Capítulo 16

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Julio

Había logrado sobrevivir los últimos días; entre el trabajo y salidas con viejos amigos había logrado no estar en la casa por algún tiempo. La cafetería me había contratado un par de noches desde entonces y aparentemente todo estaba bien; todo hasta que volvía al departamento.

No había vuelto a hablar con Alejo; Hana se notaba distante, pero aparentemente era con ambos, no solo conmigo, lo cual era algo raro pero no quería pensar en eso. Tenía esa sensación de que algo estaba pasando y que en algún punto todo explotaría en mi cara.

Había sido un largo día en el trabajo y tan solo quería llegar a dormir; pero el universo me tenía una mejor idea, cuando iba pasando por el primer piso la puerta se abrió dejando ver a nuestra vecina de edad avanzada.

—Joven, lo estaba esperando —dijo desde la puerta —. Solo para ver si le puede comentar a sus compañeros de piso que ya no son horas para traer fiesta en el edificio.

—Claro sí, yo les digo —más tarde en decir aquello que en que la señora se volviera a ocultar en su casa.

Termine de subir los pisos dándome cuenta que el departamento de Dalena estaba vacío; cuando me había ido en la mañana aún estaban las cortinas, pero ahora ni eso; había pasado algunos días con nosotros, incluso pensé que Hana había encontrado un apoyo de su parte al menos cuando las demás chicas estaban lejos. Pero de repente ninguna la volvió a mencionar y ahora el departamento estaba vacío; sin pena ni gloria había pasado por nuestras existencias. Cuando por fin llegué al departamento, podía escuchar algo de música, no ubicaba la canción, pero era lo único que se escuchaba desde afuera.

Al abrir la puerta me encontré con la imagen más extraña vista desde que vivía con ellos; estaban Hana, Alejo quien tenía a Chela, un gato que había entrado una tarde al departamento, en su regazo y Tania que tenía un vaso de cristal en la mano; los tres miraban atentamente un pequeño Pooh de peluche que Hana cargaba a todos lados, el muñeco lucía una camisa estilo hawaiana pero eso no explicaba porque solo tenían una canción de morat de fondo sin emitir ningún sonido. Incluso podría atreverme a decir que no habían sentido mi llegada.

—¿Por qué están los tres ahí sentados?

—Shhh.

—Que groseros.

—Shhh.

—No es como si el peluche hablará.

—De hecho si hablo y estamos esperando que lo vuelva a hacer.

—¿De cual se fumaron?

—De ninguna, Sergio nos regaló un delice.

—¿Qué?

—Quedó un poco en la cocina.

No entendía nada de lo que decían, pero después de dejar mi mochila en el pasillo, entre en la cocina encontrando un delice abierto en la barra; a simple vista podríamos decir que era un delice normal, un simple pedazo de pastel de chocolate, pero una vez que lo mirabas de manera atenta, podías nota que el pastelito se veía un poco verde y no necesariamente porque tuviera hongos o algo. El olor lo terminó de confirmar.

Para cuando volví a la sala con vasos de agua para todos, los tres estaban acostados en el centro de la sala enredados entre sí, Tania tenía la cabeza sobre el abdomen de Alejo, la de Alejo estaba sobre el abdomen de Hana y la de Hana sobre el abdomen de Tania; en medio de los tres se podía ver al gato y al Pooh.

—Es verdad, esa es una gran idea de tesis.

—Pero yo quería pizza.

—Los ojos son un constructo social, ¿verdad?

Un Error Perfecto (La Curiosidad Mato Al Hetero)[TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora