6. Truth be told, I never was yours

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Narra omnisciente

¿Alguna vez has sentido esa sensación de decepción cuando ves que una persona no es como imaginabas? Eso mismo sentía Kellin mientras intentaba tapar sus oídos con la almohada. Él creyó que por fin tendría un amigo, que por fin podría tener la oportunidad de importarle a alguien, pero no. Muchas veces el pelinegro intento encontrar su lugar, pero las pocas personas que no lo ignoraban por completo lo insultaban sólo por diversión. Él no sabía reaccionar ante el moreno; Vic no era el tipo de persona que Kellin buscaba y necesitaba, y lo sabía perfectamente, pero aun así, no dejaba de pensar en él, porque nunca antes había estado tan cerca de una persona que no fuera parte de su familia. No era muy inteligente, muy pocas veces sabía cuándo le mentían, pero además, era muy fácil de manipular y se arrepentiría de eso en el futuro.

A la mañana siguiente, él y Kailey se despertaron de mal humor; no habían podido dormir casi nada en toda la noche por culpa de Vic y su compañía. Se supone que habían ido a la playa a descansar, no a desvelarse escuchando gemidos de otras personas.
—Te juro mataré a los hijos de puta que no nos dejaron dormir —gruñó su hermana desenredando su largo cabello.
El mayor no contestó porque, a diferencia de su hermana, él sabía quiénes habían sido los culpables, y no se atrevería a golpear a alguien —y mucho menos a Vic—.
—Ya, será mejor que olvidemos eso y vayamos con mamá y papá —dijo el mayor tratando de evadir el tema.
No sabía bien porque, pero no sólo estaba enojado por no haber podido dormido. Tal vez los celos eran el motivo de esto, pero no lo quería admitir.

Cuando ambos chicos salieron se toparon con Vic y la misma chica de ayer, la cual se llamaba Taylor, besándose mientras esperaban el elevador. La mirada de Kailey se desvió de aquellos dos chicos, que se besaban como si no hubiera un mañana, a su hermano, quien tenía vista en el piso.
—Iré a ver si nuestros padres están despiertos —murmuró, sólo para no tener que tomar el elevador con ellos. No esperó respuesta de su hermana y partió a la habitación de sus padres. Pero apenas y había dado dos pasos cuando una voz lo detuvo en seco.
—¡Kellin! —gritó Vic, tratando de llamar su atención. El moreno corrió hasta él y pelinegro siguió caminando.
—Espera —Aunque le había dicho aquello, siguió caminando, como si él no existiera. Harto de esto, el mayor lo tomó del brazo, quizá un poco más fuerte de lo que debió, obligándolo a girarse hacia él.
—¿Qué? —preguntó seco. Vic no entendía el por qué la actitud de Kellin, si antes todo estaba tan bien. Todo era tan incómodo; la chica que antes estaba con el moreno se había ido para intentar hacer las cosas menos extrañas, lo mismo había hecho Kailey, y sólo estaban ellos en el pasillo. El mayor pensaba que todo se debía a lo que su hermano había dicho el día anterior, pero vaya que no.
—¿Te pasa algo?
—No, nada.
Kellin después de eso volvió a darse la vuelta y siguió caminando, como si nada, y el mayor no lo siguió, porque según él sabía cuándo las personas querían estar solas, pero esta vez se equivocó, porque el pelinegro deseaba —sin siquiera saberlo— que lo siguiera. Sin duda Kellin era muy diferente al resto de las personas que había conocido.

Durante toda la mañana el menor se la pasó con su familia, olvidando todo el asunto por completo, al contrario de Vic, quien no dejaba de pensar en qué había hecho mal; en verdad quería llevar a aquel chico a su cama costará lo que costará. Nunca antes le había atraído tanto una persona.
—¿Y por qué no sólo le haces como con las demás chicas? Dile algunas cosas bonitas y ¡pum!, lo tendrás en tu habitación por toda una noche —le dijo su hermano. El mayor ahora se arrepentía de haberle contado todo, aunque así era siempre; cada cosa que le pasaba a Vic, Mike tenía que saberlo, y viceversa.
—No creo que esta vez sea tan fácil —Y tenía razón—.Kellin es diferente.
—Como digas... Sólo no te metas mucho con ese chico.
—Mike, parece que no me conoces, ¿Cuándo me he enamorado?
—Sí, ya sé, nunca. Pero con eso de que "es diferente"...
—No me refería a eso idiota. Me refería a que no creo que sea tan zorra. Incluso creo que nunca ha estado con nadie.

Tal vez ahora Vic decía eso, lo que no sabía era que debió de haber escuchado más el consejo de su hermano.
Decidió no pensar más en el pelinegro, porque eso no cambiaría la situación y no haría que Kellin quisiera acostarse con él. El anochecer llegó y con él el menor; había pasado todo el día con su familia entrando y saliendo de tiendas de ropa —la cual le parecía horrible— para su hermana que lo único que quería era poder dormir al fin, pero para eso primero tendría que acompañar a Kailey un rato a la alberca en lo que sus padres cenaban. Intentó negarse pero según ellos "su hermana no podía cuidarse sola y lo necesitaba", si supieran que era al revés.
—¿Por qué no entras conmigo? —preguntó Kailey, aventándole un poco de agua que mojó sus delgadas piernas.
—No tengo ganas.
—Vamos Kell, anda, hazlo por mí —pidió, haciendo un puchero, y a pesar se veía ridículo en ella por su edad, eso fue suficiente para él. Quería mucho a su hermana y siempre haría todo para verla feliz, aunque ella a él no.
Se quitó su playera y entró al agua. Ésta estaba un poco fría, pero eso no le importó. Apenas habían transcurrido cinco minutos cuando una voz lo llamó.
—Hola —sonrió Vic. Kellin hubiese preferido que no lo hiciera, porque eso era lo que más le gustaba del moreno; su sonrisa. Y entonces cayó en la cuenta que se había molestado en pensar que era lo que más le atraía de Vic. Le contestó con un "hola" frío, como si no le importara que estuviera a su lado.

Pensaba salir de la piscina y dejar sola a su hermana aunque sus padres lo regañaran después, pero el moreno fue más rápido y atrapó su mano en la suya, haciendo que un escalofrío pasara por su columna vertebral.
—Sabes, si hay algo que te molesta, sólo dime.
—Me molesta tu presencia, ¿ya? ¿Contento?
—Hace dos días no parecía molestarte —contestó irónico.
—Lo que digas —Rodó los ojos y se soltó de su agarre.
—¿Puedes decirme de una vez que te pasa?
—Sólo... quiero que me digas porque te acercaste a mí.
—Yo...
—¿Pensaste que sería como esa chica que llevaste anoche? —lo interrumpió—. Déjame decirte que no Vic, sé cómo es la gente como tú y créeme que lo último que necesito es a alguien así.
El pelinegro pensó que después de eso él se alejaría, pero en lugar de eso lo acercó más a él y dejó un pequeño beso en su mejilla, haciendo que esta se sonrojara.
—Nunca pensé eso, y yo no soy así, ¿Por qué mejor no te das la molestia de averiguar cómo soy?

Y a pesar de que no estaba muy seguro de hacerle caso al moreno, lo hizo; se atrevió a conocerlo, y esa fue su perdición. Tal vez Vic no pensaba hacer que el menor fuera otra de sus tantas aventuras, tal vez en verdad quería ser algo serio, pero también puede que lo único que quería era utilizarlo. Lo más probable es que fuera la segunda.

🌙

Los siguientes capítulos transcurrirán a varios días después a éste. 

Heartbreak Hotel (Kellic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora