En la nueva casa donde Hoseok llega a vivir luego de que su padre falleciera, comienzan a ocurrir sucesos escalofriantes que lo llenan de pánico, haciéndolo pensar que lo mejor es marcharse de ahí para siempre. Hasta que un habitante de otro plano t...
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Sentado en la una de las sillas del comedor, Hoseok compartía el desayuno con la servidumbre. Namjoon se había ido muy temprano y el ambiente se volvió más relajado, incluso Jimin y Jungkook podían verse más tranquilos, conversando de cosas sin sentido que Hoseok no había podido prestar atención ni un poco.
Porque estaba muy pensativo recordando lo que había sucedido en la madrugada con aquel misterioso personaje. Era imposible de asimilar que había conversado con un fantasma y lo peor era que esa mañana no había señales de Yoongi por ningún lado.
—¿Qué vas a hacer hoy, Hoseok? Ya que Namjoon no está en casa... —Preguntó el chófer mientras masticaba su bocado de pan.
El chico llevó su atención a él e inmediatamente sonrió. —Quizás lo mismo que todos los días, daré una caminata con Changbin.
Y es que en todos esos días Hoseok y Changbin se tomaban la tarde para conversar de un montón de cosas sobre ambos. Tal parecía que habían construido una amistad en tan poco tiempo.
Jin y Jimin se miraron sin disimulo, mostrando la angustia que esa amistad les causaba.
El cocinero aclaró la garganta, fingiendo un desinterés que Hoseok tomó desapercibido. —Y cuéntanos... ¿De qué tanto hablan tú y él? Es decir, pasas las tardes enteras con su compañía, deben tener platicas muy interesantes —intentó indagar en tanto agitaba su café con una cuchara.
—Pues, hablamos acerca de mi estadía en el orfanato, así como también de sus clases con los niños —explicó sin sospecha—. Quizás no sea muy interesante pero hasta ahora, es mi único amigo aquí...
—Bueno, pequeño Hobi —habló Jimin, limpiandose los labios con la servilleta de tela—. Ya que estás comenzando tus experiencias sociales, me gustaría que habláramos más tarde acerca del tema del que Jungkook te habló aquella vez en el centro comercial, ese del incidente con el tipo que intentaba aprovecharse de ti.
El rostro de Hoseok se pintó de rojo, le avergonzaba su ingenuidad. —Está bien...
—Además, queremos que sepas que tal vez solo somos tus sirvientes, pero te apreciamos y puedes confiar en nosotros siempre que tengas dudas o problemas, ¿de acuerdo? —Agregó el chófer, guiñandole un ojo.
Aunque todos querían, no podían prohibirle hablar con esos conocidos del fallecido Jung. Temían que cualquier información revelada, comenzara interrogativas en Hoseok que no querían resolver. Y mucho menos Namjoon quien se había estado esforzando en ocultar. Pero desafortunadamente su fuerte carácter no estaba ayudando.
Aunque ingenuamente Hoseok intentaba creer en sus palabras, pero la aparición de Yoongi lo tenía con muchas preguntas que esperaba pronto entender.
El silencio se apoderó del comedor, un escalofriante silencio que hizo erizar la piel del chico. Enseguida, un sutil rechinido del largo fino tablón de la cubierta de la mesa, fue el único sonido que pudo presenciarse e inmediatamente Jin y Jimin miraron hacia arriba, justo donde un enorme candelabro de diecinueve velas colgaba del techo.
