Llegué a la cocina muy molesta, doña Martha ya había empezado con la cena.
Tomé algunos vegetales y comencé a picar con fuerza tanto que hacía mucho ruido.
-Señorita está bien? Si no, no se preocupe yo me encargo de todo.- me dice doña Martha tan amable.
-Si, sí estoy bien, yo así trabajo!- le respondo y sigo picando con brusquedad. Estaba molesta conmigo misma y con la vida.
Aidy siempre me mantuvo en secreto, en su trabajo y aquí. Doña Martha nunca me conoció, siempre venía cuando ella ya no estaba o estaba durmiendo.
Y en su trabajo para todos yo solo era una paciente más que todos ignoraban, pero que entraba a comerse a la directora del hospital.
Siempre le reclamé eso, pero ella decía que no estaba lista para hacerlo público o que quizá perdería su trabajo, y que prefería que se mantuviera en secreto.
Hasta me sentenció con que si no me parecía podía terminar la relación en cualquier momento.
Y al final terminó casándose conmigo y haciéndolo tan público con tal de vengarse. La venganza ganó más que el amor que sentía por mí alguna vez, si es que lo sintió, ahora lo dudo.Doña Martha se encargó de llevar todo al jardín y preparar la mesa. Yo no podía hacer eso, doña Martha tampoco me lo permitió.
Escuché el ruido de los zapatos de Aidy bajar las escaleras y la curiosidad me ganó. Salí a verla, ella me daba la espalda pero aún así la veía realmente linda, deslumbrante, me mataba por dentro el saber que en este momento iba de camino para qué le propongan matrimonio.
Cada segundo era una agonía para mí, quería salir para impedir esa propuesta pero sería algo tonto, solo saldría a hacer el ridículo y ella no me elegiría a mí, seguiría escogiendo seguir haciéndome daño, y hasta perdería mi boleto de salida de este lugar en definitiva.
Fuí a la sala a esperar, bueno estaba más cerca para verlos por la ventana.
Ella se veía muy feliz y sonriente con él, y Jared también se veía así. Me dolía verlos felices.Una hora después la espera había acabado. Iba a irme a mi habitación cuando veo que la puerta se habré y veo entrar a Jared.
-Dijo que si!! Dijo que sí!!!- dice mientras se acerca a mí y me levanta por los aire. Para mí eso era buena noticia y a la vez no, hubiese sido buena si no recordara nada de mi pasado.
-Tenías razón, si iba a aceptar!- dice muy feliz mientras me baja y me ve.
-No lo puedo creer!- dice mientras da una vuelta en círculo, su sonrisa no podía ser más amplia. Si yo tampoco lo puedo creer.
Yo lo veía y es entonces que lo recordé perfectamente quien era él para mí. Era mi socio, mi competencia, no mentía cuando decía que desde que llegó intentó conquistar a Aidy.
Tuvimos una discusión fuerte con Aidy el día que me di cuenta, ella si aceptaba sus detalles y regalos. Los grandes arreglos florales que le mandaba, los presumía en su oficina.
Ella simplemente me dijo que era para hacerle creer a sus compañeros que si andaba con un chico y no con una mujer. Eso me había dolido porque a mí no me presumía es más me escondía.
Dijo que además no era que en verdad le gustará él, solo lo iba a usar. Obviamente no me pareció la idea de un trío, asi que se lo demostré de la misma manera. Ya no éramos tres ahora éramos cuatro.
Casi le daba un infarto cuando le dije que también andaba con un chico, que también era para hacerle creer a la gente que no andaba con una chica. Yo la verdad no necesitaba demostrarle a nadie con quién andaba, me daban igual.
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Mi Doctora
RomanceGreicy es obligada a casarse cuando su padre ya no tiene más objetos de valor para apostar. Pero minutos antes de la boda, Greisy tiene un accidente, el cual le hace perder la memoria, olvidando gran parte de su vida. Su padre sin tener compasión...