Mi Doctora

Cap.1 Boda

Y aquí estaba parada tras esa puerta de madera, muerta de miedo, del que sucederá después y como será mi vida.

Tengo que casarme con no se quién.
Apenas ayer desperté en un hospital y no recuerdo tantas cosas de mi vida, solo a mis padres y a mi hermanita.
Y eso no fue lo peor de todo, mi sorpresa fue que mi padre me dijera que antes del accidente estaba apunto de casarme, porque él había perdido una apuesta y que me había ofrecido a mí como pago, y que el accidente no cambiaban las cosas en lo absoluto.

Obviamente me convenció de casarme nuevamente imagino que de la misma manera que lo hizo la vez anterior antes del accidente, no pude decir que no.

Pero no tenía nada que perder? Solo estar con un viejo feo y con una gran panza. Cuando la vida con mis padres es espantosa, con golpes y humillaciones a mi madre, y lo peor es que ella se deja maltratar por el idiota de mi padre.

La puerta se abrió y mi corazón se aceleró. Aquí iba.
Di mi primer paso y entré al salón. No habían muchas personas, era mejor para mí.

Sentí que tomaron mi brazo y era el idiota de mi padre. Todavía tenía el descaro de entregarme con una sonrisa estúpida en su rostro.

Caminamos hacia adelante y con la mirada intenté buscar a mi futuro y horroroso esposo.
Pero no veía nada horroroso, es más me llamó la atención una mujer realmente hermosa. Su cabello, su rostros. Y cada vez que me acercaba más, la podía apreciar mejor.

No pude apartar mis ojos de ella ni un solo segundo y era increíble el como mis pasos y mi cuerpo caminaba a su dirección y no había nada que me lo impidiera, ni mi padre.

Sus ojos... Sus ojos son hermosos, color avellana claros, sus pestañas, sus cejas, dios es perfecta!!

Terminé frente a ella con la boca abierta, impactada con su belleza y perfección.

-Wow!- susurré apenas.

Pero que me pasa? Que me pasa con ella ? Me había pasado esto antes?
Sacudí mi cabeza y regresé en si, volví a buscar a ese señor que sería mi esposo, pero no ví a ningún hombre al frente, así que miré a mi padre, pero este tomó mi mano y se la entregó a la diosa que tenía en frente.

Que!! Mis ojos se abrieron sorprendida sin poderlo creer. Ella! Ella va a casarse conmigo? Ella me compró? Una mujer!
Pero porque una mujer tan hermosa y perfecta gastó tanto dinero para comprar a alguien tan insignificante como yo?

Su mano es tan suave y delicada, se siente increíble la sensación que me provoca está acción.
Tomó mi mano y me acercó a ella, quedando a su lado. El corazón me palpitaba a mil, no lo podía creer. Me acabo de enamorar, es amor a primera vista, y ya me estoy cansando con ella.
Me siento la mujer más afortunada del mundo.

Pero ella es tan seria, no tiene ningún gesto al cual pueda descifrar.
No sé si está feliz, triste o también como yo está siendo obligada.

Su vista está al frente y la veo solo de perfil, también se ve hermosa, su piel parece de porcelana, tan perfecta e imagino lo suave que está, que ganas de poder acariciar su rostro por unos segundos.

Apenas escuchaba hablar al que nos estaba casando, no le prestaba atención.
Tenía algo que ocupaba toda mi atención.

Ella tenía un vestido simple, color crema, que le llegaba a la rodilla, apenas unas tiritas le ayudaban a sostenerlo en sus hombros, parecía tan simple pero me encantaba como se le veía.

Su mano me soltó y no me gustó, creo que la incómodo que la viera tanto. Así que con dolor tuve que apartar mi vista de ella.

-Señorita Greesy está siendo obligada a casarse? Puede decirlo ahora o callar para siempre.- escucho esas palabras.
Me estaban obligando antes, ahora ya no, hoy si quiero casarme lo antes posible con esta belleza.