Había decidió acompañar a Mick, necesitaba descubrir por mis propios ojos su vida profesional.
Me hizo saber que en el aeropuerto me estaría esperando un jet privado que me llevaría hasta donde él se encontraba, afortunadamente eran trece horas pero sin escalas.
Mi papá y Luciano me llevaron poco antes del atardecer al aeropuerto, me despedí de ellos y un oficial del aeropuerto me llevó hasta donde me esperaba la nave.—Señorita Schröder–el elegante piloto me dio la mano–soy el capitán que llevará su viaje en tiempo y forma. Mick Schumacher nos dejó la tarea estricta de llevarla sana y salva hasta Abu Dhabi.-sonrió con complicidad.
—Mucho gusto, Capitán, agradezco mucho todas las atenciones.
—Bienvenida a bordo, la tripulación y yo nos ponemos a sus órdenes.Me sentía en extremo intimidada por el trato, no estaba acostumbrada a tanto.
Cuando el jet comenzó a alinearse para emprender el vuelo, el cielo lluvioso de Chicago se abrió dando paso a un atardecer espectacular lleno de colores vibrantes.
No sabía cuánto tiempo había pasado, estaba perdida en tiempo y espacio.
Me despedí de la tripulación y les agradecí una última vez lo lindo que me habían tratado.
Una azafata me acompañó a la salida de los embarques y miré un chico sosteniendo un cártel con mi nombre. No muy convencida me acerqué a él.
—Emma, ¿Verdad?–asentí–mucho gusto, soy Jack. Amigo e ingeniero de Mick.-me ofreció su mano.
—¿Sí?–acepté su mano–quiero decir... Sí–me reí un poco–lo siento, es que no entiendo nada.
—Descuida–también se rió–debes estar perdida y es entendible, vamos y en el camino trataré de explicarte un poco más.
El chico me ayudó con mi maleta y me llevó hasta una camioneta totalmente negra.
—¿Debería asustarme porque esto parece un secuestro?
—Sí y no–me abrió la puerta–sí porque no deberías hablar con extraños y no porque no te voy a secuestrar, solo hago un favor.-volvió a reír.
—Eso espero.
—Mick no está en el hotel, me pidió que te ayudara con lo necesario...–entrecerré los ojos–no es un secuestro, te lo juro por Dios.
—No dije nada.-levanté las manos.
—Va a volver más tarde pero te voy a llevar a su habitación.
—Una pregunta–asintió para que continuara–Si eres su ingeniero, ¿Por qué no estás con él?
—Porque está entrenando en el circuito–veía sus ganas de reírse–sí me dijo que me ibas a cuestionar todo, ¿Quieres llamarlo de mi celular?
—Hmmm no, te voy a creer.El resto del camino me dediqué a observar por la ventanilla.
Tal y como dijo el chico Jack, me ayudó a ir a la habitación de Mick y me entregó la llave para despedirse.
La habitación era enorme y muy bonita con unas vistas impresionantes del mar. El sol estaba cayendo pero no tenía una pizca de sueño al parecer.
Me senté a esperar un buen rato hasta que escuché la puerta abrirse.—Hola–me abrazó–siento tanto no haber podido ir por ti al aeropuerto, el trabajo no para.
Su cara seguía sonrojada por el ejercicio.
—Hola, descuida, no pasa nada.-le acepté el abrazo.
—¿Cómo estas? ¿Qué tal el vuelo?
—Bien–sonreí–me sigo sintiendo un tanto abrumada pero... todo bien.
—¿Abrumada porque?
—Bueno, no sé, demasiadas atenciones.-encogí los hombros.
—Te mereces eso y más.
Me miró fijamente y leí sus intenciones.
—No me mires así.
—¿Cómo?
—Así–le señalé la cara–sabes como.
—Es que te quiero comer la cara a besos.-me sonrió inocente.
—Mick, estoy aquí para conocer este lado de tu vida solamente. De hecho, esperaba mi propia habitación.
—¿Quieres tu propia habitación?–encogí los hombros–si es lo que quieres, lo soluciono en un momento.-su cara se tornó en seriedad absoluta.
—¿Si me quedo prometes que no va a pasar nada?
—¿Nada de que?
—Tú sabes a lo que me refiero.
—¿Nada que involucre que te lleve a la cama y te haga el amor?–sentí como aquella pregunta golpeaba en absolutamente todo mi cuerpo–no sabría decirte.
—No puedo quedarme en la misma habitación que tú sabiendo...
—¿Sabiendo que? No voy a hacerte nada que no quieras.
—¿Por qué... No vas a ducharte?
—¿Te quedas?–asentí–¿Te puedo besar?
—Mick...
—¿Por favor?
—No me hagas esto.-sentía como poco a poco perdía la fuerza de voluntad.
—Emma, ha pasado tanto desde la última vez que te besé, lo necesito.Me miró fijamente y terminé cediendo porque yo también lo deseaba tanto.
Pareció entender mi silencio, se acercó lentamente a mi provocando que mi corazón acelerara sus latidos al por mayor.
La sensación de su perfume invadiendo mi espacio personal era simplemente la mejor experiencia que podía tener en mi vida, era abrazador y me provocaba paz.
Con su mano recorrió mi brazo, desde mis dedos hasta mi hombro posándose en mi cara. Cerré los ojos al sentir el calor de la palma de su mano en mi mejilla, sentía que temblaba bajo su toque y presencia.—Mick...-abrí los ojos.
Lo tenía tan cerca de mi que me parecía irreal todo lo que me provocaba.
—Te eché tanto de menos.-sus ojos brillaban.
—Y yo a ti.-sentía ganas de llorar.Amar a Mick era tan perfectamente abrumador, como el sol de un verano perfecto.
Sentir amor por él provocaba que me faltara el aire, sentía que podía agonizar en sus brazos y no tendría queja alguna.Amar a alguien con esa intensidad era aterrador, sincero y completamente increíble.
Y no porque no tuviera mejores palabras para describirlo pero, no había mejor manera de hacerlo.
—¿Puedo?
—Sí.Atrajo mi boca a la suya por fin.
Era un beso lento con sabor a te extrañé y a no te vayas de nuevo.
Me sostuve en sus brazos y se aseguró de sostenerme con firmeza.
—No te vuelvas a ir–puso su frente con la mía–te suplico por favor que no me vuelvas a dejar sólo.-un par de lágrimas cayeron de sus ojos.
—Oye, no–las limpié preocupada–no llores, por favor.
—Emma–sostuvo mis manos y las llevó a su cara–necesito saber que no te irás, esta vez ya no.
—Trataré de quedarme, lo sabes.Me abrazó como un niño pequeño que abraza a su mamá después de perderse en el supermercado.
Después de todo, ahí estábamos. En medio de una habitación, abrazados completandonos una vez más.
Y me hubiera gustado que todo hubiera sido así de lindo en miel sobre hojuelas pero no.
Mi llegada a Abu Dhabi no era más que el inicio de un fin de semana memorable.
Naaaahh me van a odiar después de lo que diré pero: entramos a la recta final de la novela.🫣🫣
Por eso así de cortito hoy.Lex.🩵