Capítulo 10.-

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Narra Lesath.

Estaba durmiendo tranquilamente, hasta que escuché cómo abrían la puerta y prendían la luz.
*¿Tan rápido es de día?*
-¡Chicas, levántense!- dijo la prefecta.
-Samantha, ¿Qué haces aquí?- dijo Pansy molesta porque la despertó.
-Debemos ir al gran comedor, así que levántense y vayan. ¡Ya!- nos dijo saliendo y entrando a la siguiente habitación.
Volví a tirarme a la cama y sentí como una almohada golpeaba mi cara.
-¡Auch!-
-Levántate, hay que ir al gran comedor. Y no me mires así Ari, yo tampoco quiero ir, pero ni modillo.- me limite a suspirar y me levanté con flojera.
-Ten.- dijo extendiéndome una bata de seda que hacía conjunto con nuestras pijamas las cuales eran iguales, se conformaban por un short de seda morado con una blusa de tirantes del mismo color, era bastante cómoda.
Me puse la bata y mis pantuflas con mis iniciales "L.R"
Me volteó y veo a Pansy agarrar su peluche para dormir.
-¿Qué? Sin él no puedo dormir.-
-Nadie dijo dormiríamos allá.- la mire confundida.
-Lesath... me lo acabas de decir tú.- me dijo viéndome preocupada.
Me quede en shock.
-Lo murmuraste, dijiste que iríamos a dormir allá, porque Sirius Black intento entrar a la sala común de Gryffindor.-
-¡Dios! Ahora ni siquiera se lo que digo.- dije tomando mi cobija para dormir y a mí pequeña bola de pelos.
-Regulus debería apurarse con su tonta investigación.- dijo abriendo la puerta.
-Debemos buscar la manera para que pueda entrar a la sección prohibida.- comenté saliendo de la habitación mientras ellas cerraba la puerta.
Cuando estuvimos en la sala común, ahí se encontraban los chicos, los cuales se veían adormilados y mis ojos se posaron en el rubio, se veía bastante lindo con el cabello despeinado y con su cara de odio por haber sido despertado.
-Vengan.- dijo Mattheo pasando su brazo por el hombro de Pansy. -.
¿Por qué traen su cobija y su peluche?-
-Por si acaso, nunca se sabe.- dijo Pansy.
Empezamos a dirigirnos al gran comedor.
-¿Duermes con cobijita?- dijo Draco burlesco mientras me abrazaba por el hombro.
-Sí, pero no sé porqué te burlas, tú duermes con un peluche de dragón y no te digo nada.- contraataqué.
-¿Cómo sabes eso? ¿Quién de estos idiotas te lo dijo?-
-No te lo dire.-
-Fue Blaise ¿cierto?-
-No lo sé.-
-¿Y tú zorrito?- cambió el chico de tema.
-Aquí.- y le enseñe la cobija en donde lo traía envuelto.
•¿Qué? No pensaba dejarlo en la habitación con un asesino suelto en el castillo.•
-Debes ponerle un nombre.-
-Mañana pensaré en nombres.-
-Draco, no está mal.- dijo arrogante.
Y solté una carcajada.
Estábamos en el gran comedor, el cual empezó a llenarse de todos los alumnos, nadie más que los de Gryffindor, Pansy y yo éramos los que sabía lo que ocurría.
-Los demás profesores y yo tenemos que llevar acabo un rastreo por todo el castillo. Me temo que, por su propia seguridad, tendrán que pasar aquí la noche. Quiero que los prefectos monten guardia en las puertas del gran comedor y dejo de encargados a los dos premios anuales. Comuníquenme cualquier novedad. Avísenme por medio de algún fantasma. Necesitarán sacos para dormir. Felices sueños.- con un movimiento de varita Dumbledore envío volando las largas mesas hacia las paredes del gran comedor.
Con otro movimiento, el suelo quedó cubierto con cientos de mullidos sacos de dormir rojos.
El director de Hogwarts cerró las puertas del comedor detrás suyo.
Todos empezaron a bullir de excitación.
Los de Gryffindor les contaban al resto del colegio lo que había ocurrido.
A nosotros nos dijeron Fred y George, quienes nos contaron que Potter se puso pálido. Pansy y yo nos mirábamos, ya que al fin y al cabo tenían razón.
-¡Todos a los sacos! ¡Ahora mismo, se acabó la charla! ¡Apagaré las luces en diez minutos!- gritaba Percy Weasley el hermano mayor de los gemelos.
-Aguafiestas, tan bien que estábamos platicando.- le reclamó Fred
-Nos vamos, los vemos luego, descansen.- dijo George.
-Buenas noches mini Riddle.- me dijo Fred dándome un beso en la frente y yéndose junto a su gemelo.
-Estem... vamos por los sacos.- habló Blaise.
Nos acercamos al lugar donde estaban.
-¿Rojos? ¿No hay otro color? Maldito viejo y su preferencia a Gryffindor.- comentó Draco molesto agarrando un saco.
Mattheo y Tom agarraron los suyos, el de Pansy y mío.
Y nos los llevamos a uno de los rincones porque Draco no quería estar cerca de tanta gente y yo tampoco.
-¿Creen que siga en el castillo?- susurró Blaise con preocupación.
-Evidentemente, Dumbledore así lo cree.- expresó la pelinegra con angustia.
-Me molesta que lo haya hecho porque quiso entrar a Gryffindor, por ir tras Potter. Pero estoy seguro que si hubiese ido a Slytherin, para querer ir por Reggie, no estaríamos aquí, ni siquiera hubiera hecho nada.- exclamé molesta.
-Tienes razón. Aunque bueno, a mí no me quiere matar.- dijo él ojos de plomo.
-¿Reggie?- preguntó el rubio con el ceño fruncido.
Todos lo ignoramos.
-Lo siento Ari, pero deben saberlo.- dijo la pelinegra preocupada. -Ella me dijo lo que había ocurrido, cuando todavía estábamos en la habitación.-
-Lo peor es que... no recuerdo haberlo dicho.-
-Lesath te aseguro que averiguaré cómo ayudarte.- dijo Regulus tomando mi mano para brindarme apoyo.
-Bueno, ¿Podemos hablar de otra cosa?- dijo Draco quitando la mano de Regulus de la mía.
•¿Se habrá molestado?•
*Tal vez sí*
-¡Voy apagar las luces ya! Quiero que todo el mundo esté metido en el saco y callado.- grito Percy Weasley a todo pulmón.
Todas las velas se apagaron a la vez.
La única luz venía de los fantasmas de color plata, que se movían por todas partes, hablando con gravedad con los prefectos, y del techo, tan cuajado de estrellas como el mismo cielo exterior.
Sentía que estaba durmiendo afuera, contemplando las estrellas nocturnas.
-¿Qué haces?- susurró Draco viéndome.
-Veo las estrellas.- respondí volteándolo a ver.
-¿Sabes astrología?- preguntó el chico y yo negué.
Él volteó a ver el cielo, pensando qué tal vez no debí de responder eso.
-Esa es una constelación.- señaló una que parecía una w.
-¿La que tiene forma de w?- cuestione.
-Sí. Se llama Casiopea, se le suele reconocer por sus cinco estrellas brillantes que forman una W o una M , depende de cómo lo veas.-
-Aquella de allá.- dijo ahora señalando otra.
-¿Cuál?-
-La que tiene forma de un escorpión, Les.-
Batallé un poquito en encontrarla, pero la vi.
-Es esa de allá.- la señalé. -Es muy bonita.-
-Lo es.- Se llama de hecho escorpio, por la forma que tiene.-
Y antes de que pudiera comentar algo de ella, me interrumpió.
-¡Oh Dios!- susurró emocionado.
-¿Qué pasa?- dije mirándolo de reojo.
-Esa de ahí, la que tiene forma de dragón. ¿La ves?- dijo mientras señalaba unas estrellas.
-Sí, la veo. ¿Es la tuya no?-
-Creí que no sabía de astrología.-
-No sé, pero sé que existe una constelación de dragón y tiene como nombre...-
-Draco.- dijimos al mismo tiempo.
-Él era un dragón, que custodiaba los jardines de las Hespérides de la mitología griega.- y mientras me explicaba, pude ver la ilusión en su cara, tenía un brillo en sus ojos al hablarme de ello, se veía tan lindo.
-Sus estrellas principales son; Gemma Draconis, es la estrella más brillante de la constelación, la segunda es Eta Draconis, y la última se llama Beta Draconis aunque tiene un nombre tradicional el cual es Rastaban, es árabe, significa...-
-La cabeza de la serpiente.- dijimos al mismo tiempo de nuevo.
Ambos nos miramos sonriendo.
-Lesath... mira ese grupo de estrellas, se parecen a Snape con el vestido de la abuela de Neville.- me grito en susurró Ron, los de Gryffindor se habían puesto al lado nuestro.
Seamus, Neville, Blaise y yo reímos, estoy segura de que los demás también lo hubieran hecho pero ya se encontraban dormidos.
El pelirrojo arruino mi momento con el rubio, pero es que, si se parecía al tío Snape.
El rubio se había molestado por la interrupción porque soltó un bufido.
-Pues a mí ese grupo me recuerda al Grim. Y esta encima de Harry.- dijo tenebrosamente Lavander Brown.
-Y encima de Lesath, está una serpiente de dls cabezas.- continuo añora Parvati Patil señalando arriba de mí.
-Idiotas, ustedes tienen a la hija de Voldemort encima de ustedes, así que sugiero no hacerla enojar.- solté molesta dándome la vuelta quedando frente al rubio, quien tenía los ojos cerrados pero tenía una sonrisa en el rostro, seguro le causó gracia mi comentario.
-¿Te causó gracia lo que dije Draco?-
-Un poco si, te tienen miedo por ser hija de él, pero no sabes lo que daría por ver la reacción de terror de ambas por ver que tienes poderes.- dijo abriendo los ojos.
-Aveces me molesta que sigan con eso, ellas no tienen ningún don para la adivinación.-
-Es detestable, si ellas supieran que tú si lo tienes, y les dijeras cualquier cosa, estoy seguro que se morirían del susto.-
Nos quedamos en silencio un momento sin dejar de mirarnos fijamente a los ojos.
-Creó que es hora de dormir.- dijo el chico.
-También lo creo.-
-Buenas noches Lesath.-
-Buenas noches Draco.-
Le sonreí y él me devolvió la sonrisa.
Mi zorrito ese puso en medio de ambos y se acosto ahí a dormir.
Cerré los ojos y caí en un profundamente dormida, pensando en el rubio de ojos azul grisáceo.

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