En la nueva casa donde Hoseok llega a vivir luego de que su padre falleciera, comienzan a ocurrir sucesos escalofriantes que lo llenan de pánico, haciéndolo pensar que lo mejor es marcharse de ahí para siempre. Hasta que un habitante de otro plano t...
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En la puerta principal, Hoseok aguardaba a que Namjoon despidiera a su hijo para que se marchara a sus clases.
Muy temprano, el amo de llaves había subido a la habitación a revisar al chico, Seokjin y Jimin habían cuidado muy bien de él y Hoseok había tenido un sueño más tranquilo con la compañía.
Le pidió amablemente que acompañara a Jungkook a dejar al niño, luego de haber pasado la noche buscando soluciones para esa desastrosa situación.
Hoseok aceptó, sabía que mientras menos estuviera encerrado en la soledad de la habitación, menos sería su ansiedad de pensar en encontrarse con esa aparición que lo tenía muy angustiado.
—Después de dejar a Taehyung con el profesor, irán a comprar algunas cosas. Necesitamos algunas provisiones y medicamentos —Namjoon entregó una hoja de papel doblado con la lista de compras—. Jimin los acompañará pero Jungkook ya sabe qué rutina deben seguir.
Hoseok acató la orden, afirmando con la cabeza en tanto escuchaba.
El chófer los guió afuera, al auto que ya se encontraba listo, está vez se trataba de una auto más actual: una camioneta Ford Explorer sacada al mercado dos años atrás, en un lindo y brillante color gris oscuro.
—Sube adelante con Kookie, nosotros iremos atrás —pidió Jimin, entrando deprisa al auto.
El chico obedeció, tomando el lugar del copiloto.
Colocó su cinturón de seguridad como los demás y la camioneta enseguida se puso en marcha.
Se volvió realmente muy incómodo porque un pesado silencio los acompañó, nadie hacía siquiatra un mínimo sonido y Hoseok rápidamente pensó que quizás se debía al incidente de la noche anterior.
Llegaron a la casa del profesor, así que bajó para agradecer por lo que hacían hecho por él y para confirmar su salida de esa tarde.
Jimin permaneció dentro del auto en tanto ellos entregaban al niño.
—Buen día, profesor Park... El señor Kim dijo que le enviaba algunas anotaciones en la libreta —informó el chófer con seriedad.
Pero Changbin siguió tan sonriente y amable como siempre. —Gracias, lo revisaré. Ya que terminamos con el tema de las fracciones, hoy comenzamos con uno nuevo, pero le escribiré los detalles —respondió, quedándose detrás de Taehyung y sosteniendo sus hombros.
—Bien, nosotros recogeremos al pequeño, profesor. Tenemos algunos pendientes que atender y de regreso, pasaremos por él.
—De acuerdo, nos vemos está tarde.
Haciendo una reverencia con la cabeza, el chófer volvió al auto, dejando a Hoseok ahí. —Hola, Changbin...
—Tae, entra, ¿está bien? Félix horneó brownies, come algunos en tanto converso con Hoseok —pidió el profesor, palmeando suavemente su espalda.
