de CD9

—Acepto —dijo mientras seguía cantando la canción, pronto la sala se llenó de música y todos se empezaron a reír cuando Julio sacó a bailar a Hana; habían ido a una clase y ya se sentían expertos.

—Qué absurdas son las canciones de salsa, un orangután y su orangutana yendo al bar de la mona Juana; increíble canción.

—Él tiene un poema a la salsa, cualquier cosa puede pasar.

—Claro que sí —dijo Hana dando vueltas.

—¿En serio?

—Sí, lo escribí después de una peda, quedo bien hasta eso.

—¿Pero a la comida o al género?

—Al género —remató Tania riendo.

—Sí , son raros —dijo riendo.

—Te dije —siguió Hana riendo, la música cambió y ella volvió a la mesa con Dalena mientras le seguía haciendo la lectura de tarot.

—Pero para su información, la canción del orangután no es Salsa, es estilo tropical —remarcó Julio sentándose a mi lado para robarse parte de mi pizza a lo que lo mire ofendido mientras él solamente reía.

Habían pasado algunos días desde que me emborraché y me volví Alejandro Fernandez; vaya ironismo con el nombre, pero han pasado muchas cosas. Max y Julio oficialmente son pareja, ambos olvidamos lo que pasó esa noche -al menos trato de hacerlo- haciendo nuestra relación rara, hablamos, podíamos convivir solos y los coqueteos de siempre habían vuelto; Julio se mudo de cuarto y yo volví con Belén.

Esa misma mañana había despertado con ella en mi cama, Julio llegó muy tarde de casa de Max con marcas en el cuello. Pero me inquietaba que había encontrado a Belén con Hana en la sala, con tazas de té y la baraja extendida sobre la mesa de centro. No supe interpretar la situación, ella parecía tranquila y Hana rápidamente se excuso con que iba a ir con las chicas al cine para huir, pero tampoco tardó tanto en irse. Al final me quedé a solas con Julio en el departamento, el problema es que no habíamos hablado en todos esos días, a la mañana siguiente él era quien ya no estaba y esa misma noche llegó feliz porque Max le había pedido ser su novio y él había aceptado.

Como si nada hubiera pasado; que al final yo le pedí eso pero aún así me dolió, me gusta pero no me siento capaz de darle lo que él le da. Así que respire hondo para sacar mis cosas para ir a entrenar. Me dirigí a mi habitación; Julio ya hacía en la de él metido en su música mientras que yo tomaba mis cosas para irme; las clases se pudieron haber terminado pero mis entrenamientos no.

—¿Vas a entrenar? —me preguntó sacándome de mis pensamientos; estaba parado en la puerta.

—Sí —conteste guardando mis cosas en mi mochila y agarrando mi shinai.

—¿Puedo acompañarte? Prometo guardar silencio mientras entrenas o esperarte afuera —¿Después de todo quería acompañarme?

—¿Por qué quieres ir?

—No lo sé, Hana no llegará hasta la noche, Max tiene una cena familiar y no hay nada que llame mi interés en esta vida.

—Libra debías ser —dije divertido.