Capítulo 40

1.5K 184 41
                                    

Le dolía la cabeza terriblemente. Odiaba beber alcohol por lo mismo.

Mantenía cerrados los ojos, sintiendo la calidez de la luz mañanera entrar por la ventana de donde sea que estuviera.

Quería continuar descansando, pero no podía recordar lo que ocurrió. Comenzó a prestar atención a sus demás sentidos, no quería abrir los ojos, sin embargo, podía sentir como abrazaba algo, quería creer que era cualquier cosa menos lo que pensaba. Abrió los ojos cuando sintió a ese "algo" moverse levemente.

- ¿Qué mierda?- Recordaba haber estado con una mujer y luego largarse del motel de quinta. Lo último que venía a su mente era cuando llegó al loft.

¿Qué demonios había hecho? ¿Por qué mantenía abrazado al pelinegro?

- ¿Qué hice ayer?- Preguntó con su voz ronca, apartándose del contrario, quien seguía durmiendo.

-Huh...-Fue el único sonido que soltó Tinnasit para después voltearse, aun dormido, en busca del calor del cuerpo ajeno.

-Despierta, maldición. - Se sentó en la cama, comenzando a mover un tanto brusco al menor.

No le gustaba tener lagunas mentales.

-Dime ¿Qué hice ayer? - Demandó hablando más alto y un tanto serio. El dolor de cabeza seguía presente, pero lo ignoraba.

Barcode ante los constantes empujes despertó y comenzó a rememorar los recientes acontecimientos casi al instante. Con el corazón algo acelerado se sentó, igualmente, en la cama viendo al mercenario con cara irritada.

- ¿Qu...qué dijiste?-

- ¿Qué mierdas hice ayer? - No estaba para juegos, lo último que quería hacer era estar junto al causante de sus dolores de cabeza y de sus reacciones ridículas.

-Na...nada, llegaste borracho diciendo incoherencias, después me pediste dormir en mi cama conmigo. - Habló con rapidez el pelinegro, notando al contrario molesto.

- ¿Qué incoherencias?- Quería la información completa.

"¿Para qué mentir?" Pensó Tinnasit, aunque evitaría decir la parte de cuando le preguntó el porqué estaba enamorado de él. Quizá si lo omitía, podría evitarse muchos problemas.

-Que...que no pudiste estar con una mujer porque me querías a...mí.- Un leve bochorno lo embargó.

"¿Qué estupideces dije ayer?" Ahora el dolor de cabeza se amplificó. Ya daba igual lo que sea que haya dicho, no podía hacer nada para borrarlo.

-Ya no digas nada, me voy. - Comenzó a levantarse. Minutos atrás había pensado en la opción de que ambos tuvieron sexo, pero lo descartó al ver que seguían con toda sus prendas puestas. Le daba igual lo que sea que haya escuchado el pelinegro, no era como si le importara demasiado.

-También...que no podías sacarme de tu cabeza...Y que...que era tuyo. - Dijo en voz baja Barcode, como si estuviese hablando para sí mismo. El mercenario lo escuchó claramente.

-Bueno, me gusta hundirme en ti. No te creas tan importante. - Dijo sin más, sin pensarlo. Únicamente quería salir de ahí.

"Prefiero al estúpido mercenario borracho." Comenzó a sentirse decaído.

Jeff estaba a punto de salir, quedando estático en el umbral al recordar algo.

Ya estaba llegado a su límite, debía parar toda esa estupidez de una vez por todas. Ayer había tomado la decisión de deshacerse de lo que sea que le estuviera pasando con respecto al pelinegro. Dejarle en claro que fue un estúpido error llegar a sentir "amor" por él.

Adicto a ti | JeffBarcodeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora