Profecía

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-Continuamos-

-Narra Narrador omnisciente-

-Hace 2 milenios-

-Monte olimpo-

¿Cómo se siente, Cronos?- Una enorme cabeza de mujer, formada por árboles, le preguntó a Cronos; él cual estaba tumbado y herido en el piso, viendo a lo lejos al resto de sus hermanos y compañeros titanes pelear contra los cíclopes, hecatónquiros y nuevos dioses. Pero para él era obvio que esta lucha estaba perdida.

Eres una maldita, no debí abogar por ti cuando Zalgo sugirió desterrarte como lo hicimos con padre.- Cronos se estaba poniendo de pie, tenía que dar la orden de terminar esta rebelión.

¿Enserio crees tener el corazón para acabar con esos 6?- Una enorme mano hecha de flores apareció y señaló hacía donde los 6 hijos de Cronos y Rea peleaban contra su propia madre y Jápeto.

Porque tu lo sabes, este odio que hice crecer en todos sus descendientes evitara que puedas dialogar con ellos y si tu y el resto no pelean para herir, pues...- La pausa de Gea le dio a Cronos la oportunidad de ver a Hiperión caer derrotado y ser arrastrado por Hades hacía el Tártaro, cosa que le estaba ocurriendo al resto.

Fin del juego, mi niño consentido.- Al final Cronos también fue atrapado y encerrado junto con el resto de sus hermanos.

-En el presente, día de la invasión-

-Tártaro-

¿Recordando el pasado?- Una hermosa mujer de cabello castaño y piel como el marfil, vestida con una túnica verde esmeralda le hizo a Cronos, que tenía la mirada fija en la entrada del Tártaro.

Sabes que la forma en que me lees como un libro abierto es una de las razones por las que me enamore de ti, Rea. Por lo que no tiene sentido responder tu pregunta.- Rea puso su mano sobre el hombro de Cronos.

Esta vez lo lograremos, madre jamás se esperara un ataque como este y aun si lo hiciera, tenemos la ventaja en cualquier caso.- Cronos volteó a verla y entrelazó sus manos con cariños.

La última vez también la teníamos y por no querer herir a nuestros hijos, terminamos encerrados aquí.- Rea acaricio con cariño la mejilla de su esposo y le sonrió.

Ten...- Pero se detuvo cuando escucho que alguien comenzaba abrir las puertas y al parecer el resto también lo hicieron, porque los otros 10 titanes se acercaron a la pareja.

¡Con un demonio Heracles, se supone que eres el dios de la fuerza, abre la puerta más rápido!- Una jovial voz grito exasperado por lo mucho en que se tardaban de abrir las puertas.

¡Lo lamento, su bendito dolor de trasero. Déjame de molestar Apolo, agradece que soy el único con la fuerza de abrir estas cosas!- Finalmente la puerta fue abierta en su totalidad y frente a los titanes estaban de pie tres personas; dos hombres, uno de piel morena y cabello castaño  y otro de piel blanca como la leche y cabello rubio. El hombre moreno estaba vestido con pieles de un león y el rubio estaba vestido con una toga rosa y lentes de sol. En cuanto a la mujer, esta tenía el pelo negro y piel bronceada, además de estar vestida como una capa y botas negras.

Gracias al cielo que por fin podemos dar comienzo a esto, ya no puedo tolerar un segundo más con las discusiones de este par.- La mujer se acercó a los titanes y les hizo una corta reverencia.

Pensé que Atenea vendría personalmente a liberarnos.- Japeto cuestiono al trío y a pesar de su amenazante tono, ninguno pareció intimidarse.

Ella tenía que ir por el último de sus hermanos.- Los doce fruncieron el seño ante la respuesta del chico moreno, pero viendo que esto no llevaría a nada, Rea se tragó su enojo y habló.

"Necesito una oportunidad"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora