𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟑𝟏

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TIMOS

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𝑯𝒂𝒓𝒓𝒚 𝑷𝒐𝒕𝒕𝒆𝒓 

── 𝕷𝖆 𝖊𝖚𝖋𝖔𝖗𝖎𝖆 𝖖𝖚𝖊 𝖊𝖒𝖇𝖆𝖗𝖌𝖆𝖇𝖆 𝖆 𝕽𝖔𝖓 𝖕𝖔𝖗 𝖍𝖆𝖇𝖊𝖗 𝖈𝖔𝖓𝖙𝖗𝖎𝖇𝖚𝖎𝖉𝖔 𝖆 𝖖𝖚𝖊 𝕲𝖗𝖞𝖋𝖋𝖎𝖓𝖉𝖔𝖗 𝖌𝖆𝖓𝖆𝖗𝖆 𝖑𝖆 𝕮𝖔𝖕𝖆 𝖉𝖊 𝖖𝖚𝖎𝖉𝖉𝖎𝖙𝖈𝖍 𝖊𝖗𝖆 𝖙𝖆𝖑 𝖖𝖚𝖊 𝖆𝖑 𝖉𝖎́𝖆 𝖘𝖎𝖌𝖚𝖎𝖊𝖓𝖙𝖊 no conseguía concentrarse en nada. Lo único que le apetecía era hablar sobre el partido. Soleil por su parte les había comentado que había sido una total experiencia, y que no se imaginó que los de Ravenclaw iban han jugar sucio. Harry sintió rabia al escuchar que Cho también intentaba hacer que Soleil se cayera de la escoba, pero que al final le había salido todo mal, porque al parecer, Cho no había podido esquivar la bludger que le habían lanzado a Sol, y que se había caído de la escoba. Así que a Harry y Hermione les resultó muy difícil encontrar el momento adecuado para hablarle de Grawp. La verdad es que no pusieron mucho empeño, pues ninguno de los dos quería ser el que devolviera a Ron a la realidad de una forma tan cruel, pero Soleil cada que tenía la oportunidad les preguntaba qué era lo que habían pospuesto decirles.

Como de nuevo hacía un día templado y despejado, Soleil logró convencerlo para que fuera a repasar con ellos bajo el haya que había junto a la orilla del lago, donde había menos posibilidades de que los oyeran que en la sala común. Al principio a Ron no le hizo mucha gracia la idea (se lo estaba pasando en grande en la sala común de Gryffindor, donde cada vez que alguien pasaba a su lado le daba unas palmadas en la espalda, por no mencionar los espontáneos cantos de «A Weasley vamos a coronar», no se podía decir lo mismo de Soleil, que siempre se ponía roja cada que unían su nombre con el apellido de Harry), pero al cabo de un rato, Ron admitió que le sentaría bien un poco de aire fresco.

Esparcieron sus libros bajo la sombra del haya y se sentaron en la hierba mientras Ron les describía su primera parada del partido por enésima vez.

—Bueno, verán, Davies ya me había marcado un tanto, así que no estaba muy seguro de mí mismo, pero no sé, cuando Bradley vino hacia mí, como salido de la nada, pensé: «¡Tú puedes hacerlo!» Y tuve un segundo para decidir hacia qué lado me lanzaba, porque parecía que Bradley apuntaba hacia el aro de gol de la derecha, mi derecha, es decir, su izquierda, pero de pronto tuve la corazonada de que sólo estaba haciendo una finta, así que me arriesgué y me lancé hacia la izquierda, es decir, hacia su derecha, y... Bueno, ya vieron lo que pasó —concluyó con modestia, y aunque no hacía ninguna falta se echó el pelo hacia atrás para que pareciera que se lo había alborotado el viento. Miró alrededor para ver si la gente que tenían más cerca (un grupito de cuchicheantes alumnos de tercero de Hufflepuff) lo habían oído—. Y cinco minutos más tarde, cuando Chambers se me acercó... ¿Qué pasa? —preguntó Ron, que se había interrumpido a media frase al ver la expresión del rostro de Harry—. ¿De qué te ríes?

𝑮𝒓𝒚𝒇𝒇𝒊𝒏𝒅𝒐𝒓 ² [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora