𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟐𝟔

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Visto y no visto

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𝑯𝒂𝒓𝒓𝒚 𝑷𝒐𝒕𝒕𝒆𝒓

── 𝕷𝖚𝖓𝖆 𝖉𝖎𝖏𝖔 𝖖𝖚𝖊 𝖓𝖔 𝖘𝖆𝖇𝖎́𝖆 𝖈𝖚𝖆́𝖓𝖉𝖔 𝖆𝖕𝖆𝖗𝖊𝖈𝖊𝖗𝖎́𝖆 𝖑𝖆 𝖊𝖓𝖙𝖗𝖊𝖛𝖎𝖘𝖙𝖆 𝖉𝖊 𝕽𝖎𝖙𝖆 𝖈𝖔𝖓 𝕳𝖆𝖗𝖗𝖞 𝖊𝖓 𝕰𝖑 𝕼𝖚𝖎𝖘𝖖𝖚𝖎𝖑𝖑𝖔𝖘𝖔, 𝖕𝖚𝖊𝖘 su padre estaba esperando un largo e interesantísimo artículo basado en el testimonio de personas que recientemente habían visto snorkacks de cuernos arrugados.

—Como se pueden imaginar —explicó—, esa historia es muy importante, así que la de Harry quizá tenga que esperar al siguiente número.

Para Harry no fue una experiencia fácil hablar de la noche en que regresó Voldemort. Rita lo había presionado para sacarle hasta el último detalle, y él le había contado todo lo que recordaba, consciente de que aquélla era una oportunidad única para explicar la verdad, de vez en cuando miraba a Soleil, sabía que ella también lo recordaba, pero no podía hablar de ella así que solo dijo que la habían aturdido. No sabía cómo reaccionaría la gente al leer la crónica. Imaginaba que serviría para que muchos se reafirmaran en la opinión de que estaba completamente loco, en parte porque su historia aparecería junto a una sarta de tonterías sobre los snorkacks de cuernos arrugados. Pero la fuga de Bellatrix Lestrange y de los otros mortífagos había despertado en Harry un deseo irrefrenable de hacer algo, funcionara o no...

—Estoy impaciente por saber lo que opina la profesora Umbridge de tus revelaciones a la prensa —le dijo Dean, atemorizado, el lunes por la noche durante la cena. Seamus, sentado al lado de Dean, engullía enormes cantidades de empanadas de pollo con jamón, pero Harry se dio cuenta de que no se perdía detalle.

—Has hecho lo que tenías que hacer, Harry —terció Neville, que estaba sentado enfrente. Estaba muy pálido, pero añadió en voz baja—: Debió de ser... muy duro para ti hablar de todo eso, ¿verdad?

—Sí —musitó el chico—, pero la gente tiene que saber de qué es capaz Voldemort, ¿no?

—Claro; bueno, él y sus mortífagos —coincidió Neville asintiendo con la cabeza—. La gente debería saber...

Neville dejó la frase inacabada y siguió comiendo patatas asadas. Seamus, por su parte, levantó la cabeza, pero cuando su mirada se encontró con la de Harry, bajó rápidamente la vista hacia su plato. Al cabo de un rato, Dean, Seamus y Neville se marcharon a la sala común; Harry y Hermione se quedaron en la mesa esperando a Ron y Soleil, que todavía no habían cenado por culpa del entrenamiento de quidditch. Cho Chang entró en el comedor con su amiga Marietta. Harry notó una desagradable sacudida en el estómago, pero ella no miró hacia la mesa de Gryffindor y se sentó de espaldas a él.

𝑮𝒓𝒚𝒇𝒇𝒊𝒏𝒅𝒐𝒓 ² [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora