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Esa noche Nayeon no pudo dormir, había dejado en visto el último mensaje de Jeongyeon después de aquella petición.

Porque a decir verdad, Nayeon no quería salir de casa, es decir, había sido lindo hablar con Jeongyeon, pero por más que quisiera hablar con ella fuera del club, la mayor no estaba lista para dar ese paso de continuar su vida, estaba rota, no podía simplemente seguir como si nada, y por mucho que deseara hacerlo esa pizca de miseria seguía ahí, tan arraigada a ella que se sentía como si no pudiera volver a ser feliz, como si ella hubiera perdido ese derecho luego de haber visto partir al hombre que amaba.

Nayeon no durmió, ella se aferró a la almohada con la nueva camiseta que le había colocado, una con un leve aroma a su ahora difunto esposo, cómo extrañaba tanto sus brazos reconfortantes en los que se sentía lejos del peligro, en donde podía sentirse feliz y a salvo.

Nayeon no durmió pensando en diversas cosas a partir del mensaje ignorado de Jeongyeon, ella no quiso dejarla así, pero estaba asustada, asustada de decirle que se sentía insegura de salir de casa, asustada de conocer personas nuevas y volver a amar, porque a ella le daba miedo perder de nuevo a quienes quería, ella tenía miedo de continuar su vida y volver a pesar por la misma situación.

Porque Nayeon era débil y no podía afrontar situaciones como esas, ella era tan débil que sentía que no podía sola, tan débil que aún necesitaba de alguien que la cuidara, pero que por desgracia había partido antes que ella.

Nayeon era frágil, tanto que deseaba haber sido ella quien muriera, porque Nayeon creía que no resistiría mucho tiempo sola, ella no podía vivir sin ese escudo que solía cuidarla.

Y extrañamente Jeongyeon parecía ser alguien capaz de cuidarla así como cuidaba de todas las chicas del club, pero a pesar de querer ser su amiga ella no quería depender de nuevo de una persona que al final podía abandonarla.

Porque ese era el trabajo de Jeongyeon, ayudarlas a superar la situación y dejarlas ir a reconstruir sus vidas.

Y Nayeon no quería crear una falsa amistad con ella.

Había sonreído de nuevo gracias a Jeongyeon, pero al final de todo, ese era el trabajo de la menor, y Nayeon no quería confiarse de más.

Aunque algo en su interior le decía que esa era la verdadera Jeongyeon, una chica bondadosa que actuaba sin filtros y que hacía las cosas de corazón.

Una chica igual de rota que ella, que quería ayudarla a unir sus pedazos nuevamente.

Así que a la mañana siguiente Nayeon respondió su mensaje.

"No quiero salir" Sonaba algo cortante, pero no era más que la verdad, Nayeon no quería salir de casa, "Pero puedes venir a casa" Nayeon pensó si era realmente correcto ofrecer algo como eso, porque su casa ahora era su íntimo refugio al que ni su mejor amiga había podido volver a entrar.

Entonces, antes de que la mayor pudiera arrepentirse oprimió el botón que enviaría aquel mensaje.

Y segundos después recibió su respuesta que aseguraba que la menor estaría ahí esa misma tarde, mientras que Nayeon se preguntaba qué demonios hacía Jeongyeon despierta desde tan temprano como para haber atendido su mensaje casi al instante.

Sin embargo, no le dió tantas vueltas al asunto y terminó por enviar su ubicación a la contraria.

Pero se maldijo apenas lo hizo.

¿Por qué diablos había hecho eso? ¡Su casa era un total desastre! Ella debía limpiar antes de que su visita llegara, no podía ver su casa de esa manera, no sería una buena primera impresión sobre su hogar.

—Idiota, idiota, idiota— Nayeon se golpeó la cabeza sin mucha fuerza y maldijo mientras se levantaba para recoger un poco del desorden de su sala.

Afortunadamente no le llevó mucho tiempo hacerlo, pues el verdadero desorden estaba en su habitación debido a que casi no había salido de ahí.

Entonces Nayeon tomó una ducha y comió un poco antes de caminar con dirección a su habitación.

Pero se detuvo a mitad del pasillo pensando en quedarse un rato más afuera de su recámara.

Se sentía bien estar ahí, había más espacio y veía un poco más de luz que cuando permanecía encerrada llorando.

Se estaba sintiendo un poco mejor este día que incluso se había duchado y alimentado de nuevo, pero había algo de culpa detrás de ese pequeño sentimiento de plenitud.

Sentía que no podía ser feliz después de que su esposo hubiera muerto.

Sin embargo, recordaba con claridad las palabras de este, quien en todo momento le pidió que fuera feliz aún si él partía del mundo, y que por si fuera poco, le hizo prometerlo cuando supo que su enfermedad había empeorado.

Extrañamente Nayeon no lloró esa mañana, estuvo tranquila pensando en su difunto esposo y en las palabras que este le dedicó antes de irse.

Sentía una extraña presión en el pecho, ella no estaba llorando, pero sentía que el llanto estaba atorado en su garganta, como si simplemente hubiera perdido hasta las fuerzas para llorar, como si hubiera llorado todo lo que podía y se hubiera quedado sin lágrimas.

Y así concluyó su mañana, dando paso a la tarde en la que Jeongyeon había prometido estar con ella.

Entonces mientras Nayeon seguía perdida en sus pensamientos escuchó el timbre de su casa anunciar la llegada de alguien y un mensaje a su celular le confirmó que era la chica a quien esperaba.

Jeongyeon estaba parada frente a su puerta.

Entonces la mayor se levantó del sofá e invitó a Jeongyeon a pasar a su casa.

Y la tarde constó de diversas pláticas casuales como si se trataran de cualquier dúo de amigas, y extrañamente Jeongyeon no mencionó nada acerca de lo que había sucedido con su esposo, tampoco hizo preguntas sobre el caso de Nayeon, simplemente parecía que Jeongyeon actuaba como si nada hubiera pasado.

Pero extrañamente Jeongyeon sentía en el fondo de su corazón que podía confiar en Nayeon y llorar sin ser juzgada ni dar pena, porque Nayeon lo había hecho primero y rompió esa barrera que normalmente impediría una confianza más profunda.

Pero decidió ignorarlo por ahora.

Jeongyeon no estaba lista para derribar esos muros de fortaleza que tanto le había costado construir.






***
Sinceramente, está yendo muy lenta la trama?
Porque claramente será bastante tranquila, pero siento que los capítulos están terminando en nada.
Solo es idea mía o realmente es así?

EL CLUB DE SUPERACIÓN || 2YEONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora