Heartbreak Hotel (Kellic)

13. I think I'm crazy

Narra Vic

Había estado todo el día fuera con mi familia y lo único que quería era volver al hotel para poder ver a Kellin, pero, ¿Qué es lo que me encuentro cuando regreso? A un tipo mordiéndole la oreja a mi novio.
Pude sentir como la sangre me hervía al ver a Kellin reír sin alejar a ese chico. Me sentía enfermo de sólo pensar que él estaba en los brazos de otra persona que no fuera yo. No dude en acercarme a ellos, y cuando me notaron, pude ver la expresión de sorpresa en la cara de Kellin.
—¡Vic!
Me abrazó, pero yo no lo hice de vuelta; estaba tan ocupado matando con la mirada al tipo frente a nosotros.
—Uh, Matty, él es...
—Soy Vic, su novio —interrumpí, tratando de decir lo más fuerte posible "mi novio". Quería dejarle muy en claro a ese idiota que Kellin no estaba disponible.
—Oh... Yo soy Matty, su amigo —Me extendió su mano, y claro que no la tomé, no era estúpido para hacerlo.
—Vámonos Kellin —ordené, tomando a mi pareja del brazo y llevándolo al elevador; no quería seguir teniendo que soportar 'Matty'. Ni conocía a ese chico, pero ya lo odiaba.
Escuché a Kellin decir algo como que le hacía daño, pero estaba tan concentrado planeando las muertes más tortuosas para el pelirrojo que regresé a la realidad cuando se quejó por mi agarre. Inmediatamente lo solté al ver que lo había hecho llorar, si seré idiota.
—Lo siento —murmuré, limpiando sus lágrimas. Él le restó importancia, siguiéndome hasta mi habitación.

No estaba de humor, por lo que lo ignoré y comencé a quitar mi ropa hasta quedar en bóxer. Podía sentir su mirada en mí, pero no me importó. Preferí acostarme en la cama, tratando de calmarme, pero mierda, no sabía cómo hacerlo; era la primera vez que sentía esto. ¿Eran celos? Yo que sé. Lo que si sabía con exactitud era que quería a Kellin sólo para mí.
—Vic, si me equivoqué o hice algo mal, lo siento —se disculpó, acostándose a mi lado. Me giré hacia él, antes de comenzar a hablar.
—No hiciste nada malo Kellin, sólo no me gusta ver gente a tu lado, y menos si es alguien como ese chico —admití, abrazándolo.
—No deberías estar molesto por Matty, yo sólo te quiero a ti —dijo, recargando su cabeza en mi pecho.
No pude evitar sonreír y... ¿sonrojarme? No, no pude haber hecho eso.
—Sólo prométeme que si ese idiota intenta algo más te alejarás de él.
—Vic... —Iba a decirme algo, pero se detuvo.
—¿Qué pasa?
—Na-Nada, te quiero —murmuró. Sabía que estaba ocultando algo, pero antes de poder decir algo, me besó, tal vez tratando de distraerme, pero bueno, si ese era su objetivo, lo había logrado.

Poco a poco me fui subiendo encima de él y mis besos bajaron hasta su cuello, donde comencé a morder y a chupar dejando marcas en cada centímetro; espero que así quede claro que es mío. Besé su pecho desnudo, provocando que soltara un pequeño suspiro. Esperé que me pidiera que me detuviese, pero eso no pasó, por lo que seguí mordiendo su pálida piel hasta llegar a su estómago.
—Vi-Vic —advirtió y yo entendí, separándome un poco de él.
—¿Te quedarás? —pregunté antes de dejar un beso en su frente.
Él asintió, volteándose para que pudiera abrazarlo por la cintura. Recargué mi cabeza sobre la suya, sintiéndome increíblemente cómodo.

Desperté por el molesto sonido del celular de Kellin. Él se quejó antes de ver a quien mierdas se le ocurría llamar a las ocho de la mañana. 

—¿Uh? ¿Matty? Sí, soy yo, ¿qué? No...Creo que sí, le preguntaré a Vic —murmuró medio dormido.
Al escuchar el nombre de Matty no pude evitar soltar un gruñido de disgusto, ¿quién se creía él para llamar a mi novio? Juro que cuando lo vea...
—¿Estás escuchándome? —preguntó Kellin, devolviéndome a la realidad—. Te estoy diciendo que si quieres ir a pasear con Matty y conmigo.
Yo inmediatamente negué, ¿pasar tiempo con ese idiota? No, eso no estaba en mis planes.
—Lo siento, pero Vic y yo pasaremos el día junto. Adiós, tu igual.
Sonreí al escuchar sus palabras; lo estaba rechazando por estar conmigo.
—Así que, ¿pasaremos el día juntos? —susurré, acercado su cuerpo al mío.
—S-Si tú no quieres n-no hay problema —murmuró sonrojándose.
—Claro que quiero cariño.