Capítulo 24

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Narra Lesath

Habían pasado tantas cosas en tan solo unos diez minutos, Lupin explicando que lo mordieron de niño y por ello es un hombre lobo, que cuando sus amigos Potter, Black y Pettigrew, se enteraron decidieron convertirse en animagos ilegales para poder pasar las noches de Luna llena junto a él, que mi tío Snape los odia por una horrible broma y justamente cuando nos contaba ello, mi querido tío apareció tuvieron una discusión, empezó a decirnos a los tres que no entendía que hacíamos ahí y que lo más probable era que habíamos estado en un lugar y momento equivocado, ni siquiera quiso escucharnos para explicarle qué fue nuestra decisión estar aquí y Hermione terminó lanzándole un Expelliarmus, se volvió loquita, pero era necesario porque todavía no terminaban de contarnos la historia; al final Black le explicó a Harry que el verdadero guardián secreto era la rata asquerosa y que fue él quien traicionó de esa manera tan cruel a sus amigos, entonces aquí estamos apunto de averiguar si dicen la verdad.
-Ron, entrégame la rata.- le pidió Lupin.
-¿Qué va a hacer con ella si se la doy?- preguntó Ron con nerviosismo.
-Obligarla a transformarse- respondió Lupin. -Si de verdad es sólo una rata, no sufrirá ningún daño.-
-Pero si realmente es Pettigrew, sufrirá bastante daño.- dije con una sonrisa maliciosa.
Sirius me miró sonriente y asintió.
Ron dudó. Pero finalmente puso a Scabbers en las manos de Lupin. Scabbers se puso a chillar sin parar, retorciéndose y agitándose. Sus ojos diminutos y negros parecían salirse de las órbitas. Que detestable es.
-¿Preparado, Sirius?- preguntó Lupin.
Creo que lleva años preparado para éste momento.
Black ya había recuperado la varita de mi tío Snape, que había caído en la cama. Se aproximó a Lupin y a la rata. Sus ojos húmedos parecían arder.
-¿A la vez?-preguntó en voz baja.
-¿Puedo ayudar?- pregunté curiosa.
Ambos se miraron y después a mí con un asentimiento de cabeza.
-Aradia.- dijeron los primos Black.
-Cálmense, estaré bien.-
Me acerqué a Lupin y Black, y alcé mi varita.
-Venga.- respondió Lupin, sujetando a Scabbers con una mano y la varita con la otra. -A la de tres. ¡Una, dos y... TRES!-
Un destello de luz azul y blanca salió de las tres varitas. Durante un momento Scabbers se quedó petrificada en el aire, torcida, en posición extraña. Ron gritó e incluso se quiso lanzar, pero Draco lo detuvo. La rata golpeó el suelo al caer. Hubo otro destello cegador y entonces...
Fue como ver la película acelerada del crecimiento de un árbol. Una cabeza brotó del suelo. Surgieron las piernas y los brazos. Al cabo de un instante, en el lugar de Scabbers se hallaba un hombre, encogido y retorciéndose las manos. Era horrible. Crookshanks bufaba y gruñía en la cama, con el pelo erizado.
-Hola, Peter.- dijo Lupin con voz amable, como si fuera normal que las ratas se convirtieran en antiguos compañeros de estudios. -Cuánto tiempo sin verte.-

-Si... Sirius. Re... Remus.- incluso la voz de Pettigrew era como de rata. Volvió a mirar a la puerta. -Amigos, queridos amigos...-
Black levantó el brazo de la varita, pero Lupin lo sujetó por la muñeca y le echó una mirada de advertencia. Mientras que Sirius me ponía detrás de él de una manera protectora.
-Acabamos de tener una pequeña charla, Peter, sobre lo que sucedió la noche en que murieron Lily y James. Quizás te hayas perdido alguno de los detalles más interesantes mientras chillabas en la cama.-
Se vino otra charla aburrida, la rata culpando a Sirius, diciendo que escapó de Askaban con sus poderes oscuros ya que fueron los que mi padre le enseñó, según él loquito de Pettigrew, Black explicando que se convirtió en un perrito, se aventó al mar y empezó a nadar al norte, que empezó a vivir en el bosque y bla bla bla.
Volví a prestar atención cuando Pettigrew empezó a hablarme.
-Lesath, eres idéntica a tu grandiosa madre... con sus habilidades tan magnificas.- dijo acercándose a mí y a Potter. -Harry... que parecido eres a tu padre... igual que él... Ayúdenme, ellos dos nunca hubieran dejado que algo me pasará...-
-¿CÓMO TE ATREVES A HABLARLES A LESATH Y A HARRY?-bramó Black. -¿CÓMO TE ATREVES A MIRARLOS A LA CARA? ¿CÓMO TE ATREVES A MENCIONAR A ADELAINE Y A JAMES DELANTE DE ELLOS?-
Tanto Black como Lupin se dirigieron hacia la rata ahora convertida en humano con paso firme, lo tomaron por los hombros y lo tiraron de espaldas al suelo. Ahí quedó, temblando de terror, mirándolos fijamente.
-Vendiste a Lily y a James a lord Voldemort.- dijo Black, que también temblaba. -¿Lo niegas?-
Pettigrew rompió a llorar. Era lamentablemente horrible verlo: parecía un niño grande y calvo que se encogía de miedo en el suelo.
Regulus, Draco y yo lo mirábamos con asco, por cierto Draco se había acercado a mí y me tenía detrás de él, protegiéndome.
-Sirius, Sirius, ¿qué otra cosa podía hacer? El Señor Tenebroso... no tienes ni idea... Tiene armas que no podéis imaginar... Estaba aterrado, Sirius. Y luego a su lado estaba Adelaine, la bruja más poderosa de nuestro tiempo. Yo nunca fui valiente como tú, como Remus y como James. Nunca quise que sucediera... El Que No Debe Nombrarse me obligó.
-¡NO MIENTAS! —bramó Black. -¡LE HABÍAS ESTADO PASANDO INFORMACIÓN DURANTE UN AÑO ANTES DE LA MUERTE DE LILY Y DE JAMES! ¡ERAS SU ESPÍA! ¡ADEMÁS DE QUE ADELAINE YA SE HABÍA SEPARADO DE ÉL Y ESTABA CON MI HERMANO EN ESE TIEMPO!-
¿Mi madre estaba con Regulus Black en ese tiempo?
-¡Estaba tomando el poder en todas partes!- dijo Pettigrew entrecortadamente. -¿Qué se ganaba enfrentándose a él?-
-¿Qué se ganaba enfrentándose al brujo más malvado de la Historia? —preguntó Black, furioso. -¡Sólo vidas inocentes, Peter! ¿Sabías incluso que Adelaine murió por su culpa?-
Eso era algo que había sospechado desde hace mucho tiempo, pero aún así fue como un balde de agua escucharlo. Draco y Regulus me miraron y yo simplemente estaba seria.
-¡No lo comprendes!- gimió Pettigrew. -Me habría matado, Sirius.-
-¡ENTONCES DEBERÍAS HABER MUERTO!- bramó Black. ¡MEJOR MORIR QUE TRAICIONAR A TUS AMIGOS! ¡TODOS HABRÍAMOS PREFERIDO LA MUERTE A TRAICIONARTE A TI!-
Black y Lupin se mantenían uno al lado del otro, con las varitas levantadas.
-Tendrías que haberte dado cuenta.- dijo Lupin en voz baja. -De que si Voldemort no te mataba lo haríamos nosotros. Adiós, Peter.-
-¡No! —gritó Harry. Se adelantó corriendo y se puso entre Pettigrew y las varitas. -¡No pueden matarlo!-dijo sin aliento. -No pueden.-
Tanto Black como Lupin se quedaron de piedra. Así como yo.
-¿De qué mierda hablas, Potter?- dije con la voz casi inaudible pero que todos alcanzaron a escuchar.
-Harry, esta alimaña es la causa de que no tengas padres y de que Lesath perdiera a su madre.- gruñó Black. -Este ser repugnante te habría visto morir a ti también sin mover ni un dedo. Ya lo has oído. Su propia piel maloliente significaba más para él que toda tu familia.-
Se había decidido que llevaríamos a Pettigrew al castillo para que declarará que él fue el culpable y le dieran el beso del dementor.
Crookshanks bajaba las escaleras en cabeza de la comitiva. Lupin, Pettigrew y Ron lo seguían, como si participaran en una carrera. Detrás iba el profesor Snape, flotando de manera fantasmal, tocando cada peldaño con los dedos de los pies y sostenido en el aire por su propia varita, con la que Sirius le apuntaba. Regulus, Draco y yo veníamos detrás de él, mientras que Harry y Hermione cerraban la marcha.
Lupin seguía apuntando a Pettigrew con su varita. Crookshanks seguía en cabeza. Harry y Regulus ahora venían juntos e iban inmediatamente detrás de Sirius, que continuaba dirigiendo a Snape con la varita. Éste, de vez en cuando, se golpeaba la cabeza en el techo, y Harry tuvo la impresión de que Sirius no hacía nada por evitarlo. Draco y yo íbamos detrás de ellos tomados de las manos e íbamos escuchando la conversación de adelante.
-Pues que tú quedarás libre.- contestaron Regulus y Potter a la pregunta de Sirius.
-Como sabes Regulus, yo soy tu padre. Aunque lo más probable es que no te acuerdes de mí, eras un bebé cuando te dejé con mi prima Narcissa. Pero siempre estaba jugando contigo, incluso te llevaba con los Potter a que jugarás con Harry. Y tú Harry, bueno, no sé si alguien te lo haya dicho pero yo también soy tu padrino.-
-Tengo un recuerdos muy borrosos, pero claro que sé que eres mi padre.-
-Sí, ya lo sabía.-
-Bueno, yo soy tu padre y sé que los Malfoy son tus tutores. Y Harry tus padres me nombraron tutor tuyo. dijo Sirius solemnemente. -Por si les sucedía algo a ellos...- ambos chicos se le quedaron miraron a Black como esperando a que terminara de comentar la propuesta que tenía.
-Por supuesto- prosiguió Black. -Comprendo que ambos prefieran seguir con tus tíos y sus primos. Pero... medítenlo. Cuando mi nombre quede limpio... si quisieran cambiar de casa...-
-¿Qué? ¿Vivir contigo?- respondieron ambos con cierta ilusión en la voz pero al mismo tiempo sorprendidos.
-Claro, ya me imaginaba que no querrían.- dijo inmediatamente Sirius. -Lo comprendo. Sólo pensaba que...-
-Pero ¿qué dices?- exclamó Harry. -¡Por supuesto que quiero abandonar a los Dursley! ¿Tienes casa? ¿Cuándo me puedo mudar?-
-¡Por supuesto que me mudo contigo papá!- exclamó Regulus.
Draco lo miró con una sonrisa triste. Era claro que a Draco le alegraba que Regulus se reencontrara con su padre y que tuviera la familia que quiso siempre, pero tampoco quería que se fuera de su casa, ya que eso sería tener que vivir prácticamente solo en esa enorme mansión. A pesar de que estos últimos meses ya no eran tan unidos, ellos dos se habían criado juntos, eran familia y siempre estarían el uno para el otro.
-Estás vacaciones como que me dan ganas de que me acompañes a México.- le murmure a Draco.
-¿Lo dices en serio?- me miró con los ojos llenos de ilusión.
-Por supuesto. Eres mi novio y quiero pasar más tiempo contigo.-
-Gracias.- sabía el porqué me agradecía así que sólo le sonreí y le di un beso en la mejilla.

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