9) Lo odio por eso.

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Salimos con cuidado y no vimos a nadie en el lugar. El trepó la roca y yo fui por el resto de mi ropa y cuando fui no están ahí, ¡Caray! Se la han llevado. Mire al sin nombre y me tomó por sorpresa que me tire su camisa.

—Pontelo.

Le hice caso, me la puse como falda, y espere a que baje para irnos. Se tiró al agua de un chapuzón y luego salió hasta mí, trate de ignorar de que va sin camisa y comencé a caminar por el caminito, pero él me lo impidió.

—¿Que sucede?

—No estarán esperando en el mercado, eso es seguro —afirmó mientras comienza a caminar vía contraria y como no quiero morir aún, lo seguí. ¿Quién me entiende, no?

—¿Como te llamas? —lo mire interrogante. Él solo me miró. Bien, esa fue la mejor ignorada de mi vida.

Llegamos al pueblo, pero del otro lado y las personas nos ven raro por la fachada que tenemos, me sonrojé furiosamente por lo comprometedor que se ve y en un momento determinado choque con su espalda, por estar mirando lo que no debo.

—Auch —me sobe mi nariz porque me di duro y cuando le iba a dar un sermón quede sorprendida al estar rodeada de muchos de ellos—. Oh, oh —mi corazón comenzó a latir rápidamente.

—¿Quieren quitarse de mi camino? —interrogó irritado.

—¡No tenemos permitido hacer eso! —gritó uno, y yo disimuladamente me agarré de su brazo—. ¡Solo entregala y todo estará bien! —me señaló y yo ajusté mi agarre.

—No permitas que me lleven.. —le supliqué asustada. Él suspiró cansado.

—¿Donde está, Demetrio? —escupió con desprecio el suelo. ¿Y el suelo que le hizo a éste?—. Si tanto la quiere. ¿Porque no da la cara asquerosa que tiene? —les dio una sonrisa perversa.

La multitud se disperso, dejado entrar a un hombre alto con sonrisa aterradora y porte descuidado, mismo que posee un pie de palo dándome a entender que se lo cortaron, también tiene un parche en un ojo y no nos olvidemos de su gorrito pirata.

—¿Me buscabas? —le preguntó al tipo misterioso.

—Tu osadía es pagada con la marca negra. Si estás al tanto de eso.. ¿Cierto? —miró a cada uno de ellos con aburrimiento.

—Estoy al tanto de ello, pero eso no pasará si acabo contigo primero y me convierto en capitán —mi acompañante soltó una risita seca. Yo solo miro la situación aterrada.

—Cuanta imaginación, me gustaría verte intentarlo —con un movimiento ágil le quitó la espada a uno de ello y rápidamente se la puso en el cuello—. ¿Aún consideras llevártela? —le dio un apretón a mi mano y lo mire.

—Claro que si —Demetrio saco su espada y con un movimiento ágil también, quitó la espada de su cuello.

El me miró por encima de su hombro y me soltó para ir con todo lo que tiene en contra del tal Demetrio y los demás aprovecharon el momento para caerle encima al pobre, pero le es difícil porque el sabe lo que hace.

Hubieron algunos que me vieron y vinieron por mí, por lo que solté un grito aterrador cuando una espada vino en dirección a mi cuello, gracias a Dios me abaje. No fui tonta y le quite la otra que porta el mismo que intento matarme y sin darle tiempo de reaccionar se la clave en el pecho.

Lo mire atónita porque no estaba en mi plan matarlo, nunca lo había hecho, aunque si había lastimado muchas veces a Felipe, pero nunca lo mate ¡Nunca mate a nadie! esto es nuevo para mí.

Vi que vienen tres en mi dirección, así que salí de mi trance y trate de sacar la espada del pecho del hombre, pero esta muy enterrada.

Solté un grito lleno de rabia y la saqué, dando un paso así atrás por el impulso. El cayó en el piso y no perdí tiempo en defenderme de los tres que vinieron por mi. Y si, me fue difícil no matarlos, pero lo deje un poco heridos, lo cual dudo que ellos se paren de ahí.

Busqué al señorito misterio y lo encontré lleno de sangre y me asusté, tanto que corrí ayudarle. Los tome por sorpresa a todos, llevándome algunos en su estado de sorpresa y el me vio y me pareció ver el inicio de una sonrisa.

Cuando estuve apunto de llegar a él hubo uno que me impidió el acercarme, y yo no dude en quitarlo de mi camino e ir a su encuentro.

—Estas hecho un desastre.. —mire con horror la sangre en su torso y pantalón.

—No es mía —se acercó jadeando por la adrenalina como yo—. Enséñame lo que sabes.

Con eso salió a pelear con algunos que no se dan por vencido y yo no me quede atrás. Son muchos para nosotros dos, pero somos un dúo diferentemente fuerte.

El tal Demetrio está muy sentado (no literalmente) viendo la pelea que el inicio llevarse acabó y cada que intentamos acercarnos a él no impiden el paso.

Yo estoy herida en el brazo al igual que en mi muslo izquierdo y costilla. Son pequeñas y nada profundas, pero estoy herida y el por su parte tiene más de la que puedo contar, aunque nada grave.

Logramos salir de ahí porque son demasiado para nosotros y nos escondimos detrás de una casa con las respiraciones agitadas. El me hizo seña y salimos a un patio de una casa y fue un error porque ahí están.

—Es muy cobarde de tu parte huir —se burló Demetrio, aunque sabe que el huye por mí.

—Un cobarde hablando de cobardía, que gran noticia —soltó agitado por todo.

Ellos están un poco retirados de nosotros, pero todo sucedió en camara lenta.

—¡Tráigamelo aquí! —vociferó furioso por la respuesta de él.

Ellos no dudaron en venir hacia nosotros, y nosotros comenzamos a correr vía contraria para después pararnos en un callejón que se forma por varias casas abandonadas, pero cuando iba a entrar él me tomó de la mano y me pegó de la pared tomándome por sorpresa.

—Edgar.. Edgar Prins, a sus órdenes —se lamió sus labios y yo lo mire sorprendida por su acto—. Y si por si acaso no vivo.. —estampó sus labios contra los míos, sin dejarme responder.

Mis ojos se abrieron demasiado por la sorpresa, cuando sus labios comenzaron a moverse despacio sobre los míos, hasta que no me resistí y le correspondí el beso, el cual se formó desenfrenado al ser correspondido por mí.

Sus manos fueron y se apretaron en mi cintura, y las mías fueron a su cuello. No es la primera que besó a alguien, pero si la primera vez que es un pirata y uno que.., mejor me calló.

El rompió el beso dándole una mordida a mi labio inferior y yo lo mire perpleja porque no puedo asimilar que el me ha besado, pero sobre todo que yo se lo he seguido. Me sonrojé al sentir sus suaves labios otra vez en los míos, en uno más tierno.

—¡Están aquí! —el gruñó porque le dañaron el beso—. ¡Vengan aquí está..!

Su exclamación quedó en el aire cuando Edgar le lanzó su espada, clavándole la frente en el transcurso, y yo me asusté al ver aquella imagen.

—Vete. Necesito que sigas este camino sin retroceder, este te llevará de regreso.

Y con eso salió corriendo por su espada, dejándome ahí sola e indefensa.

Yo me quedé muy sorprendida por lo que ha pasado. ¡¿Por qué me besó en un momento así?! No puede ir por ahí besando a las mujeres así, es.. es.. ¡Es irrespetuoso!

Lleve inconscientemente mis dedos a mis labios hinchados y me sonrojé furiosamente.

—¡Que tonta! —exclamé furiosa conmigo misma y comencé a correr por el callejón sin mirar atrás.

Ese beso ha cambiado muchas cosas, como por ejemplo, que lo odio más por hacer eso y por hacerme seguirlo.

Voy con mi mente nublada de muchas cosas, porque se que esté beso desató emociones no favorables para mi ser, ¡Y lo odio aún más por eso!

Salí al frente de la mansión y me escondí al ver a más personas salir corriendo con dirección a él. Cuando no vi a nadie entre corriendo a la casa, cerré detrás de mí y me sentí horrible porqué lo he dejado solo después de todo.

Si que soy tonta..

PRINCESA INGLESA. (Completa).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora