Esposa, o sea se refiere a mí. Me está diciendo en este momento que soy su esposa, que me reconoce como su esposa.
Yo no lo podía creer, esas palabras me gustaba, más si salía de su boca.
Mi corazón latía tan de prisa, al pasó que voy va hacer que se me arruiné el corazón al hacerlo latir de esta manera muy seguido.
-Es este fin de semana, es para que te vayas haciendo a la idea y no te descuides.- la escucho decir mientras se pone de pie, y sale del comedor, dejándome con una palabra sin entender.
Cómo? Que no me descuide, descuide en que sentido?
Que no engorde, o que no me pierda.Sin entender a qué se refería, seguí comiendo me terminé todos los platanitos fritos que habían en el recipiente, de todos modos nadie más se los iba a comer, creo.
Regresé a mi habitación y reflexionaba del como había sido mi día, estuvo lleno de sorpresas.
Me encantó lo que me pasó en la mañana, y lo de la cena.
Voy a acompañar a mi esposa a una fiesta donde habrá muchas más personas y frente a ellos voy a ser su esposa, eso me emocionaba tanto.Ya no ordené mi habitación, me quedé dormida, minutos después.
Soñar con ella se estaba haciendo costumbre.
Sus brazos me rodean y sus labios me besan. El calor de su cuerpo es tan perfecto para el frío de mi cuerpo.En mis sueños ella me cela, me cuida y me dice que me ama. En mis sueños yo soy tan feliz entre sus brazos.
Pero al despertar mi realidad me trae de vuelta, no me ve como su esposa.
Pero el comentario de la cena me hace pensar que tengo una oportunidad, oportunidad de poder tomar su mano quizá y con surte podré obtener un beso de esos labios que me traen loca.Me levanté con más ánimo, ya me estaba aprendido sus horarios así que con prisa tomé mis cosas y trate de verme bien, aunque no tenga tantas opciones como para verme más linda. Pero lo intenté, comencé a subir los escalones y justo cuando subía el último escalón la ví salir de su habitación, tan radiante y hermosa como siempre.
Una vez más la ví pasar en camara lenta mientras pasa por mi lado ignorandome como siempre, pero envolviendome con su perfume.
Ni siquiera los buenos días fueron para mí, pero ya me estoy acostumbrado.
Comencé a hacer mi trabajo, cada vez tenía más tiempo de sobra, porque había menos trabajo.
Para lavar era menos, solo la mudada de ayer. Y en el jardín solo tenía que recoger las hojas que caín de los árboles y de algunas flores.
Terminé toda mi tarea a las tres de la tarde.
Me paré en medio del jardín pensando en cometer la peor de mis ideas. Quería adentrarme a ese hermoso bosque que a gritos me pedía que lo explorara.Di algunos pasos, y quedé en medio de la calle que dividía ese bosque y la casa de Aidy.
Podía regresarme o continuar, pero no pude regresar, mis pies ya no quicieron retroceder, así que comencé a avanzar.Apenas di unos diez pasos dentro de este lugar fresco y hermoso, se comenzó a escuchar el canto de las aves y otros animales, el aire fresco se sintió tan perfecto que no me pude detener y no se que es lo que quería, buscaba o a dónde quería llegar, solo comencé a caminar como si conociera este lugar perfectamente, bueno es que también, para entrar es fácil, pero para salir; ese será el detalle.
Pero ya veré después como salir, no creo que sea tan complicado.
Caminé y caminé no se por cuánto tiempo, solo veía esos árboles tan altos, también tuve la dicha de poder ver una ardilla cruzarse de un árbol a otro. Este lugar es increíble.

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Mi Doctora
Roman d'amourGreicy es obligada a casarse cuando su padre ya no tiene más objetos de valor para apostar. Pero minutos antes de la boda, Greisy tiene un accidente, el cual le hace perder la memoria, olvidando gran parte de su vida. Su padre sin tener compasión...