Sin Máscaras

1.Oculta.

Los aromas más comunes de mi nariz se me acostumbraron el olor a aceite de coco, perfume barato, Whisky y bálsamo de almendras. Las noches en este club me tiene presa cada vez que miro a un lugar un imbécil me mira como si fuera una de las chicas que bailan aquí. Mi perfecto trasero se queda pegado a la silla de la barra para hacer cuentas o estar pendiente de que si algún tipo se pase con alguna chica lo mate a puñetazo.

_ Shelly...- despegue la vista de mi tableta para ver a gerónimo - Te llama el jefe.

Todos en este lugar me llaman Shelly y me acostumbré que me llamarán así. Mi nombre está enterrado por culpa de el estúpido de Nick Fury. Yo nunca llevé las ropa minúsculas que traen las chicas por qué uno : No soy una puta. Dos : Por que si me llegan a tocar un solo pelo, lo mató. Y tres: Por que no quiero.

Pase por atrás de los vestuarios de las chicas y fui a la gran oficina de cristiano decorada con paredes decorado con varias pinturas de gran valor y estatuas pequeñas que vale más que mi vida. Mire al hombre italiano que estaba acompañando por un gordo y viejo que tenía la mirada sobre mi y miro con cansancio a Cristiano.

_ ¿Si?... ¿Que pasa jefe?. - le pregunto con cuidado y con un ojo al hombre que se levantó con sus pasos hacia mi -

_ El es Fransheco. Es un cliente muy poderoso y quiere que lo atiendas tu.- El viejo me agarró la mano que tenía en mi cintura cubierta por la blusa de tiros que tenía -

_ Eres una Principessa. - me dejó un beso en la mano y yo mire a Cristiano que sabe cómo soy -

_ Suelteme la mano...- dije y el señor me miro - Lo siento, pero solo soy la contadora y atiendo a los hombres que se propasan con las chicas. Así que, no estoy a la venta.

El hombre pareció que no iba a desistir pero si digo algo es eso. Cristiano hizo resonar sus costosos zapatos al caminar hacia nosotros y colocó su brazo en los hombros del viejo.

_ Fransheco, tenemos a más chicas lindas que te atenderán. Gerónimo. - llamo al moreno y escoltó al italiano afuera con el público - Shelly, si te digo que vas con un cliente, es que vas.

_ Cristiano, tu no me obligas. Te debo una cantidad exorbitante, pero eso de acostarme con viejos... No gracias. - dije cruzando mis brazos -

_ Exacto... Me debes y tendrás que trabajar. - Me pasó un whisky - ¿Sabes que te puedo aplastar como una mosca?. Y ¿Sabes por qué no lo hago?...

Batió su vaso para tirarlo en el piso partiendo se y tomar mi cara con molestia. No me le inmute al estar mi barbilla en su mano.

_ Mi esposa mirana te aprecia mucho y si te mato...

Pobre iluso...

_ Ella estará muy triste. - me soltó con mala gana - ahora vete a trabajar.

Me tomé mi whisky y dejé el vaso boca a abajo sobre su escritorio para irme.

Salí de esa oficina con la mirada sin ningún sentimiento que me pudiera alegrar. La noche siempre nos cubre con esa espesura y aquí... Con un ambiente sensual por las chicas que bailan en los tubos o las meseras en vestido tan cortos que se les ven media nalga. En cambio yo, siempre llevo camiseta que se me vea un poco el pecho y jeans. Mi cabello castaño por el tinte que me eche para tapar el color rubio de mi cabello y pupilentes de color almendras que tapan ese calor verdecito de mis ojos.

1'468 días que he estado trabajando en este lugar... Para pagar una cuenta que si volviera al pasado la volvería a deber. Y solo llevo la quinta parte de la deuda por qué siempre que viene un cliente insistente a querer que lo atienda, lo rechazó.