En la nueva casa donde Hoseok llega a vivir luego de que su padre falleciera, comienzan a ocurrir sucesos escalofriantes que lo llenan de pánico, haciéndolo pensar que lo mejor es marcharse de ahí para siempre. Hasta que un habitante de otro plano t...
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Hoseok no sabía si los había podido convencer con sus súplicas, pero había logrado que al menos lo acompañaran en la comida. Todos excepto Jimin, quién se negó poniendo el pretexto de sentirse mal.
Los sirvientes casi no hablaban, dedicándose a comer, al igual que el pequeño Taehyung que seguía inmerso en sus pensamientos.
—Jin —llamó Hoseok, terminando su plato—. ¿Podríamos preparar pastel de chocolate? —Preguntó en voz baja, con vergüenza por su petición.
—¿Pastel de chocolate? ¡Pero claro, señor Jung! Digo —se detuvo, reparando su error—, por supuesto, Hobi. ¿Tienes una idea específica?
—Bueno... —Rascó su nuca, recordando aquel sabor que traía un grato recuerdo—. Cuando cumplí la mayoría de edad y en mi último día oficial en el orfanato, la directora compró pastel de chocolate. Dijo que lo había comprado justo en el centro de Seúl, pero no recuerdo el nombre de la pastelería —explicó tratando de recordar—. El pastel era delicioso, completamente de chocolate, relleno de más chocolate y fresas. Además, dentro del pan, podía morder los crocantes pedazos de chocolate sólido incrustado en el pan.
—Suena delicioso, Hoseok. Lamentablemente jamás he comprado pasteles en el centro de Seúl, pero intentaré recrearlo como lo recuerdas, ¿bien? ¿Lo quieres para hoy mismo?
—No, estaría bien cuando tengas tiempo y podamos adquirir los ingredientes, y sobre todo, cuando Namjoon vuelva y podamos estar todos juntos.
Taehyung y Jungkook se tensaron al escuchar el nombre sin poderlo disimular, sus caras de angustia lo decían todo pero sus labios tuvieron que callar.
—Yo podría —el chófer aclaró su garganta temblorosa y continuó—, yo podría ir a comprar los ingredientes a la ciudad... Cuando digan, no tengo problema.
—Muchas gracias, Kookie —agradeció sin darse cuenta de como el chófer se había puesto tan nervioso—. El pastel será para todos, así que tendremos que trabajar en uno muy grande.
—Hobi, ¿invitarás al profesor también? —Preguntó el cocinero sin tener la intención de molestarlo.
—No... No lo creo... Solo quiero pasar tiempo con ustedes —respondió desconcertado, casi confundido consigo mismo, pues no sabía si quería seguir viendo al profesor.
—De acuerdo, entonces comencemos a planear...
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