□ Corazones entrelazados □

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Aunque podría ser que hablar no sea tan fácil como pareciera, por que es mejor pensar dos veces antes de decir algo y eso fue una cosa que Ainosuke nunca había hecho, en su familia todos eran directos con lo que decían y por eso en las palabras nunca se desmostraban cariño o apoyo, que lastima que esas costumbres se pasan a los más pequeños...
Por ello Ainosuke no sabía cómo expresarse cuando niño por qué tenía miedo, miedo de mostrarse diferente a su familia por qué no quería decepcionarlos. Así que casa vez que se sentía mal se iba a llorar en partes alejadas de la mansión hasta el día en el que fue encontrado por el pelinegro y comenzó a darse cuenta de que podía expresarse sin miedo con alguien que era especial para el.
Pero ahora que en la actualidad Ainosuke tenía miedo, miedo de afrontar las consecuencias, se sentía atemorizado de las reacciones de su familia e incluso de si mismo, estuvo varios días viviendo con Joe y Cherry mientras que procesaba todo lo que estaba pasando, ambos le habían dicho que no importaba el tiempo que se quedará, pero el peliazul oscuro, sentia que ya era momento de regresar a la mansión, el era conciente de que no podía escapar para siempre de la realidad.
-Regresare a la mansión Shindo, no quiero que las autoridades se enteren de que me fui o esto será un completo caos. -Menciono angustiado Ainosuke mientras que tomaba sus cosas.
-Estas seguro de estar listo para regresar?, Tu familia no irá a reaccionar mal por ti repentina ausencia? -Pregunto Cherry quien se encontraba ordenando la casa.
-No se preocupen estoy listo y les agradezco mucho a ambos por recibirme en su casa, los veré después. -Ainosuke se despidió con una amigable sonrisa y se dirigió a la puerta.
-Si algo sucede o necesitas ayuda, no dudes en decirnos, se que apenas llevamos poco tiempo de recuperar nuestra amistad, pero estaremos aquí para ti -Menciono Joe con una sonrisa amigable
-Lo tendré en cuenta, Joe, Cherry, adiós -Adam toma su maleta y sale cerrando la puerta de su casa.
El peliazul oscuro continuo caminando por varios minutos más, era temprano así que las calles no estaban llenas de gente. El trayecto hasta la mansión fue largo pero finalmente llegó, estaba ahí parado frente a la puerta mientras el miedo comenzaba a consumirlo, pero a pesar de eso, tomo la fuerza necesaria y tocó a la gran puerta de la mansión Shindo.
-Bienvenido a- el portero se quedó desconcertado al ver quién estaba enfrente de el.
-Señor Shindo, finalmente regreso, pase porfavor.
-Señor Shindo se encuentra bien? Nos preocupamos por usted. -Continuo preguntando una mucama
Todos los encargados le hacían preguntas pero este solo miro alrededor del recibidor buscando señales de sus tías, sin embargo no había ninguna señal, por lo que supuso que habrían ido a sus viajes habituales, sintió un ligero alivio aunque sabía que ese viaje no duraría para siempre. Pero en ese momento se concentro en tomar su maleta e ir a su habitación, al entrar todo seguía igual excepto por qué ahora se sentía de alguna forma abrumadora. Ya no tenía a aquella persona que lo despertaba por las mañanas y se aseguraba de que todo en su día fuera bien, esa persona ahora estaba en un hospital con un estado de salud desconocido. No quería seguir sintiéndose así por lo que solo dejo su maleta y salió de la habitación para dirigirse al jardín de la misma.
Al llegar miro cada rincón del jardín, estaba lleno de rosas como siempre, eso era lo que más resaltaba, a excepción de la piscina la cual nunca tenía agua debido a que su padre la consideraba una perdida de tiempo, por ello Ainosuke y tadashi cuando eran pequeños se la adueñaron como su lugar para practicar skate. El peliazul oscuro bajo a la piscina y se encontró en el suelo un dibujo de dos corazones entrelazados.
Aquel dibujo había sido hecho por Ainosuke y Tadashi hace muchos años, todo había comenzado una mañana en la que se podría ver a todos los en encargados corriendo por toda la habitación preparando las cosas para las maletas, pues ese día era el mismo en el que el padre de Ainosuke y su hijo, se irían a Estados Unidos por un tiempo, esto era para que el pequeño Shindo pudiera aprender desde temprana edad como sería el puesto que tomaría en el gobierno.
Ainosuke no se quería ir, le tenía miedo a su padre a causa de que múltiples maltratos y para un niño pequeño eso puede ser un gran trauma. Pero a pesar de eso, sabía que no podía librarse de su destino por lo que solo se limito a esperar las órdenes de su padre y cuando todo estaba listo, era momento de partir en la limosina hacia el  aeropuerto.
-Ainosuke!, Alista tus cosas por qué ya nos vamos a ir, así que mejor vete despidiendo de todos.
-Si padre -contesto el pequeño con una voz frágil.
-Adios Ainosuke, recuerda que nosotras te queremos y estaremos esperandote -La mayor de las hermanas del padre de Ainosuke, fue la siguiente en hablar mientras expresaba sarcasmo en sus palabras.
-Y recuerda que el futuro y honor de la familia Shindo está en tus manos -continuo la de enmedio con un tono de voz demandante.
-Cuidate mucho Ainosuke y recuerda ser siempre el mejor en todo -finalizo la mejor de las hermanas con una sonrisa para nada sincera.
-Adios tías, yo también las quiero y les juro que seré el mejor como ustedes dicen. -El peliazul oscuro intento mantener las apariencias de sentirse feliz, cuando por dentro el temor lo consumía...
-Ahora que ya te despediste, nos vamos!
-Padre espera, aún me hace falta alguien más!
-Uhg, bien, pero ve rápido porque tenemos todo el día, Escuchaste?
-Si padre, te prometo que iré rápido
Ainosuke salió rápidamente de la sala de la mansión y fue hacia el jardín donde se encontraba Tadashi. En ese momento ambos se vieron y corrieron a abrazarse debido de que no lo habían podido hacer antes por la presencia del padre de Ainosuke ya que el consideraba que Tadashi era de una clase inferior a ellos y por eso no podían nisiquiera verse, pero al final lograron tener un momento juntos antes de la despedida.
-Te voy a extrañar muchísimo! -El peliazul oscuro estaba llorando a mares, no sabía cómo seria lo que le espera y tenía miedo de no tener a su compañero a su lado.
-Yo también lo extrañaré Ainosuke-sama, pero, le prometo que aquí estaré siempre para usted. -En los ojos verdes del pelinegro se podían ver lágrimas comenzando a formarse aunque intentara ocultarlas con una sonrisa.
-Lo se tadashi y por eso eres mi mejor amigo, además también hicimos una promesa, pero que pasara si alguno la olvida?
-Podriamos hacer un dibujo y cada ves que veamos ese dibujo recordaremos lo que prometimos. -respondio el pelinegro con una expresión cálida.
-Tienes razón, es una buena idea!-Ainosuke seco sus lágrimas y trato de calmarse.
Ambos niños se dirigieron a la bodega del jardín, ahí encontraron varios botes de pintura pero escogieron el color negro por qué para ellos ese era el más fácil.
Después fueron en busca de un lugar en dónde pintar, buscaron por varios minutos hasta que el padre de Ainosuke comenzó a buscarlo y este se dió cuenta de que no tenía tanto tiempo, al final ambos acordaron pintarlo en el primer lugar donde patinaron, la piscina se la mansión. Cada uno tomo un pincel y comenzaron a hacer el dibujo, tuvieron varios intentos fallidos hasta que hubo uno que por fin les gustó a ambos. Era un símbolo de dos corazones entrelazados y tal ves no era algo grande pero tenía un significado muy importante, cuando terminaron Ainosuke se dió cuenta de que su padre se estaba comenzando a desesperar así que procedio a despedirse de Tadashi.
-Ya tengo que irme y no se en cuanto tiempo regrese, pero cuando lo haga te contare todo! -Ainosuke sonrió alegre hacia tadashi.
-Aqui lo estaré esperando Ainosuke-sama y le prometo que jamás me olvidaré de usted. -Tadashi correspondió la sonrisa devolviéndole el gesto.
Para finalizar se dieron un abrazo y Ainosuke regreso a la sala de la mansión, listo para ir hacia el aeropuerto y hacia su nuevo destino. Sin saber en lo que esté se convertiría...
Ahora estaba ahí en el presente mirando el símbolo que creo junto a quien consideraba su mejor amigo y compañero de vida aunque no sabía en qué sentido. Recordó cuánto le dolió el tener que separarse de él y ahora lo estaba volviendo a vivir, la primera vez termino mal por qué ambos se distanciaron, pero, ahora tenía la posibilidad de cambiar ese final.
En ese momento finalmente se dió cuenta de que no queria volver a perder a aquella persona tan importante para el y si tiene la oportunidad de visitarlo y hablar con el, lo va a hacer.
-No permitiré que te vuelva a pasar lo mismo por mi culpa, estoy consiente de que tentó que arreglar las cosas y eso es lo que haré...
-Por ti, Tadashi, por qué con estos corazones entrelazados nos prometimos que nada nos alejaría el uno del otro y no dejaré que eso suceda.
Ainosuke salió del jardín y fue hacia la mansión, para después pasar hacia su habitación y comenzar a escoger su ropa de mañana, sabía que sería un escándalo si faltaba al trabajo pero eso no le importaba ahora, el estaba centrado en su visita al hospital el día de mañana. Tenía nervios, dudas y miedo, pero no iba a retroceder, no de nuevo.
Después de escoger su ropa, se preparó para dormir, apoyo su cabeza en la almohada y finalmente se durmió aunque el sueño no le duro mucho ya que durante la noche se estuvo despertando varias veces por qué en su cabeza se reproducía la pregunta "que le dire cuando lo vea?" Estaba intentando encontrarle una respuesta pero después de un rato se canso y decidió volver a dormir,  mañana lo pensaría mejor.
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[Nota del autor]
Hola :D, perdón por tanta inactividad con la historia, no tenía inspiración pero aquí está ya el capitulo 7, espero que les guste <3

˜&quot;*°• Ahora deja que yo te cuide a ti •°*&quot;˜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora