Ya llevaban varios minutos en el auto en movimiento después de haber perdido a la camioneta entre calles. Barcode no sabía distinguir dónde se encontraban, pero estaba seguro de que no era en Bangkok.
- Te llevaré con un conocido, él te esconderá.- Soltó el piloto con voz grave sin mirar al contrario.
- ¿No...no puedo ir con mi familia?.- Susurró el menor, lo único que lo mantenía prudente era sus padres, su hermana y sus amigos.
- Claro que sí, si es que quieres que terminen muertos.-
Fue tan cruda su respuesta que dejó sin aire a Tinnasit. Era tan critica su situación que haría cualquier cosa con tal de no poner a su familia y amigos en peligro, y si debía romper conexión con ellos, al menos por un tiempo, no dudaría en hacerlo.
El pelinegro comenzó a pensar en lo que estaba dejando atrás. Su vida no era la gran maravilla, pero no se quejaba de ella. Era tan incierto su futuro en esos instantes que ni siquiera quería reflexionar sobre ello.
– ¿Cuánto ti...tiempo falta para llegar con tu conocido?- Barcode dijo con voz derrotada, pero con una pizca de curiosidad.
– Un par de horas. —
Ninguno de los dos volvió a hablar.
2 horas después.
Tinnasit veía el paisaje por la ventana en la cual estaba apoyado, ya tenían un rato que habían salido de la urbanización, ahora el panorama era más natural. De un momento a otro y sin el consentimiento de éste, su estómago comenzó a gruñir, tomando en cuenta que ya llevaba mucho tiempo sin ingerir comida alguna. Se sonrojó un poco y llevó sus manos hacia su abdomen, tratando inútilmente de detener el ruido. No queriendo irritar al piloto.
No podía negar que aun no confiaba en lo absoluto del contrario, pero ciertamente algo le decía que, si éste le hubiese querido hacer algo, lo hubiera hecho desde hace mucho tiempo.
"Si quisiera hacerme daño me hubiera dejado en el hotel. Pero no lo hizo, y hasta curó mi herida." Fue el último pensamiento de Barcode, antes de posar su mirada en el brazo que se encontraba vendado, ya no sentía nada aparte de una leve incomodidad.
Pasaron unos minutos hasta que el auto se adentró en una gasolinera con tienda 24 hrs, llamando la atención del más joven.
- Toma, compra algo. Ya me harte del ruido de tus tripas, no tardes.- Dijo el mayor entregándole un billete de gran cantidad al contrario quien lo miró sorprendido.
-¿Cómo?-
- No lo volveré a repetir.-
Barcode con temor aceptó el dinero desabrochándose el cinturón de seguridad para salir del auto. Entró al establecimiento siendo saludado por la amable cajera que lo saludó, por su mente pasó decirle su situación, pero el miedo y la incertidumbre se lo impidieron, no quería hacer algo estúpido que le terminase afectándole negativamente.
Suspirando se dirigió a la zona de refrigerios, agarrando un par de sándwiches, los suficiente para dos personas. Dejando los productos comestibles en la caja, pagó y cargó la bolsa volviendo al auto con el hombre de expresión impasible dentro.
- Toma el cambio.- Habló cohibido sacando de su bolsillo del pantalón el dinero que sobró.
- Quédatelo.- El mayor sólo lo miró a los ojos una vez y volvió la vista al frente reanudando la marcha.
Barcode, sin realmente saber qué hacer, se decidió por empezar a comer al ver el visto bueno del piloto quien no comentaba nada. Mientras iba comiendo, recordó que también había comida para la persona que estaba a su lado.
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Adicto a ti | JeffBarcode
FanficUn temido mercenario y un simple estudiante. El destino a veces juega muy sucio. Esta es una obra originial de @JLBCLS.