𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟑𝟔

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El único al que temió

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── —¡𝕹𝖔 𝖘𝖊 𝖍𝖆 𝖎𝖉𝖔! —𝖇𝖗𝖆𝖒𝖔́ 𝕳𝖆𝖗𝖗𝖞.

Soleil no lo creía; no quería creerlo. Harry seguía forcejeando con Lupin con toda la fuerza que le quedaba, pero Lupin seguía sujetándolo. Soleil se quedó estática sin ser capaz de mover un solo musculo escuchando los gritos de Harry que llamaban una y otra vez a su padrino.

—¡SIRIUS! —gritó—. ¡SIRIUS!

—No puede volver, Harry —le insistió Lupin; la voz se le quebraba mientras intentaba retener al chico—. No puede volver, porque está m...

—¡NO ESTÁ MUERTO! —rugió Harry—. ¡SIRIUS!

Alrededor de Soleil reinaba una gran agitación y surgían destellos de nuevos hechizos; pero era un bullicio sin sentido. Aquel ruido no tenía ningún significado para ella porque ya no le importaban las maldiciones desviadas que pasaban volando a su lado, no le importaba nada; lo único que le interesaba era que Lupin intentara calmar a Harry.

Soleil sintió como alguien la agarraba de los hombros cariñosamente y la apretaba contra su pecho con toda la intención para que ya no viera en dirección al arco ni Harry ni a Lupin.

—¡Ay! —se quejó su madre y dejó de abrazarla—, Estas cubierta de... vidrios.

Soleil hasta ese momento no había sentido los hincones, ni los golpes, ni las heridas sintió su cuerpo temblar de repente, y hubiera caído al suelo de no haber sido por su madre que la sostuvo a tiempo, se vio la falda del colegio que ya no tenía el mismo largo que solía tener, sus piernas blancas estaban chorreando sangre a la vez que los vidrios dentro de las heridas resaltaban y sus medias estaban llenas de huecos y sangre.

—¡Oh Merlín! —murmuró Pamela con voz preocupada acunando el rostro de Soleil en sus frías manos. Ella quizás ya tenía una idea de cómo debía de lucir con cortes en la cara.

—Estoy bien, mamá—intentó tranquilizarla—, la Orden aún está peleando, ve ayudar—aconsejó.

Su madre soltó aire por la nariz queriendo negarse, Soleil sabía que no quería dejarla sola, pero ese no era el momento para discutir. Sintió como su madre acarició su mejilla e intentó no hacer una mueca de dolor cuando ella sacó un trozo de vidrio, le dio un beso en la frente y se dio la vuelta con la capa ondeante y la varita en alto hacia el arco donde se encontraban Harry, la Orden y los mortífagos.

Soleil la vio alejarse y se tocó la mejilla donde aún persistía el dolor punzante, se volvió para ir hacia Neville que aún movía las piernas incontrolablemente, lo ayudó a incorporarse y bajaron unos escalones más entre temblequeos observando a Dumbledore que tenía a casi todos los otros mortífagos agrupados en el centro de la sala, aparentemente inmovilizados mediante cuerdas invisibles; Ojoloco Moody había cruzado la sala arrastrándose hasta donde estaba tirada Tonks y Pamela que intentaba reanimarla; detrás de la tarima todavía se producían destellos de luz, gruñidos y gritos: Kingsley y Jorell había ido hasta allí para relevar a Sirius en el duelo con Bellatrix.

𝑮𝒓𝒚𝒇𝒇𝒊𝒏𝒅𝒐𝒓 ² [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora