□ Recuerdos □

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El sol comenzaba a salir indicando que ya era la hora de despertar, los ligeros rayos del sol filtraban por la ventana del cuarto de Tadashi, quien despertó al instante, vio sus brazos y tenía más sondas que antes suponiendo que los médicos se las habían colocado ayer, el suero había sido reemplazado y todo parecía en mejor estado pero el se seguia sintiendo débil.
Después de despertar, el pelinegro escucho que tocaban la puerta de la habitación.
-Señor Kikuchi, puedo pasar? Tengo su desayuno listo -Hablo la enfermera del otro lado de la puerta.
-Si puedes pasar ya estoy despierto -respondio Tadashi usando un tono tranquilo de voz.
La enfermera le dejo su desayuno y procedió a explicarle los estudios que tendrían que realizarle en los siguientes días, además de informarle que ese día tendría visitas.
<<Pero, quien vendra ahora a visitarme? Pueden ser Joe y Cherry o los chicos de su grupo, incluso kiriko, pero no creo que pueda verlo pasar por esa puerta a el...>>
-Señor Kikuchi, se encuentra bien? -al verlo perdido en sus pensamientos la chica comenzó a preocuparse.
-Uhm, si estoy bien, perdone mi distracción
-No se preocupe, si me disculpa tengo que ir con los demás pacientes, lo veré después
La chica salió de la habitación de hospital hacia el pasillo.
Tadashi tomo los cubiertos y comenzo a desayunar, comía lento debido a que no tenía mucha fuerza en ese momento, comenzó a pensar en los estudios de los que le informo la doctora, era conciente de que su tratamiento sería largo pero trataría de mantenerse en pie hasta el último día en aquel hospital, por qué sabía que después tendría que regresar a su trabajo en la mansión Shindo, para pedir disculpas a las tias de Ainosuke esperando que estas no lo despidan, además de tener que volver a ver la cara del hombre que hace latir su corazón al mismo tiempo que lo vuelve trizas, era un sentimiento tan fuerte que prefirió parar de desayunar antes de vomitar pero a aún así lo termino haciendo, se quedó asqueado al verse en el espejo y prefirió dejar su plato a un lado para así esperar hasta la hora de la comida, tal vez se sentiría mejor...
Rato después los doctores fueron por tadashi a su habitación para realizarle los estudios, lo llevaron en una silla de ruedas hasta donde estaban los aparatos que usarían. Primero le tomaron la presión, nivel de respiración, su pulso, la vista, los reflejos y por último hacia falta sacarle sangre. Tadashi al escuchar esto de quedó estático, sentia que no podía moverse, no le tenía miedo a la sangre si no que cierto acontecimiento que hizo que odiara verla...
[En la infancia]
Tadashi se encontraba ayudando a su padre con el jardín como siempre mientras que Ainosuke estaba en la escuela, al llegar la tarde ambos se veían, sin emabargo esa vez fue diferente por qué el peliazul oscuro regreso antes de lo esperado a la mansión con una expresión de tristeza y angustia en su pequeño rostro. Tadashi veía todo lo que pasaba desde el jardín, vio cómo las tias de Ainosuke se acercaban a él y la mayor le extendía la mano, el peliazul oscuro le entrego sus calificaciones a su tía quien se les quedó mirando para después mandarlo a su cuarto, Ainosuke subió rápidamente las escaleras y Tadashi decidió ir con el, su padre intento detenerlo por qué sabía que se metería en problemas pero aún así logro llegar a dónde estaba su amigo.
-Ainosuke-sama, se siente bien? -se acercó con cuidado y usando un tono de voz baja.
-Tadashi, lo arruine todo, no pude sacar buenas calificaciones como mis tías querían... -El pequeño peliazul oscuro comenzo a llorar desconsolado
-No diga eso, usted no arruina nada y las calificaciones no lo definen, en verdad lo está haciendo muy bien Ainosuke-sama -El pelinegro le sonríe cálidamente mientras que lo abraza.
-Gracias Tadashi, es muy lindo que me digas eso -el peliazul oscuro se seca las lágrimas que quedaban en sus ojos mientras que mira al pelinegro con una sonrisa cálida en el rostro.
-Todo saldrá bien Ainosuke-sama, recuerde que aquí estaré para usted siempre -Tadashi toma las manos de Ainosuke entre las suyas.
-Lo mismo digo Tadashi -Ainsouke sonríe hacia el de forma efusiva pero pronto su expresión cambia a una de angustia. -solo espero que mis tías no se enojen conmigo...
El pelinegro al verlo así se acercó para abrazarlo de nuevo pero el sonido de la puerta abriéndose los sorprendió a ambos, era una de las sirvientas que venía por Ainosuke para llevarlo al comedor donde ya lo esperaba su familia, Tadashi no tenía permitido sentarse donde ellos así que decidio ir a esperarlo en el jardín para patinar juntos y que así el peliazul oscuro de pudiera sentir mejor.
Pasaron las horas y Tadashi estaba sentado en las escaleras volteando alrededor esperando una señal de Ainosuke, su preocupación y angustia aumentaba con cada minuto que pasaba, hasta que finalmente se armó de valor y sin importarle que su padre lo pudiera regañar entro a la mansión buscando por todos los lugares del primer piso pero no había nadie o eso era lo que el creía, por qué una puerta se abrió con el viento dejando salir una luz lo que indicaba que alguien estaba ahí, Tadashi se acercó con cautela para mirar por el espacio de la puerta sin saber que presenciará lo insensible y atroz que podia ser la familia de Ainosuke. El pequeño estaba ahí sentado en una silla y sus tías alrededor de el, la mayor portaba en sus manos una regla de madera la cual usaba para causarle moretones en los brazos a su sobrino, las otras dos se dedicaban manipularlo, Tadashi no podía escuchar lo que decían pero sabía que no era nada bueno por sus expresiones serías, el pelinegro pensó en alejarse pero antes de que pudiera hacer cualquier movimiento vio cómo la mayor le seguía pegando a Ainosuke con la regla en sus pequeños brazos hasta el punto de sacarle sangre de sus heridas, el pelinegro se quedó perplejo y decidió salir de ahí, no sabía que hacer o como ayudar a la persona más importante en su vida, ese fue el primer momento en el que experimento ansiedad...
[Actualidad]
Por más que lo odiara los doctores lograron sacarle la sangre con la aguja a Tadashi, al terminar esa última prueba lo llevaron de nuevo en su silla de ruedas hasta su habitación, en dónde ya le tenían lista su bandeja con comida, con ayuda de los enfermos subió a su cama para acomodarse y comenzar a comer. Se sentía tan mal consigo mismo el hecho de estar en un lugar que nunca paso por su mente, pero estaba por llegar la hora de visitas y al menos eso podría subirle el animo. Pasaron los minutos y nadie llegaba, hasta que una enfermera llegó con una grata sonrisa
-Señor Tadashi, llegó su primera visita del día -Menciono amablemente la chica.
-Esta bien, puedes decirle que pase -Respondio el pelinegro con una expresión tranquila
-De acuerdo, señor Shindo ya puede pasar! -la enfermera hizo una seña a la distancia del pasillo.
Tadashi no podía creer lo que escuchaba su corazón comenzó a latir a una velocidad que no había presenciado en bastante tiempo y su expresión tranquila cambio a una desconcertada cuando enfrente de su puerta estaba aquella persona que espero volver a ver, ahi estaba Ainosuke, su primer y unico amor, con una sonrisa cálida en su rostro, además de traer unas flores en su mano.
-Escucha, soy conciente de que no esperabas que te visitará después de tanto tiempo, pero no podía a evitarlo por siempre, merecías que yo sea sincero contigo y mereces que te cuide como tú siempre los haz hecho por mi.
-Ainosuke Sama, tiene razón no lo esperaba y creia que lo vería hasta que regrese a la mansión, pero, en verdad es reconfortante que haya venido a visitarme y aprecio el detalle de las flores son muy bonitas. -Tadashi sonrió cálidamente, no sabía si era involuntario o no pero en ese momento no le importaba solo quería expresar lo feliz que se sentía.
-Te aseguro, que este no será el primer día en que venga a visitarte, en verdad quiero resolver las cosas contigo -Ainosuke comenzaba a sentir la culpa sobre el pero trataba de no reflejarlo.
-Pero, usted tiene muchas cosas por hacer y sus tías se enojaran si sabe que vino aquí, no tiene por qué resolver las cosas conmigo, son cosas del pasado -Tadashi estaba angustiado, el si quería hablar con la persona a quien ama pero al mismo tiempo sabía lo que conlleva.
-Lo se, pero eso no es razón para que deje de venir, haré mi mayor esfuerzo por visitarte, no me importa que mis tías se enojen conmigo, por qué tal vez no lo parezca pero, en verdad me importas Tadashi -Ainosuke tomo suavemente la mano del pelinegro ya que sabía que estaría debil.
El corazón de ambos comenzo a latir tras está acción pero ninguno escuchaba el del contrario, sin embargo veían reflejada la sonrisa del otro y eso causaba que ambos supieran que ese era un punto de partida hacia su reconciliación y quién sabe, podría transformarse algo romántico.

˜&quot;*°• Ahora deja que yo te cuide a ti •°*&quot;˜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora